Jul 18, 2019 07:49 UTC

ParsToday - Con motivo del 40.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, hemos estudiado en unos programas el proceso de la política exterior iraní durante estas últimas cuatro décadas. En el último programa de esta serie, veremos las estrategias de la política exterior de la República Islámica de Irán entrando en su cincuenta años de existencia.

En la segunda década del siglo XXI, la región de Asia Occidental es testigo de conflictos, disputas, violencias y guerras más que cualquier otra cosa. Mohamad Reza Dehshiri, un profesor universitario dice al respecto: "La región del oeste de Asia es testigo de tres tipos de violencia; estructural, discursiva e ideológica. La violencia estructural que rompe y distorsiona las preferencias; la violencia discursiva, que rechaza un estilo o una escuela de pensamiento por parte de otra, y es una fuente de violencia; y la violencia ideológica que resulta de la falta de madurez en la reflexión religiosa, donde la expresión de  una visión puramente ideológica y monopolística de la religión conlleva a la amenaza de la seguridad existencial en Oriente Medio. El uso instrumental del terrorismo también ha llevado a la propagación de la inseguridad en Asia Occidental. Así considerando esta situación, esta zona se ha convertido en un "ciclo de producción de inseguridad".

La pluralidad de actores locales de crear caos (rebeldes), junto con la creciente vulnerabilidad de los gobiernos y los esfuerzos de grupos terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) para crear un tren de violencia en la seguridad y el orden regional, el aumento del papel de los nuevos actores (jugadores emergentes), subgrupos, como las etnias, los opositores de Siria e Irak, junto con la debilidad del gobierno, que aumentó las inclinaciones separatistas étnicas, así como las brechas de identidad, sectarismo, etnicidad y echar leña al fuego a las divisiones religiosas han llevado a Asia Occidental a convertirse en una región política con un alto potencial de tensión y hostilidad.

Las políticas de poder transnacionales son otro factor en la propagación de la violencia y la inseguridad en Asia Occidental. Las potencias transregionales están pidiendo que la región emerja de la crisis, dan bienvenida a las guerras desequilibradas y asimétricas y las batallas de baja intensidad para complicar los conflictos y las crisis regionales. Estados Unidos se está moviendo hacia la continuación de la crisis, los conflictos y las tensiones en la región para involucrar a los países del eje de Resistencia. Mientras tanto, estos poderes están tratando de abstenerse de involucrarse demasiado de tal manera que desperdicien sus recursos y equipos en la región.

En tal situación, la República Islámica de Irán, durante la última década, además de repudiar enérgicamente la intervención extranjera en la región de Asia Occidental, ha utilizado la orden de seguridad con "base popular" para enfrentar el ciclo de inseguridad de Oriente Medio. Mientras según la seguridad con "base en régimen", el patrón de comportamiento de los poseedores de poder y las élites políticas ha llevado a la creación de inseguridad y violencia en Asia Occidental, la seguridad "según la gente (popular)", con la característica de "crecimiento endógeno" y no depender de los poderes extranjeros, se mueve para estabilizar, asegurar y detener el ciclo de inseguridad en Asia Occidental. El analista en asuntos de oeste de Asia, Saedollah Zarei, dijo: "La teoría de la seguridad con base popular no busca involucrarse en un conflicto, sin embargo según  esta teoría, la gente piensa que aún están activos los invasores  y ocupadores y otras naciones derraman  la sangre por parte de los colonialistas".

 

El patrón de seguridad con base popular en Siria jugó un papel importante en derrotar a los grupos terroristas, preservando su integridad territorial y evitó  cambiar el régimen político sirio. Este patrón en Irak también ha llevado al fracaso al terrorismo de Daesh y sus sueños de crear un califato islámico.

La República Islámica de Irán ha desempeñado el papel de guiador en la configuración de la seguridad con base popular y, de hecho, esta orden es una  iniciativa de la República Islámica de Irán. El Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) es un modelo prominente de esta orden, que se ha extendido en la región de Oriente Medio durante la última década. Las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashd Al-Shabi), el movimiento popular yemení Ansarolá y los grupos populares en Siria se encuentran entre otros modelos de orden con "base popular".

