El nuevo cine persa (27)
ParsToday-Comenzamos otro programa más de la serie titulada “El nuevo cine persa”. Hoy abordaremos el cine documental y su origen.
El relato y todo lo que ocurre en las películas documentales no es ficción, sino que la realidad se representa tal y como es. Los acontecimientos, actividades, personajes y los lugares, todo es verdad. El término documental, por primera vez fue empleado en 1926 por el documentalista británico John Grierson y, más tarde, se definió este término como la forma de enfrentar la realidad de forma creativa. Finalmente, en 1984, la Unión Mundial del Cine Documental aprobó este término. Los documentales incluyen una gama de obras propagandísticas educativas, en este sentido, se pueden clasificar los documentales en sociales, históricos y políticos. Las primeras películas de la historia del cine fueron en realidad documentales. Los hermanos Lumiere, para empezar, produjeron una serie de documentales sobre la vida cotidiana del pueblo.
Asimismo, en Estados Unidos, Thomas Edison y sus colegas hicieron documentales del lugar donde trabajaban. En otros países, la industria del cine comenzó, igualmente, produciendo documentales. El cine documental que hoy día conocemos, se inició en 1922 con un largometraje cinematográfico llamado Nanook of the North (Nanuk, el esquimal) dirigido por Robert Flaherty, el cual relata la vida de los esquimales que habitaban en Canadá. El éxito de este largometraje, que costó muy poco, hizo desarrollar la industria del cine en Estados Unidos. En la misma línea, Flaherty dirigió también la película titulada Moana, un documental poético sobre los nativos de Samoa, un archipiélago del Pacífico. No hay que olvidar que los cambios sociales, como las revoluciones y las guerras, han influido bastante en el cine documental en todas partes del mundo, y muchos de los valiosos documentos que hoy existen sobre los acontecimientos del siglo XX son películas documentales. El cine documental comenzó en Irán en el año 1279 de la hégira solar (1900). Ibrahim Khan Akas-Bashi rodó el primer documental iraní sobre el día que el shah persa Mozafar al-din Shah visitó el Festival de las Flores en Bélgica. Más tarde, hizo más documentales tanto sobre el rey Qayar como sobre los rituales de Moharam, el mes árabe en el cual fue martirizado el nieto del gran Profeta del Islam (P), el palacio de Dushan Tabeh, el mercado persa y también los monumentos históricos. Otro cineasta persa, Rusi Khan, hizo un rodaje en 1327 de la hégira lunar (1909) sobre un ritual religioso. Además, Khan Baba Motazedi, tras varias experiencias en el extranjero, regresó a Irán y realizó varias películas sobre los jardines del país y la vida de los reyes. Los primeros documentales en Irán incluyen temas históricos, tribales, poéticos, propagandísticos, educativos, de reportaje, de diversión y acontecimientos. Hay que tener en cuenta que cuando el cine llegó a Irán solo se documentaba la vida de los reyes de la dinastía Qayar. Pero, a finales de la década 1330 de la hégira solar (década de 1950), se estrenaron en el cine documentales y reportajes de profesionales del séptimo arte y, poco a poco, el cine comienza a tener un adelanto en Irán y llama mucho la atención en los festivales mundiales. Sin embargo, este avance no duró mucho y, el trabajo de los cineastas persas se ve limitado debido a las presiones del antiguo régimen de Irán. En esa época, solo los largometrajes en los cuales se elogiaba la figura del shah y el régimen de aquel entonces lograban el permiso para su estreno. El experto e historiador de cine Yamal Omid escribe en su libro "La historia del cine iraní":
"Si revisamos los documentales de la década de los 40 de la hégira solar (década 60 cristiana) se revelan muchas realidades amargas. Puesto que los directores no eran libres de elegir el contenido o el tema de sus documentales. Tras el levantamiento del 15 de Jordad de 1342 de la hégira solar (1963), del pueblo contra el régimen de Pahlavi, las autoridades del cine impedían rigorosamente la libertad y, por eso, los directores se inclinaron hacia los reportajes. El año 1357 de la hégira solar (1979) es un lapso muy importante en la historia contemporánea de Irán, etapa en la cual se dieron lugar las luchas del pueblo y el triunfó de la Revolución Islámica. Ese año, el cine iraní dio un cambio serio, tanto desde el punto de vista estructural como del contenido. Los cineastas Parviz Nabawi, Masoud Yafarie Yozani, Asqare Yozani, Mohamad Ali Nayafi y Hossein Torabi, entre otros, rodaron y filmaron momentos de la revolución y de la movilización popular de Irán. Aunque en aquella época, la tecnología no era tan avanzada, se han proyectado y archivado más de cincuenta horas de películas de 8 y 16 milímetros sobre los días de la revolución, las cuales ahora son documentos valiosos e históricos
Dos documentales llamados, "Para la libertad", dirigido por Hossein Torabi y, "Hacia la libertad", dirigido en colaboración por Masoud Yafarie Yozani y Mayid Yafari, demuestran el esfuerzo de estos cineastas para presentar la verdadera imagen de la revolución y el proceso de la victoria. En los primeros años de la revolución se proyectaban y se estrenaban películas que trataban temas sociales, de bienestar y de sentimientos antimperialistas, reportajes sobre las cárceles del Organismo de Seguridad del régimen de Pahlavi (SAVAK) en los cuales se entrevistaban a los revolucionarios. Filmes con contenido social como "El niño y la explotación" y "Los hombres pequeños", son algunas de las obras dirigidas por Mohamad Reza Aslani, las cuales enfocan las conductas sociales y proyectan una imagen del pasado a través de los niños.
En la segunda parte del programa de hoy tambien revisaremos el cine documental de Irán en los años posteriores a la Revolución Islámica.
