Ene 15, 2019 14:55 UTC

ParsToday - Con motivo de cumplir 40 años de la victoria de la Revolución Islámica de Irán, en los programas anteriores hemos estudiado el proceso de la política exterior iraní durante estas últimas cuatro décadas. En este capítulo, examina brevemente la política exterior del Irán durante el mandato de noveno y décimo Gobiernos de la República Islámica de Irán.

Principios de política exterior de los noveno y décimo Gobiernos

La República Islámica de Irán adoptó durante 16 años, es decir dos períodos de mandato de Hashemi Rafsanyani y dos períodos de gobierno reformista, una política pragmática, pacífica,  basada en distensión y la coexistencia pacífica, pero la reacción que ha recibido Irán del sistema internacional no fue una respuesta positiva y adecuada. El ambiente internacional altamente dominado por los Estados Unidos, sus aliados europeos y algunas de las instituciones y organizaciones internacionales que el gobierno de los Estados Unidos los controla más de lo normal, no solo no dedicaron tanto espacio para la acción regional e internacional convencional de Irán, sino que siguieron la hostilidad hacia Irán. Por lo tanto, el entorno internacional se ha convertido en un entorno tenso y amenazador para Irán, que también desempeñó un papel en la llegada al mandato de Mahmud Ahmadineyad.

Con la elección de Mahmud Ahmadineyad como el nuevo presidente de Irán, realizó cambios significativos en los principios de la política exterior de Irán. Ahmadineyad, anteriormente como candidato presidencial y después como presidente, subrayó su intención de revivir los principios, ideales y valores de los primeros años después de la victoria de la Revolución en el campo de la política exterior y nacional. Ahmadineyad, al prestar atención a los tres principios de dignidad, sabiduría y conveniencia, dio prioridad al principio de dignidad en la política exterior.

Uno de los principios más importantes de la política exterior de Ahmadineyad fue énfasis en revivir la justicia y la moralidad en los desarrollos del mundo. Durante su campaña electoral en 2005, Ahmadineyad describió su principal lema en la política exterior como dar centralidad a justicia y desarrollo de la la justicia. Después de ganar las elecciones presidenciales, Ahmadineyad también colocó a la justicia como eje central de su política exterior. El ministro de entonces de Relaciones Exteriores Manuchehr Motaki dijo: "La política exterior del noveno gobierno, es fortalecer el discurso basado en la justicia, la aceptación del derecho de las naciones a desempeñar su papel en la creación de un nuevo sistema global basada en justicia". La negación del sistema de dominación, el énfasis en el sistema internacional libre de la dominación de las grandes potencias y el rechazo de la agresión, los crímenes y la opresión de las grandes potencias de los noveno y décimo gobiernos es por la justicia que buscaba en el campo de la política exterior.

 

Bondad, con la mira al Este y al Sur

El principio de bondad fue uno de los principios básicos de la política exterior de los noveno y décimo gobiernos. Ahmadineyad creía que: "Según las creencias islámicas, amamos a toda la humanidad, pensamos que todos los seres humanos deben quererse entre sí para que el mundo pueda ver la paz y la amistad".

Entonces, el Gobierno de Ahmadineyad eligió tener en su mira Este en la política exterior y planteó el desarrollo de las relaciones con los países del Este, especialmente Rusia y China. En los gobiernos anteriores de Irán, la mayoría de ellos miraban al Occidente, pero el Gobierno de Ahmadineyad creía que tener en la mira el Este, se provocará un equilibrio entre el Oriente y el Occidente.

El gobierno de Ahmadineyad también tomó la política exterior hacia el Sur y desarrolló relaciones con los países del Sur. La política de mirar hacia el Sur se tomó para enfrentar la dominación del Norte. Los países africanos y latinoamericanos, figuraban entre los países del Sur.

