Abr 11, 2019 08:05 UTC

ParsToday - Con motivo del 40 aniversario de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, hemos estudiado en los programas anteriores dl proceso de la política exterior iraní durante estas últimas cuatro décadas. En este capítulo, examinaremos brevemente la política exterior de Irán durante el Gobierno de Reconstrucción.

Con el fin de la guerra de Irak contra Irán, comenzó un nuevo período en Irán, llamado "era de construcción". Durante este período, Akbar Hashemi Rafsanyani se convirtió al presidente. La política exterior de la República Islámica de Irán durante este período fue bastante diferente en comparación con  la primera década de la Revolución Islámica y fue sujeto de diferentes cambios. Se pueden plantear varias razones acerca de esta transformación, pero en general, a nivel nacional: el fin de la guerra impuesta, la revisión de la constitución y el cambio de las élites en poder,  a nivel regional la guerra de Irak contra Kuwait y a nivel internacional el colapso de la ex Unión Soviética, figuran entre las más importantes causas del cambio en la política exterior de la República Islámica de Irán durante este período.

Como se refirió en el programa anterior, en el curso de la guerra impuesta, la política exterior estaba "orientada hacia la seguridad", pero el final de la guerra condujo a la "reconstrucción económica-defensiva" del país, y la política exterior se orientó hacia este objetivo. Al mismo tiempo, se revisó la constitución de la República Islámica de Irán y se eliminó el puesto de primer ministro y se asignaron los poderes ejecutivos al presidente. De hecho, el sistema de  tres bases, el líder, el presidente y el primer ministro, se transformó en un sistema incluido de líder y presidente. En línea con estos cambios, la importancia del presidente también aumentó en varias áreas, especialmente en la área de la política exterior, y según el politólogo persa Seyed Yalal Dehqani Firuzabadi, la política exterior se convirtió en "presidente en centro". Mientras tanto, con el fallecimiento de ayatolá Jomeini, el ayatolá Jamenei fue elegido como el nuevo líder, y sus ideas, especialmente la política de "puertas abiertas" llevada a cabo durante su presidencia, desempeñaron un papel importante en la toma de decisiones en la política exterior.

Además de los factores internos, los factores regionales e internacionales también influyeron en la política exterior de la República Islámica de Irán durante este período. La invasión iraquí de Kuwait en 1990 fue uno de los factores regionales más influyentes que afectó la política exterior de la República Islámica de Irán durante este período. La República Islámica de Irán condenó la invasión de Irak contra Kuwait. El ataque de Estados Unidos y sus aliados a Irak ha obligado a Bagdad a resolver sus discrepancias con Teherán. Mientras tanto, la República Islámica de Irán y los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico(CCG) han tomado nuevos pasos para normalizar las relaciones.

El colapso de la ex Unión Soviética fue también uno de los factores más influyentes en la política exterior de la República Islámica de Irán durante este y otros períodos, ya que se eliminó el sistema bipolar y se creó el sistema monopolar encabezado por Estados Unidos. Al mismo tiempo, del colapso de la ex Unión Soviética creó 15 nuevos países, algunos de los cuales llegaron a la independencia como vecinos de la República Islámica de Irán.

 

La política exterior de Irán en la Era de Reconstrucción fue basado en el desarrollo de las relaciones con sus vecinos, la participación activa en organizaciones y asambleas internacionales y la promoción de la posición de Irán en el sistema global, especialmente en tipo de su intercambio con los Estados Unidos.

El Gobierno de Hashemi Rafsanyani, si bien considera la independencia como el principio más importante de la política exterior, considera al "regionalismo" como una de las estrategias más importantes de la política exterior. De hecho, desde que la República Islámica de Irán ingresó al era de "posguerra", la reconstrucción del país tuvo de gran importancia para él. Una de las condiciones para la reconstrucción del país fue la normalización de las relaciones con los países de la región. La profesora universitaria Elaheh Kulaie cree que: "Hashemi Rafsanyani, como presidente conveniente, pudo dirigir la política exterior de la República Islámica de Irán en diversas condiciones en un entorno lleno de cambios para aprovechar las oportunidades creadas. Esto fue particularmente revelado en la reconstrucción de las relaciones con los países de la región ".

 

En el mismo sentido, el ministro de entonces de Relaciones Exteriores iraní, Ali Akbar Velayati, se reunió con el Emir de Kuwait en julio de 1990 por primera vez desde la Revolución Islámica y destacó la expansión de las relaciones bilaterales. A pesar de que Kuwait apoyó plenamente a Irak durante la guerra impuesta, la República Islámica de Irán condenó enérgicamente la invasión de Kuwait por parte de Irak e incluso Velayati visitó los países Catar, Omán, los Emiratos Árabes Unidos y Baréin, e insistió en la necesidad de mantener la seguridad y la estabilidad regional. Los funcionarios árabes también viajaron a Teherán y se reunieron con los funcionarios de la República Islámica de Irán.

