Oct 24, 2019 08:04 UTC

ParsToday - En el nombre de Dios, queridos amigos, estamos a su servicio con la cuarta parte del espacio semanal “Potenciales de Irán para absorber inversión extranjera desde el punto de vista de la Economía de Resistencia”.

Todo el mundo necesita los recursos energéticos de Irán, ya que, en el aspecto geoeconómico es el primer país poseedor de reservas de gas y el cuarto poseedor de reservas de petróleo del planeta, además de tener el potencial de convertirse en uno de los principales socios energéticos de los grandes consumidores de petróleo y gas del mundo. También en el aspecto geoestratégico, Irán está en una posición donde desempeña un papel central en la seguridad energética regional y global. Por eso, se puede decir que la industria petrolera y gasística del país persa es un sector muy importante para la inversión extranjera y el uso de nuevas tecnologías, para que los potenciales geoeconómicos y geoestratégicos de Irán sirvan cada vez más a la comunidad internacional.
 
Según las cifras publicadas por el British Petroleum (BP,) en 2016, Irán con el 3.9 % de las reservas mundiales de petróleo ocupaba el segundo lugar en Asia Occidental y el cuarto en el mundo.  Y el segundo lugar entre los países de la OPEP en términos de producción diaria de crudo. Irán también ocupa el primer lugar en el mundo con 33.5 billones de metros cúbicos de gas natural, que representan el 18 % de las reservas mundiales de gas.
 
Además de sus vastas reservas de petróleo y gas, Irán goza de capacidades especiales para explotarlos con alta rentabilidad. El alto potencial de comercio y exportación de crudo y gas natural a través del swap (intercambio), el acceso a carreteras de tránsito, capacidad de convertir grandes cantidades de producciones de crudo y gas natural en productos con mayor valor agregado, larga experiencia en los intercambios internacionales de petróleo y gas, el estar ubicado en la intersección de los tres continentes de Asia, África y Europa y la ubicación privilegiada y extraordinaria en términos de abastecer la energía global, figuran entre las ventajas especiales de Irán en el sector de petróleo y gas.
 
El 10 % de las reservas petrolíferas de Irán y una parte significativa de los recursos gasísticos de Irán se encuentran en campos compartidos con otros países vecinos, los cuales requieren tecnología de extracción actualizada y la inversión extranjera para que este potencial se haga realidad. Una de las principales políticas del Ministerio de Petróleo de Irán, en línea con las políticas generales de la Economía de Resistencia, es enfocarse en el desarrollo de los yacimientos petrolíferos que comparte el país con los vecinos, especialmente los ubicados en el oeste de Irán. La producción del crudo de estos campos ha comenzado en las últimas décadas, ascendiendo a más de 300 mil barriles a fines de 2017. Pero se estima que se requieren 50 mil millones de dólares de inversión extranjera para aumentar la explotación.
 
Cabe destacar que la baja extracción de petróleo por parte de Irán, en comparación con sus recursos petroleros, indica su poder futuro y a largo plazo para la producción del crudo, toda vez que según la producción mundial en 2016, se prevé que EE. UU. continuará extrayendo petróleo durante 10 años, Rusia durante 26 años y Arabia Saudí durante 59 años, mientras que Irán lo haría durante los próximos 130 años. De esta forma, solo la producción de Libia y Venezuela será de 275 y 345 años, respectivamente, más que la de Irán. En otras palabras, la seguridad y el retorno de la inversión en la industria petrolera iraní son mayores para los inversores que en las industrias petroleras de muchos de los competidores de Irán.
 
Según la Compañía Nacional del Petróleo de Irán (NIOC, siglas en inglés), de los 102 campos petroleros y gasísticos del país, 28 son comunes con países vecinos, de los cuales 18 son campos de petróleo, 4 campos de gas y 6 son reservas de petróleo y gas. De los citados 28 campos conjuntos de petróleo y gas que comparte Irán con sus vecinos, la NIOC ha comenzado la producción de 10 de ellos, pero la producción de los otros 18 campos aún no se ha iniciado. La primera prioridad del Ministerio de Petróleo de Irán es el desarrollo del yacimiento del Pars del Sur, y la segunda son los campos petrolíferos del oeste de Karún, que requieren más inversiones.
 