A juicio de Ahmadineyad la política exterior debería conducir a un desarrollo integral del país. A este respecto dijo: "En el campo de la gestión de la política exterior, no debemos limitarse en las apariencias de las cosas, es decir no debemos solamente reunirse, charlar, reír, tomar fotos, expresar las palabras estereotipadas, sino que estos debería conducir a un resultado práctico".

 

La política exterior agresiva hacia Occidente e Israel

Los noveno y décimo gobiernos creían que, en lugar de jugar en nuestro propio terreno, tendríamos que jugar en el terreno de nuestro rival, porque el juego defensivo en el mejor caso,  provocará de no recibir gol, pero el juego en el terreno del rival también puede causar un gol. Este enfoque se aplicó tanto a la cuestión nuclear como el en caso del régimen sionista. Ahmadineyad negó el régimen israelí y el tema del Holocausto. Amir Mohamad Hayi Yusefi, el profesor universitario dijo: "La experiencia del gobierno reformista no fue positiva en la interacción con el Occidente, e Irán, en particular, en las negociaciones nucleares, solo se retiró y no adquirió ningún punto. De hecho, Ahmadineyad adoptó una política de interacción-enfrentamiento. La política interactiva en relación con los países vecinos y los países del Este y del Sur y se puede ver su la política de enfrentamiento en casos como celebrar una conferencia sobre el Holocausto y describir la política de energía nuclear de Irán, como un tren sin frenos".

En su política nuclear, Irán anunció que siguiendo su cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) sobre suspender y detener el enriquecimiento, no negociará en ninguna circunstancia. En esta misma línea, la capacidad de enriquecimiento de Irán aumentó en un 20 %, la cantidad de centrifugadoras aumentó a unas 19,000 y la ciencia nuclear de la República Islámica de Irán aumentó dramáticamente. El desarrollo de la industria nuclear y los reclamos de las potencias occidentales, especialmente EE.UU. sobre situación de los derechos humanos, la capacidad misilística  y políticas regionales del país persa, llevaron la aprobación de siete resoluciones del Consejo de Seguridad contra la República Islámica de Irán durante el mandato de Ahmadineyad e intensificación del enfrentamiento del Occidental con la República Islámica de Irán. De hecho, durante el mandato de Ahmadineyad, las relaciones de Irán con el Occidente vivieron sus peores condiciones, e incluso algunos analistas y funcionarios nacionales y extranjeros pensaban que los dos países habían avanzado al borde de la guerra.

 

Relaciones de Irán con el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico

 

Con la elección de Mahmud Ahmadineyad a la presidencia iraní, los estados del Golfo Pérsico creían que la política exterior de Irán había cambiado respecto a los países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, pero con los viajes de Ahmadineyad y los miembros de su diplomacia a los estados miembros como Arabia Saudí, Kuwait, Catar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), estos países aseguraron que la política de Irán es más propicia para establecer relaciones amistosas con los países de la región. En este sentido, en diciembre de 2007, Ahmadineyad, junto con la delegación, por primera vez desde la fundación del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, hace 27 años, participó en la Cumbre de Doha como observador. Amir Mohamad Hayi Yusefi al respecto afirma: "La política exterior de Ahmadineyad, al menos en su primer mandato como presidente, estaba en el marco de obtener más confianza en la región, especialmente en el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico"

A pesar de eso, los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, continúan repitiendo sus posiciones sobre las tres islas, y en el caso nuclear también acusaron a Irán de intentar obtener la bomba nuclear, afirmando que las acciones de Irán a este respecto causa la militarización de la región. El inicio de la ola de Despertar Islámico en el mundo árabe en 2011 intensificó esta rivalidad negativa entre Irán y el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, ya que el despertar islámico se convirtió en la escena de enfrentamiento de frente de la resistencia encabezad por Irán, con el eje conservador liderado por Arabia Saudí. La República Islámica de Irán hizo hincapié en el derecho a autodeterminación de las naciones árabes, pero los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico, excepto de Catar, exigieron la supervivencia del sistema de la monarquía en el mundo árabe.

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