Mientras tanto, las relaciones de Arabia Saudí con Irán, que se cortaron en 1987, se restablecieron en marzo de 1991, y el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudí, Saud al-Faisal, viajó a Teherán en mayo de 1991. Velayati también viajó a Riad un mes después. Aunque hubo diferencias entre Teherán y Riad, especialmente con respecto a la presencia de fuerzas transatlánticas en el Oriente Medio, los dos países avanzaron para desarrollar relaciones.

En general, durante este período, las relaciones entre la República Islámica de Irán y los países vecinos han aumentado. La República Islámica de Irán, en sus relaciones con los países recientemente establecidos de Asia Central y del Cáucaso, también enfatizó la necesidad de estabilidad en lesta región y dentro de los países de la región, y desempeñó el papel de mediador para resolver disputas entre los países de la región, la mediación en le caso de la disputa territorial entre Armenia y Azerbaiyán en la región Nagorno-Karabaj es un ejemplo de esta postura.

El Gobierno inició el proceso de normalización de las relaciones con Europa. Los funcionarios europeos han viajado a Teherán varias veces. La característica principal de las relaciones entre la República Islámica de Irán y la Unión Europea en este período fue "Conversaciones críticas". Seyed Yalal Dehghani Firuzabadi anunció que el diálogo crítico significó rechazar la política de amenaza y sanción de Washington hacia Teherán. De hecho, Europa, a diferencia del país norteño, pidió la resolución de disputas a través de un diálogo crítico en lugar de sanciones y amenazas. El objetivo principal de Irán de estas conversaciones era enfrentar las amenazas y sanciones de Estados Unidos mediante el equilibrio. Los países europeos también se opusieron a la Ley D'Amato,, aprobada por el Congreso estadounidense, que prohibió la inversión de más de $ 20 millones en la industria de petróleo y gas de Irán. El Reino Unido y Francia han declarado que ningún país tiene derecho a decirle a las empresas de otros países qué hacer con terceros países. El entonces ministro alemán de Relaciones Exteriores, Klaus Kinkel, amenazó a Estados Unidos con la guerra comercial  y dijo que la política de aislamiento de Irán era ineficaz. A pesar de la oposición de los europeos a las medidas estadounidenses contra Irán, Washington se siguen haciéndolo e incluso pudo convencer  a los europeos a seguirle.  

Con el final de la guerra de Irak contra Irán, el Gobierno estadounidense anunció mediante un país tercer país su voluntad de negociar con Irán. Uno de los objetivos más importantes de Washington de acercarse  a Irán fue la liberación de rehenes norteamericanos en El Líbano e incluso el presidente Jimmy Carter, en una carta dirigida a Hashemi Rafsanyani, el entonces presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles) que pidió la liberación de rehenes en El Líbano y la renovación de relaciones. A pesar del hecho de que la República Islámica contribuyó a la liberación de los rehenes, el Gobierno de Estados Unidos no cumplió ninguna demanda de Irán, incluida terminar la confiscación de sus bienes.

La República Islámica de siguió las resoluciones de la ONU en la guerra de Estados Unidos contra Irak, pero el Gobierno de George Herbert Walker Bush (Bush, Padre), quien en el momento de la guerra de Estados Unidos contra Irak hablaba sobre la necesidad de la participación de Irán en las acusaciones regionales, al final de la guerra, no consideró al país persa en estos intercambios regionales . Estos patrones del comportamiento de los Estados Unidos han provocado la dominación de un clima de desconfianza sobre las relaciones entre Washington y Teherán, e Irán consideró eliminar la confiscación de bienes y activos iraníes, como la condición de negociar con EE.UU. y mutuamente Estados Unidos condicionó normalizar sus relaciones con Irán del cambio del comportamiento de Irán respecto a las actividades nucleares, la paz en Oriente Medio, el terrorismo y los derechos humanos.

 

Con el inicio de la presidencia de Bill Clinton en los Estados Unidos, las relaciones con Irán entraron en una nueva etapa porque Clinton estaba bajo la influencia de un lobby judío en los Estados Unidos y apoyó firmemente a Israel. En consecuencia, Clinton adoptó una política de sanciones y amenazas para cambiar a Irán. El Gobierno de Clinton adoptó una política dual de frenar a Irán e Irak. Esta política fue dirigida más hacia Irán que hacia Irak, porque Irak se debilitó gravemente después de la primera y la segunda batalla del Golfo Pérsico. El Gobierno de Clinton prohibió a las compañías estadounidenses invertir en Irán, así como comprar petróleo iraní. En octubre de 1995, el Congreso de los Estados Unidos asignó $ 18 millones para derrocar a la República Islámica de Irán. En 1996, Clinton impuso Ley D'Amato contra Irán y Libia, que, según la ley, fueron castigadas las compañías no estadounidenses si estuvieran invirtiendo en el sector de petróleo y gas de Irán y Libia. La República Islámica de Irán describió estas acciones como hostiles e intervencionistas. En general, durante el mandato de Bill Clinton, que incluyó el segundo mandato de la presidencia de Hashemi Rafsanyani, se intensificó el proceso de hostilidad de Estados Unidos hacia la República Islámica de Irán

 

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