Oct 03, 2019 08:06 UTC

ParsToday - En el nombre de Dios, queridos amigos estamos a su servicio con la primera parte del espacio “Inversión extranjera en Irán desde el punto de vista de la Economía de Resistencia”. En el programa de hoy, les vamos a hablar de los potenciales y las ventajas del país para la inversión extranjera.

Hoy en día, no están ocultos a nadie la importancia y el destacado papel de la inversión en el progreso de los países y la economía global. Tampoco Irán, como un país que se considera una de las más importantes vías de comunicación en Asia Occidental, es una excepción a esta regla.  Sobre todo porque en el marco de la Economía de Resistencia que sigue el país persa, la extroversión y la absorción de la inversión extranjera destacan entre los factores más importantes. 
 
Desde el principio de la Revolución Islámica de 1979, gobiernos totalitarios y arrogantes como el de EE.UU. comenzaron a enemistarse con Irán, especialmente en el sector económico imponiéndole sanciones.
 
Con el incremento de todo tipo de penalizaciones económicas contra Irán en la última década, los planificadores económicos del país consideraron necesario el uso de potenciales y distintas oportunidades de Irán para alcanzar un modelo de resistencia de la economía. En este sentido, el modelo de la “Economía de Resistencia” fue planteado en 2011 por el líder supremo de la Revolución el ayatolá Ali Jamenei, quien promulgó las políticas generales correspondientes el 18 de febrero de 2014 a las instituciones ejecutivas.
 
La Economía de Resistencia busca llevar a la práctica las potencialidades de distintos sectores económicos de Irán. Algunos medios han comentado que la Economía de Resistencia equivale a la austeridad económica, mientras que no es así.  En la austeridad económica, nos enfrentamos con restricción en recursos y capital, por lo que tenemos que recurrir a la racionalización y reducción del consumo. Pero en la Economía de Resistencia no hay limitaciones, pero el mejor uso de los recursos existentes debe realizarse dentro de un plan programado. En la primera, la carga de las dificultades económicas pesan sobre el pueblo, pero en la segunda, la carga de las dificultadas pesan sobre los planificadores y ejecutores del proyecto económico.
 
La Economía de Resistencia es tanto endógena como va orientada al exterior, es decir proviene de su poder interior, pero también toma en cuenta las oportunidades exteriores. En las políticas generales de la Economía de Resistencia en Irán, se nota ocho políticas que están vinculadas al comercio internacional y la extroversión. Ésta significa énfasis especial, particularmente en las oportunidades de exportación y los mercados regionales y extrarregionales. La extroversión apunta a la importancia que concede Irán a la interacción con otros países en el ámbito económico.  Una de las vías de esta interacción es abonar el terreno para la inversión extranjera.
 
Irán cuenta con especiales potencialidades y ventajas para la inversión extranjera, entre ellas su especial ubicación geográfica. Irán, ubicado en el sur de Asia Occidental, conecta el continente viejo a Europa. Es vecino de los mercados en crecimiento del Golfo Pérsico y está cerca de buena parte de Asia para comerciar con la región. Además, disfruta de una posición estratégica en el Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, considerados como dos trascendentales vías fluviales para el transporte internacional del crudo.
 
Irán comparte fronteras terrestres con 7 países y fronteras marítimas con otros 8. La estructura geológica de Irán, en lo que se refiere a recursos mineros, se extiende a los países al este y al norte de la nación persa. Afganistán, al este de Irán, y los países centroasiáticos tales como Tayikistán y Uzbekistán poseen considerables recursos mineros. Pero su punto débil es que no tienen acceso a las aguas libres y carecen de adecuadas infraestructuras como ferrocarril, carreteras, energía y fuerza laboral especializada. Inversiones extranjeras en Irán posibilitarían el acceso a las reservas de los mencionados países, ya que la única vía económica para el acceso de los mismos a las aguas libres para exportar productos mineros son Irán y el Golfo Pérsico. En el Golfo Pérsico, sin contar las islas, Irán tiene 1400 kilómetros de frontera marítima y numerosos puertos, a través de los cuales tiene un acceso relativamente fácil y barato a las aguas libres y los mercados mundiales. Este potencial permite que los productos de las minas e industrias mineras de los países vecinos se ofrezcan a los mercados mundiales con el mínimo costo.
 
Además del acceso de Irán a las aguas libres, la existencia de una enorme red ferroviaria que está conectada a la mayoría de los países vecinos, así como adecuadas carreteras, por un lado, y el apropiado precio de la energía en Irán, por el otro, reducen los costos de la inversión. Por tal razón, se puede decir que Irán se considera la puerta de entrada a los mercados de inversión de las minas en los países de Asia Occidental y Asia Central.   
 
Según las cifras de las organizaciones internacionales, Irán y sus 15 vecinos tenían en 2014 una población de 650 millones de habitantes, lo que significa el 9 % de la población mundial. Además de que los vecinos de Irán cuentan con mercados de decenas de millones de personas, Irán con una población de más de 80 millones de almas, es un país adecuado para todo tipo de inversiones extranjeras. Amén de la considerable población de Irán, la existencia de mano de obra barata y la fuerza laboral especializada y joven destacan entre otras relativas ventajas del país en materia de la fuerza humana.
 
Dicho de otra forma, la existencia de la fuerza laboral y la fuerza especializada barata motiva que aumente la explotación y la productividad derivadas de la inversión. Además de la fuerza laboral barata, el acceso a la energía barata es otra relativa ventaja de Irán para la inversión. Por ejemplo, un repaso al costo de la electricidad por kilovatio/ hora en el mundo demuestra que Irán junto a países como China, La India y Sudáfrica, ha vendido la electricidad más barata en el planeta en 2017. Asimismo, la gasolina más barata del mundo se vende en Venezuela e Irán. Tal como se mencionó, el acceso a toda clase de energías baratas como uno de los instrumentos de la producción, destaca entre las mayores ventajas de la inversión extranjera en Irán, lo que contribuye a que el bien se produzca a un precio más bajo.
 
Irán ocupa la segunda posición en reservas de gas y la cuarta en reservas de petróleo en el mundo. Con el 11 por ciento de reservas probadas de petróleo y con el 18 por ciento de reservas probadas de gas en el mundo, Irán ocupa una situación especial en lo referente a reservas energéticas y, en este sentido, es un buen país donde invertir. Los terrenos de la inversión extranjera en Irán son muy diversos. Amén de los sectores petrolero y gasístico, el país cuenta con múltiples potenciales para la inversión en los campos de industrias mineras y metálicas como aluminio y acero, la vivienda, el urbanismo y la construcción de carreteras, la petroquímica y energías limpias, agricultura, ganado y aves, transporte y todo tipo de turismo, los cuales abordaremos en los próximos programas.
 
 
 
Hasta el próximo programa, nos despedimos de todos ustedes.
 
P/FE/RH
 
       

 

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