Jun 27, 2019 08:05 UTC

ParsToday - Con motivo del 40.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, hemos estudiado en unos programas el proceso de la política exterior iraní durante estas últimas cuatro décadas. En este capítulo, examinaremos brevemente la estrategia de la guerra subsidiaria de Estados Unidos contra la República Islámica de Irán.

Impulsar guerras subsidiarias y buscar secesión de países aliados de Irán

 

Otro ejemplo de la hostilidad estadounidense hacia la República Islámica de Irán es impulsar las guerras subsidiarias. La guerra subsidiaria o guerra proxy es un tipo de conflicto que se produce cuando dos o más potencias utilizan a terceros como sustitutos, en vez de enfrentarse directamente. En muchos casos, debido a los muchos costos políticos, económicos y humanos que derivan de la guerra, un país decide intervenir sin involucrarse directamente en una guerra al ingresar a otro país en un conflicto o a través de algunos grupos sub-nacionales, apoyando a estos países y grupos, sobre todo apoyo político y propagandístico, Los teóricos argumentan que, en una guerra subsidiarias, los gobiernos persiguen sus objetivos estratégicos sin usar sus soldados, recursos y finanzas.

EE.UU., después de las guerras costosas durante el mandato de George W. Bush, aparentemente decidieron seguir una política de no injerencia en los asuntos del Oriente Medio, pero aún la intervención militar y la creación de una guerra contra o dentro de los países estaba en su agenda en otra forma. En esta nueva forma, EE.UU. no entra directamente en la guerra contra un país, pero los aliados de Washington participan en una guerra contra un país como su sustituto o provocan una guerra civil dentro de este país, apoyando a los grupos que están alineados con ellos.

 

En esta forma de guerra, actores nacionales como Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) u otros actores sub-nacionalistas -como algunos grupos terroristas, lo que se denominan como "buenos terroristas" por parte de EE.UU.- entran en una guerra como sustituto de Washington contra o dentro de un país que se opone a la reconciliación con Washington. Lo que ahora se considera como un conflicto militar en el Oriente Medio es el ejemplo de la guerra subsidiaria impulsada por Estados Unidos en la región por parte de actores nacionales y sub-nacionales contra Irán y en el territorio de países como Siria e Irak, que califican como los aliados de la República Islámica de Irán.

 

Hasan Shokripur, el analista persa de temas estratégicos, señala que el aumento de la capacidad disuasiva de Irán, el desarrollo de la influencia y la autoridad del país persa en la región, el creciente papel de Irán en liderar y guiar el despertar islámico de la región junto con la incapacidad de Washington para utilizar medios militares contra Teherán, resultó que la Casa Blanca, a través de sus aliados regionales y los corrientes takfiríes, diseñe y libere una guerra subsidiaria  contra el discurso de la Resistencia y la República Islámica de Irán.

 

Para librar esta guerra y motivar a los actores sustitutos, EE.UU. necesitaba desarrollar el campo y la base necesaria para que los grupos y gobiernos de la región, en su lugar, entren en la guerra contra el la frente de Resistencia y, por otro lado, contra Irán. Impulsar la iranofobia, la media luna chií, la energía nuclear, la intervención de Irán en los asuntos de los vecinos, la amenaza de la paz mundial y la paz regional, la amenaza del poder militar iraní, especialmente el creciente poder de misiles, apoyo al frente de resistencia , representando como el apoyo al terrorismo e inducir a países de región que Irán busca un el dominio gradual de Irán sobre los gobiernos regionales, figuran entre los temas utilizados por los Estados Unidos para crear tensiones y conflictos.

 

Según estas afirmaciones, la guerra proxy de los Estados Unidos se basaba en dos pilares principales: el primer pilar, la corriente takfirí con las características de la ignorancia y maldad, que el símbolo más importante es el grupo terrorista de EIIL (Daesh, en árabe). El segundo pilar es usar los países de la región, cuyo símbolo más importante es Arabia Saudí, y sus aliados estratégicos, incluidos los Emiratos Árabes Unidos, Baréin... y también el régimen sionista como el aliado más importante de EE.UU. en el Oriente Medio.

La guerra contra Siria, la guerra en Yemen, la guerra contra Irak y provocar enfrentamientos en las fronteras de Irán son ejemplos de guerra subsidiaria  a nivel regional para frenar el discurso de la Resistencia y debilitar el poder y la autoridad de la República Islámica de Irán. Uno de los objetivos principales de estas guerras es disolver los estados miembros de la frente de la Resistencia y la formación de países pequeños, un objeto claramente en línea con los intereses del régimen sionista y EE.UU.

EE.UU. y sus aliados occidentales, utilizando el patrón de formación de los pequeños países árabes, especialmente en la década de 1970, están tratando de emular este patrón en la región del Oriente Medio, especialmente en los países que están en el centro de la frente de la resistencia, como Siria e Irak, así como en Yemen. Lanzar este patrón, se sigue a través  de dividir y disolver  los países o mediante el establecimiento de un sistema federal.

 

Durante los últimos ocho años, se ha realizado un gran esfuerzo para derrocar al régimen sirio y desintegrarlo. Mientras tanto, se ha intentado mucho para desintegrar a Irak por EIIL o mediante el referéndum sobre la separación del Kurdistán de Irak y en Yemen el plan para desmantelar el país está siendo perseguido por la guerra saudí. Si en cada uno de estos países el plan de desintegrar no llega a su fin, lo que, por supuesto, no ha tenido éxito en Siria e Irak, el plan de la federalización del sistema de estos países se llevará a cabo mediante el establecimiento de entidades autónomas independientes, a fin de crear el terreno para su desintegración en el futuro o al menos  como una amenaza a la soberanía de estos países.

Al final de estos cuatro programas, en los que estudiamos los ejemplos de hostilidad estadounidense hacia la República Islámica de Irán durante estas últimas cuatro décadas de la Revolución Islámica, es importante señalar que el propósito principal de los Estados Unidos en adoptar estrategias antiraníes, es derrocar o debilitar al gobierno de Irán. Ya que desde la victoria de la Revolución Islámica no solo Washington ha sido expulsado de Irán y su mano ha sido eliminada desde el país persa, sino  las políticas de Teherán han socavado la posición de EE.UU. en la región de Asia occidental, de modo que, como consecuencia del reciente despertar islámico en el mundo árabe, observamos que EE.UU. junto con todos sus aliados fue fracasado en derrotar al gobierno sirio y Donald Trump obligó a anunciar en el diciembre de 2018 la retirada de las tropas estadounidenses de Siria.

 

En mayo de 2018, el gobierno de EE.UU. saliendo del pacto nuclear con Irán y la reimposición de las sanciones contra la República Islámica de Irán en dos etapas, no solo continuará sus hostilidades contra el Irán islámico, sino que también intensificará estas hostilidades. En su nueva ronda de esfuerzos antiraníes, EE.UU. está tratando de ejercer presión económica, psicológica y práctica sobre la nació iraní, con el fin de promover el terreno para los levantamientos populares dentro de Irán y el derrocamiento de la República Islámica de Irán. El ayatolá Jamenei a este respecto dijo: "También conocemos el plan del enemigo; entendemos completamente el plan del enemigo, y revelaremos ese plan para la gente; y, por supuesto, nuestra querida gente puede conocer, comprender y sentir muchas cosas. Hoy en día, el plan del enemigo se centraliza en estos tres asuntos: presión económica, presión psicológica y presión práctica. El objetivo de estos tres tipos de presiones del enemigo es dominar nuestro querido país Irán, como que domina a algunos de los países pobres y desafortunados de la región".

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