Jul 08, 2019 07:48 UTC

ParsToday-Saludos a todos ustedes estimados oyentes, estamos de nuevo con otro programa más de “El nuevo cine persa” en el que presentamos un nuevo tema. La proyección de películas iraníes fuera del país en las comunidades internacionales es uno de los asuntos importantes que ha provocado muchos debates y se ha estudiado desde diferentes aspectos.

Y dada su importancia e influencia en la producción de las películas nacionales, analizaremos, dentro de los próximos programas, el cine iraní en el escenario mundial, junto con las películas que se han estrenado fuera del país. Les invitamos a que nos acompañen en este programa.

Los festivales de películas son una gran ventaja para el mundo del cine, pues es un escenario donde se intercambian las ideas y las culturas, además, allí se  estrenan películas que nunca se han emitido al público en general. A principios del siglo XX, los primeros fundadores y realizadores de festivales consideraban que estos eventos no solo eran un lugar para ver películas, sino una oportunidad para apreciar el cine nacional y permitir el diálogo entre artistas de diferentes países.

Sin embargo, en paralelo con los cambios de las películas y los motivos mismos de su producción, en el mundo cinematográfico, la mayoría de los festivales del cine ha innovado nuevos objetivos en sus programas y ahora consideran el apoyo a diferentes tipos de cine, aprecio de las películas como un arte, atención al cine de los países en vías de desarrollo, el descubrimiento de nuevos talentos y la preparación de un adecuado terreno para propagar diferentes puntos de vistas del nuevo cine.

Por otra parte, si en los festivales se estrenaban anteriormente una serie de las películas elegidas que tenían también muchos interlocutores, hoy en día, los festivales tienen sus propios interlocutores que son profesionales de esta industria.

Actualmente, el más destacado logro de los festivales es el descubrimiento de cineastas que revelan nuevos horizontes y perspectivas del cine. Muchos de los cineastas ya conocidos a nivel mundial de diferentes países del mundo deben su fama a estos festivales. Cineastas como Lars von Trier, los hermanos Coen, Quentin Tarantino, Abbas Kia-Rostami y muchos otros más, sin haber participado en estos festivales, quizás nunca se habrían hecho conocidos y sus obras tampoco se habrían visto.

Para la fama de un cineasta, aparte de sus propias artes y técnicas, también hay que considerar el papel de los promotores de los festivales. Los festivales pueden clasificarse temáticamente e, incluso, algunos se basan en el negocio del cine y el patrocinio de las películas y las estrellas del cine, otros se clasifican según sus interlocutores y, ciertos festivales buscan objetivos culturales, estos últimos, aunque están en minorías, cuentan con una independencia relativa y toman en serio el cine.

Quizás, les sorprenda que los festivales, amén de todas sus virtudes también tengan plagas, puesto que ciertos cineastas construyen películas con un contenido ambiguo y con una historia falsa, y, así, presentan una imagen irreal del mundo.

Ahora, echemos un vistazo a la presencia de las películas persas en los festivales internacionales. La primera película iraní apreció hace 55 años en el escenario mundial, en 1337 de la hégira solar (1958) bajo el título de “Un partido en el Infierno”. Este filme se estrenó en el Festival de Cine de Berlín, en la década 40 de la hégira solar (década de los 60). Además, en este periodo, algunos de los documentales persas fueron premiados por primera vez en los círculos internacionales.

Las películas de la nueva ola de las últimas décadas que se estrenaron en festivales, por su tono amargo y ámbito negro, provocaron diferentes críticas, por eso, son conocidas como “el cine de protesta”, ya que, además de favorecer la imagen del productor, suponían un privilegio para el régimen que estaba acusado de censurar y de crear un sofocante ámbito.

El escritor persa y director del cine Dariush Merhryuei tiene récord de presencia en los festivales del cine antes de la revolución de Irán. Películas como “La Vaca” y “El cartero”, entre otros de sus filmes, fueron acogidas muy bien en los festivales internacionales. Este director persa fue galardonado en los años antes de la revolución de Irán en los festivales del cine de Chicago, Londres, Paris, Moscú, Berlín, Rotterdam y el famoso Festival de Cannes.

Pueda ser que la atracción hacia las películas persas en los festivales internacionales sea el interés de los críticos y de los intelectuales extranjeros para conocer más un territorio desconocido llamado Irán, su cultura, la situación social y política a través de las películas persas.

La verdad es que el cine, antes de la revolución de Irán que se presentaba en el extranjero se dividía en dos grupos: uno enseñaba la pobreza cultural y la infelicidad del pueblo y se reía de sus creencias y, el otro grupo elogiaba a los extranjeros.

El cine actual de Irán ha conseguido hasta el momento cerca de 2500 premios internacionales. Mientras que, según estudios estadísticos, los cineastas persas antes de la revolución de Irán recibieron solo 152 premios.

Tras la victoria de la Revolución Islámica de Irán, el cine persa sufrió una pausa y dejó de participar en los festivales internacionales, sin embargo, desde las últimas décadas de 1360 de la hégira solar (1980), los filmes de la nueva ola del cine iraní volvieron a estar presente en los festivales mundiales y consiguieron cientos de premios internacionales. Sin embargo, las cifras solo son una cara de la moneda ya que debatir sobre la calidad y el tipo de las películas es otra. Sobre este asunto hablaremos con más detalle en los próximos programas.