 

La República Islámica de Irán también aprovechará este patrón con "base popular" en la quinta década de la Revolución Islámica, ya que este modelo, frustró los planes de los insurgentes como Daesh y también proporcionó el terreno para el fracaso de la intervención extranjera, un ejemplo de estos fracasos podemos mencionar la decisión de Donald Trump de retirar las tropas estadounidenses de Siria. En la última década, la función de seguridad del Eje de Resistencia con base popular, resultó en el aumento de su peso político en la región, como ejemplo podemos mencionar la victoria de la Coalición de la Resistencia en las elecciones parlamentarias de mayo de 2018 en El Líbano, la victoria de Al-Fatah en las elecciones parlamentarias iraquíes y la entrada de Ansarolá al contexto de la política y poder en Yemen.  Se puede decir que esta situación continuará durante la próxima década de la Revolución Islámica de Irán y la tercera década del siglo XXI.

 

La continúa resistencia ante la arrogancia global

Han transcurrido cuatro décadas desde el nacimiento de la Revolución Islámica. En los últimos cuarenta años, la arrogancia liderada por Estados Unidos no ha ejercido ninguna presión sobre la República Islámica de Irán. La guerra directa e indirecta, el intento de golpe de Estado, el apoyo a los grupos terroristas y militantes, y la movilización de estos grupos contra la República Islámica de Irán, y en particular la imposición de sanciones globales e inteligentes, son ejemplos de la enemistad liderada por Estados Unidos contra la Revolución Islámica de Irán. Durante las últimas cuatro décadas, EE.UU. ha emitido 21 decretos presidenciales y 14 leyes de sanciones del Congreso contra Irán. Sin embargo, con todas estas acciones, el país persa no solo no se rindió, sino que no abandonó su independencia, además al adoptar una estrategia de resistencia, demostró que no cambiaría su independencia sin ninguna concesión.

 

El profesor de la Universidad de Londres, el Dr. Ali Ramezan al-Usi,  en una entrevista con la Agencia de Noticias Fars con motivo del 40 aniversario de la Revolución Islámica, dijo “Si las sanciones impuestas durante los últimos 40 años contra la República Islámica de Irán hubieran impulsado contra otro país u otra revolución,  ese país o revolución se habría derrumbado. Irán de hoy, después de 40 años, está confinado en  sus fuerzas domésticas (internas) y desempeña un papel decisivo en la región. Irán de hoy se ha convertido en un ejemplo para que otros países enfrenten y resistan ante la arrogancia global”.

 

De hecho, las hostilidades de la arrogancia mundial, que se enfrentó con la resistencia de la República Islámica, fortaleció la independencia de Irán y también frustró las operaciones militares contra Irán, ya que la República Islámica, en algunas ocasiones, para demostrar su buena voluntad, eligió la resolución del negocio como el acuerdo nuclear suscrito por Teherán y el Grupo 5+1. Sin embargo, aunque la República Islámica, de acuerdo con los 14 informes del director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) y el informe de enero de 2019 de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, está comprometido con el pacto nuclear, Donald Trump abandonó el 8 de mayo de 2018 el citado acuerdo, acción que revela el incumplimiento de EE.UU. en el sistema internacional, especialmente contra la República Islámica de Irán.

La estrategia de la resistencia ante las hostilidades y el poder de la República Islámica de Irán en el sistema internacional han llevado a muchos países e individuos a creer que la estrategia estadounidense para derrocar a la República Islámica ha fracasado. El exministro de Asuntos Exteriores y el último embajador de Shah de Irán en Estados Unidos, Ardeshir Zahedi en una entrevista sostenida con la agencia  Russia Today  con motivo del 40 aniversario de la Revolución, enfatizó que" la idea de derrocar a Irán es muy ficticia".

Teniendo en cuenta la efectividad del patrón de resistencia ante las hostilidades estadounidenses, este patrón también se utilizará en la quinta década de la vida de la Revolución Islámica. Mientras tanto, Irán continuará interactuando con otras naciones y potencias mundiales en la quinta década de la Revolución Islámica y la tercera década del siglo XXI.

Al final de este programa, agradecemos a todos ustedes, queridos usuarios, que han seguido la política exterior de la República Islámica de Irán durante las últimas cuatro décadas en estos 20 programas.

A/FSH/RH

 

 

 

 

 

Tags