El campo de gas del Pars del Sur es uno de los mayores del mundo, ubicado en la línea fronteriza iraní-catarí en el Golfo Pérsico. Tiene una extensión de 9700 kilómetros cuadrados, de los cuales 3700 kilómetros cuadrados pertenecen a Irán, donde, según las últimas evaluaciones realizadas, las reservas disponibles superan los 14 billones de metros cúbicos, además de reservas de más de 19 mil millones de barriles de condensado de gas natural. La extracción del gas natural del yacimiento del Pars del Sur comenzó en 2002 con una producción diaria de aproximadamente 2 millones de metros cúbicos, la cual subió a unos 550 millones de metros cúbicos al día en 2016. Irán tiene el potencial de explotar diariamente mil millones de metros cúbicos de gas del citado campo, pero para lograr este objetivo se requiere una inversión de 30 mil millones de dólares, incluida la extranjera.
 
Además de los campos de gas que comparte con sus vecinos, Irán también tiene yacimientos petrolíferos conjuntos, de los cuales una parte importante se ubica en el oeste de Karún, donde hay tres campos petroleros de Yadavarán, Yarán del Norte y del Sur, y Azadegán del Norte y del Sur, que se comparten con Irak. El más importante y el más grande de ellos para Irán, es el yacimiento de Azadegán, donde la extracción de crudo comenzó en 1997, con aproximadamente 25 mil barriles de petróleo diarios, alcanzándolos 50 mil en 2011. Se estima que se requieren 20 mil millones de dólares de inversión para explotar el campo de Azadegán y los otros yacimientos conjuntos del oeste de Karún, lo que representa una buena oportunidad para los inversores extranjeros.
 
Entre los derivados petroleros más importantes de Irán destacan la gasolina y el gasóleo, cuya producción subió a 77 millones y 92 millones de litros, respectivamente, en 2017, con la inauguración de nuevas refinerías y la renovación de las viejas.
 
Una de las inversiones más importantes en esta área es el desarrollo de la enorme refinería de condensados de gas, denominada “Estrella del Golfo Pérsico”, lo que evidenció la ineficacia de las sanciones petroleras y gasíferas contra Irán. La refinería actualmente tiene tres fases; la fase 3 se inauguró en febrero de 2019.
 
La planta se alimenta de una tubería de 388 kilómetros de largo, con un diámetro de 90 centímetros y con una capacidad de recepción de 500 mil barriles diarios, pasando por las zonas difíciles de alcanzar de las provincias de Bushehr, Fars y Hormozgán. Entre los logros más importantes del lanzamiento de la fase 3 de la refinería “Estrella del Golfo Pérsico”, destaca la producción diaria de 45 millones de litros de gasolina de la norma Euro 5, de 12 millones de litros de gasóleo y queroseno, y de 3 millones de litros de condensado de gas. Esta refinería iraní, cuya fase 4 está en construcción, puede abastecer fácilmente la gasolina y el diésel que necesitan los países vecinos.
 
La verdad es que la política energética de Irán se basa en el aumento de la capacidad de la producción, el desarrollo de las redes de transporte y suministro de gas, así como la elevación de la posición del país en las exportaciones de gas y petróleo a los mercados internacionales. Por otra parte, la mano de obra profesional, experimentada y barata, sumada a la específica ubicación geográfica y de tránsito de Irán para tener acceso a los mercados regionales y mundiales, justifica la inversión en los sectores de petróleo y gas y derivados tales como la gasolina y el gasóleo en Irán. Considerando los incentivos antes mencionados, se espera que, con la mayor presencia de inversores extranjeros en Irán, la industria iraní de petróleo y gas desempeñe un papel más importante en el mercado energético regional y global.
 
P/FE/RH

 

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