En laprimera parte del programa de hoy dijimos que el cine iraní tras la Revolución Islámica, participó en diferentes festivales internacionales y logró múltiples premios. Este logro se debe, en primer lugar, a la alta calidad de las películas y a los esfuerzos de los organizadores del cine en Irán y, en segundo lugar, a la nueva situación y a los cambios radicales del cine en el país persa.

Sin embargo, como dijimos en el programa anterior, no es toda la historia del cine persa, el cual se puede analizar desde diferentes puntos de vista. Hace 40 años surgió una revolución en Irán, la cual fue atendida y analizada mucho por los medios de comunicación del mundo. Irán es un país rico desde el punto de vista cultural e histórico y tiene una situación estratégica en la región del Oriente Medio. Además, el país persa tiene un fondo religioso, mientras que, anteriormente, la mayoría de las revoluciones que se formaron en otros países tenían un aspecto marxista, por lo cual había cierta curiosidad en todo el mundo por conocer la naturaleza de la revolución de Irán, por tanto, aumentó la atracción hacia cualquier película o artículo escrito al respecto.

La revolución siempre genera cambios, lo cual plantea asuntos, en su mayoría, nuevos para el arte y la literatura y, por ende, se crean obras impresionantes. En este contexto, todos estos factores se unieron y los círculos cinematográficos se focalizaron en el cine iraní tras la Revolución Islámica. Sin embargo, no hay que olvidar que, después de esta revolución, estaba prohibido estrenar películas extranjeras en los cines iraníes, lo cual abrió un ámbito bastante amplio para que los nuevos cineastas y directores persas experimentaran. Por lo tanto, el cine iraní evolucionó y mejoró su calidad.

En los primeros años tras la Revolución islámica, el nuevo cine iraní se dedicó a ensayar nuevas experiencias, pero no provocó la atención de los círculos cinematográficos del mundo, debido a la imagen negativa que presentaban los medios de comunicación occidentales sobre la revolución iraní. Pero, finalmente, el largometraje titulado "El Corredor" dirigido por Amir Naderi, se estrenó fuera del país. La historia de esta obra trata sobre la resistencia y persistencia de un adolescente que intenta sobrevivir y luchar como pocos medios. Esta obra por su buena calidad, fue galardonada con el mejor premio de los tres continentes en 1985 en Francia.

Poco a poco, el cine persa se convirtió en el canal comunicativo más importante entre Irán y algunos países y, muchos años después, todo el mundo conocería a Irán a través de sus películas, las cuales eran resultado del trabajo de nuevos cineastas. Por supuesto, los directores del cine de antes de la revolución también siguieron sus actividades en esta área. El eje de las obras de algunos de ellos fueron los niños y los adolescentes y en los filmes se destacaban los problemas de los niños, la sinceridad y otras características propias de esta etapa. Estas mismas obras hicieron que se forme poco a poco el Festival del cine en Irán. Lo más importante es que los críticos y los expertos occidentales consideraban estas obras como alegóricas (simbólicas) e, intentaban atribuir a los directores tendencias políticas e incluso los presentaban como opositores a la Revolución Islámica de Irán.

Aunque ha pasado mucho tiempo y, ya los occidentales tienen el suficiente conocimiento sobre la situación actual de la comunidad iraní, esta forma de pensamiento no solo no ha desaparecido, sino que persiste, pero de otra manera y ha dejado su sombra sobre las obras iraníes en los escenarios internacionales. La película "La Separación" dirigido por Asghar Farhadi, logró muchos éxitos durante los últimos dos años a nivel mundial.

Esta obra, recibió múltiples premios, entre ellos el Oscar. La película trata sobre una pareja iraní que no está de acuerdo en emigrar y no tienen más remedio que separarse. Aunque la película tiene una estructura sólida y la admiraron de todo el mundo, los occidentales la criticaron. El diario New York Times escribe al respecto: "Una mujer no aguanta más a su marido y busca la justicia, pero parece que el juzgado en Irán no es un buen lugar para plantear los asuntos de parejas". El rotativo a continuación señala: "La Separación presenta una imagen sencilla pero dolorosa de Irán que quizá sea conocida por la audiencia estadounidense".

Es posible que (Uds.) digan que los espectadores son libres de interpretar una obra y que los comentarios al respecto no tienen nada que ver con las tendencias del cine en Irán. Lamentablemente, si revisamos la historia del cine en el país persa, nos revela la hostilidad del Occidente. Pese a todo esto, se intensificaron los estrenos de los cortos y largometrajes iraníes en los festivales internacionales. Estas películas, que mayormente contaban con una estructura igual, débil y repetitiva, recibieron buena acogida en los festivales extranjeros, pero no tuvieron taquilla dentro del país. Esto indica que los directores de tales obras crearon sus obras para conseguir objetivos específicos sin atender a la audiencia nacional.

Más tarde, los directores que únicamente buscaban presentarse en los festivales internacionales tuvieron extraños destinos. También cambió el criterio de las obras prototípicas que conseguían la popularidad en los festivales internacionales. Así, los directores que no podían producir obras, según los nuevos criterios, dejaron esta profesión; otros emigraron, pero al contrario de lo que pensaban no lograron ningún éxito y, algunos otros se volvieron enemigos de su propio pueblo y país y, como ya no tenían ningún lugar en los círculos cinematográficos nacionales e internacionales, se volcaron hacia la política y aprovecharon su fama para realizar actividades políticas.

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