Había pasado un año y medio del triunfo de la Revolución Islámica, ocurrido en febrero de 1979, y todos los aspectos, incluso el cultural, estaban modificándose y reconstruyéndose en un nuevo contexto.
Los cineastas experimentaban nuevos temas y los documentalistas registraban incesantemente todos los nuevos acontecimientos, así como también representaban la situación social antes de la revolución.
El 31 de Sharivar de 1359 de la hégira solar (1980), el régimen baasista de Irak, apoyado por Estados Unidos y otros Gobiernos occidentales, invadió ampliamente las fronteras del suroeste y el oeste de Irán. Una guerra que duró 8 años y todos los poderes occidentales, apoyando al difunto ex presidente de Irak, Saddam Hussein, intervinieron para dominar al pueblo iraní. Sin embargo, el sueño de los enemigos de Irán nunca se hizo realidad y, los valientes hombres y mujeres persas resistieron ante ellos y protegieron a su patria y sus creencias religiosas.
Unos meses después de que comenzó la guerra, el cine iraní entró en el escenario con la realización de largometrajes sobre la Defensa Sagrada del pueblo iraní. Sin duda alguna, uno de los puntos fuertes del cine iraní, durante las últimas tres décadas, son las obras que se concentran sobre la Defensa Sagrada, de hecho, algunos de los mejores cineastas contemporáneos se dedicaron a este tema.
Desde los primeros días de la guerra, los documentalistas recopilaron los acontecimientos en diferentes regiones y ciudades fronterizas de Irán y crearon obras imborables. Si bien dichas obras son documentales se basan en informes registrados entre la gente corriente y carecen de características de una obra documental, no pierden su elevado valor histórico.
Los fotógrafos eran enviados en grupos al frente de batalla de la guerra impuesta para grabar los acontecimientos. Ellos en grupos o de manera individual iban a las regiones occidentales y sureñas de Irán y registraban los sucesos. También hacían fotos de las ciudades y aldeas damnificadas por la guerra y grababan la vida cotidiana en dichas regiones.
Uno de los fotógrafos persas, Saeid Sadequi, quien desde el primer día de la guerra se dedicó a hacer fotos dice: "Los fotógrafos grababan en malas condiciones con sus pequeñas cámaras lo que se vivía en la guerra. Las fotos de aquel entonces reflejan los más pequeños detalles y nos hacen pensar en la historia. Las imágenes representan el sufrimiento del pueblo iraní para proteger la revolución".
A medida que continuaba y se intensificaba la guerra de Sadam contra Irán, los cineastas y, particularmente, los documentalistas, abordaron el tema de la guerra y se concentraron en el desarrollo de esos hechos. Los largometrajes de Mahmud Bahadori, titulados: "Joramshar, ciudad de sangre" y "La ciudad de amor" son las primeras obras que se estrenaron en el primer Festival del Cine de Fajr en 1361 de la hégira solar (1982), y tuvieron buenos elogios. También Mohamad Reza Eslam-lu, en su obra llamada "Abadan, ciudad oprimida", uno de los documentales grabados a principios de la guerra, se basa principalmente en las víctimas de la ofensiva.
"El puente de libertad", un largometraje de dos horas es, sin duda alguna, uno de los documentos cinematográficos e históricos más importantes en el escenario de la revolución de la Defensa Sagrada. Esta obra fue dirigida por Mehdi Madani en 1361 de la hégira solar (1982).
Seyed Morteza Awini fue uno de los más destacados documentalistas que en los primeros años de la guerra dirigió la serie "Conquista de sangre", la cual se convirtió en un modelo para los documentalistas más jóvenes. Awini, que también produjo una obra llamada "La realidad", manifestó que cada proyecto nace (o se crea) de la obra anterior. Según Awini: "La obra "Conquista de sangre", representa la batalla antes de que cayera la ciudad de Joramshar. Pero, no pasó ni una semana cuando Joramshar cae y nosotros para averiguar la verdad viajamos a la ciudad de Abadan que estaba rodeada por los enemigos. La obra "La realidad", en 11 capítulos es el resultado de nuestra investigación que relata los acontecimientos de los dos primeros años de la guerra en las ciudades de Abadan, Susanguerd y Dezful", rememoró Awini.
Hacer documentales no era exclusivo de algunos directores, sino que diferentes grupos trabajan en este ámbito. El grupo Chehel Shaed, estaba formado por alumnos interesados en hacer películas en la ciudad de Ahwaz y que en 1361 de la hégira solar (1982) estuvieron al frente de batalla con sus propias cámaras Súper-8. El grupo incluía 40 miembros, por eso, era conocido como El grupo Chehel Shaed (Cuarenta testigos), ocho de ellos perdieron la vida cuando estaban haciendo una grabación. Los documentales de esta época tales como "La libertad de Joramshar" son el resultado de este grupo.
Asimismo, otros grupos cinematográficos como el llamado Shahedane Isar (Los testigos del sacrifico) y Rawaiate Fath (El relato de la victoria) dirigieron diversas series televisivas durante los años de la guerra impuesta y recopilaron en valiosas obras los muchos momentos de la Defesa Sagrada.
Otras obras destacas de dicha época son "Halabche" dirigida por MohamadReza Honarmand, "Vivir en las alturas" de Azizolah Hamid-neyad, así como "La vuelta" y "Hamun hasta Hur al-Aziz" dos documentales dirigidos por Mohamad Tahami-neyad. Estas obras tratan sobre los damnificados de la guerra y la vuelta de los cautivos iraníes a casa.
Documentalistas, tales como Ebrahim Hatami Kia, Ahmad Reza Darwish y Rasul Mola-qoli-pour, también realizaron profesionales documentales sobre la Defensa Sagrada.