La vida en el Occidente, una mirada desde dentro 4
Nov 06, 2019 08:03 UTC
ParsToday-El comunicado “El segundo paso de la Revolución” del Líder iraní es el diseño de la hoja de ruta a seguir por la República Islámica de Irán para la construcción de una nueva civilización islámica. El ayatolá Seyed Ali Jamenei cree que la construcción de una nueva civilización islámica necesita atender el estilo de vida. Citando a analistas y académicos occidentales sobre las crisis sociales en el Occidente, el Líder de la Revolución Islámica de Irán sentencia explícitamente:
“Hoy la civilización occidental está en declive”. Por lo tanto, en el comunicado “El segundo paso de la Revolución”, el ayatolá Jamenei pide a los jóvenes criticar inteligentemente la sociedad occidental y sus desventajas sociales y presentar los rincones oscuros de esta sociedad al mundo.
Uno de los perjuicios sociales en los países desarrollados es la depresión, considerada por la Organización Mundial de la Salud una “epidemia silenciosa”. Hemos dedicado el programa de esta semana a este tema.
La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes en el mundo moderno. En 2017, la Organización Mundial de la Salud se centró en esta enfermedad, de modo que el Día Mundial de la Salud de ese año tuvo por lema “hablemos de la depresión”. Según los informes de la Organización Mundial de la Salud, más de 300 millones de personas en el mundo, principalmente en las sociedades occidentales, sufren de depresión, y esta cifra ha aumentado un 18 por ciento en un período de 10 años (del 2005 al 2015). La agencia de la ONU estima que el costo de lidiar con los efectos de la depresión es de 1 billón dólares cada año.
La causa de este trastorno mental y psicológico, el cual se considera el gran desafío de la humanidad en las próximas décadas, varía de un país a otro. En los países en vías de desarrollo, las personas a menudo están deprimidas debido a la guerra, los problemas económicos y las desigualdades sociales, pero, en los países desarrollados, según los sociólogos y psicólogos, el estilo de vida es la causa principal por la que las personas en estas regiones padecen esta enfermedad. Las consecuencias de la vida industrial, como la exposición a ambientes ruidosos, el estrés constante y la contaminación ambiental, así como el consumo continuo de alcohol, son causas efectivas de trastornos mentales como la depresión. La disminución de las relaciones sociales es otra causa de la depresión, cuya importancia aumenta con el lema de la OMS en 2017.
Hoy, el aislamiento y la disminución de las interacciones sociales se ha aceptado en el occidente como un estilo de vida y se está extendiendo día a día. Por ejemplo, muchas familias viven juntas en apartamentos sin siquiera saber los nombres de sus vecinos. Cuando usan el transporte público, las personas se sientan juntas como robots sin sentido, como si nadie más estuviera cerca de ellos. Las herramientas de comunicación modernas, aunque permiten a las personas comunicarse fácilmente a través de mensajes de texto y de voz, estos mensajes carecen de emociones. Emociones que se entienden solo por una presencia cara a cara y que estas herramientas son incapaces de transmitir a los demás. Las personas pasan la mayor parte del día en fábricas, empresas y oficinas haciendo trabajos repetitivos y, cuando vuelven a casa tienen poca conexión emocional con los miembros de la familia debido a la fatiga.
El psicólogo Stephen Ildari, autor del libro “La curación de la depresión”, cree que la actual creciente depresión de la sociedad occidental no es una enfermedad natural, sino que es resultado un estilo de vida industrial. Ildari atribuye esta situación a la incompatibilidad del estilo de vida occidental con la estructura genética o la naturaleza del ser humano.
Los estudios de los investigadores revelan que un sueño menor de ocho horas está directamente relacionado con el estrés, la ansiedad y, finalmente, la depresión. Según las estadísticas del Departamento de Salud de EE.UU., al menos 80 millones de estadounidenses sufren de insomnio anualmente, lo que conlleva a depresión en la mayoría de los casos, especialmente para las mujeres. Otro estudio llevado a cabo por la Universidad de Illinois en Estados Unidos revela que un tercio de la población de este país consume drogas, lo que aumenta significativamente el riesgo de depresión. Las estadísticas también sugieren que al menos el 25 por ciento de los estadounidenses usa diariamente tres tipos de medicamentos que los ponen en riesgo de la depresión.
Entre las naciones desarrolladas, las comunidades estadounidense y británica experimentan depresión más que cualquier otra nación. Según el Departamento de Salud de EE. UU., 56 millones de personas en este país sufren de ansiedad y depresión cada año. Lanzar campañas sobre cómo “acabar con la soledad” o nombrar un “ministro de soledad” en el Reino Unido son esfuerzos para lidiar con los daños sociales en este país.
Una nueva investigación en el Reino Unido muestra el alto promedio de la depresión en este país. De modo que, de los 54 millones de la población de este país, 20 millones sufren depresión.
En 2016, se recetó más de 64 millones de medicamentos antidepresivos en el Reino Unido. Sin embargo, ests cifra muestra un aumento del 100 por ciento en comparación con los pasados diez años. Según las estadísticas disponibles, el Reino Unido encabeza la lista de los deprimidos entre los países desarrollados en el mundo occidental debido a los problemas socioeconómicos como la insatisfacción laboral y la agresión sexual contra los niños. Estadísticas del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Cambridge señalan que dos tercios de los adultos en el Reino Unido han experimentado problemas de salud mental, como ansiedad o depresión.
Hasta hace dos décadas, la depresión era considerada por los médicos como una enfermedad de adultos. Pero hoy, las estadísticas de los países occidentales muestran un aumento de casos de depresión entre niños y adolescentes. El Instituto británico de la Protección de los Niños, ha escrito que, en los años 2015 y 2016 se han realizado cerca de 12000 sesiones de consultas para el tratamiento de la ansiedad en niños y adolescentes de este país. Eso, mientras que esta cifra casi se ha duplicado en los años 2017 y 2018, llegando a más de 21000 sesiones. Alrededor del 88 por ciento de este tipo de consultas se realizan para tratar a las niñas.
Otras cifras indican que, incluso los países del norte de Europa, que se presentan constantemente como los países más felices en las encuestas de las Naciones Unidas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), enfrentan el creciente proceso de la depresión y la soledad entre sus jóvenes y mujeres. Los estudios muestran que el estrés, la depresión, la ansiedad, la autolesión y el uso de antidepresivos se encuentran entre los problemas de salud mental más comunes entre los jóvenes en Europa.
Además, el Instituto de Investigación de la Felicidad en Copenhague, en un reciente informe, apuntó que más del 12 por ciento de las personas en el norte de Europa no solo se sienten infelices en sus vidas, sino que también sufren a lo largo de su vida. Esta cifra fue más del 13 % entre las personas de 18 a 23 años. En los países Dinamarca y Suecia, las mujeres padecen más que los hombres de problemas de salud mental. En Noruega, en un período de cinco años, el proceso de tratar los problemas psicológicos de los jóvenes ha aumentado en un 40 %. Eso se observa incluso en Finlandia, que fue seleccionado como el país más feliz del mundo en el año 2018, de modo que todas las personas que mueren entre 15 a 24 años, un tercio ha cometido suicidio. Pero además de los jóvenes, los ancianos que viven en el norte de Europa, con una edad promedio de 80 años, también se sienten tristes por la soledad y los problemas físicos.
P/NA/NL
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