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La tecnología es una herramienta que ha cambiado la forma en que los seres humanos interactúan con la naturaleza. Con la entrada de la tecnología en la vida del ser humano, han cambiado los hábitos diarios de las personas. Por ejemplo, cuando el refrigerador entró en la vida de la gente, no hacía falta ya cocinar o comprar los alimentos todos los días. Con el tráfico y el transporte hacia el trabajo que, en muchos casos, dura varias horas, tomar el desayuno o el almuerzo en casa, junto a la familia se enfrenta a dificultades, por eso, el desayuno fue eliminado por muchas personas o cambiado por otras. La tecnología ha creado nuevas formas de almacenar productos alimenticios, lo que permite acceder a cualquier alimento en cualquier parte del mundo gracias al transporte, que se tambien usa la tecnología. En el estilo de vida actual, en una familia donde ambos padres trabajan y tienen menos tiempo para cocinar, hay una tendencia creciente a usar comidas preparadas o semipreparadas.

 

 

El valor de la industria de alimentos enlatados y conservas en el mundo crece significativamente por año. Se espera  que, hasta finales de 2021 este mercado alcance un valor superior a 105 mil millones de dólares. Según estudios, la mayoría de las personas en Europa y América del Norte come más alimentos envasados ​​que productos frescos. El periódico inglés The Guardian reveló que  los británicos, junto con la mayoría de las personas en Europa Occidental y Estados Unidos, consumen cuatro veces más alimentos envasados ​​y aportan menor ingesta de calorías de alimentos frescos. La entrada de alimentos envasados ​​al mercado, incluidos las comidas preparadas, pasteles y galletas, es una de las razones del aumento de la obesidad en Estados Unidos y Europa. Muchos estadounidenses tienen problemas de sobrepeso. La tasa de obesidad en los Estados Unidos es dos veces más que en los países europeos. La enfermedad cardíaca es la principal causa de muerte en este país norteamericano. También hasta un tercio de los adultos de Estados Unidos podría tener diabetes en el 2050.

 

 

 

A juicio de muchos, existe un vínculo entre la enfermedad y el estilo de vida de las personas. Es decir, las personas tienen un cuerpo y una mente sanos o enfermos dependiendo de su comportamiento dietético. Según una investigación del Instituto Milken, en 10 países desarrollados del mundo, entre los factores de la obesidad se encuentran la tecnología y la baja actividad física, pero también se considera  importante el estilo de la nutrición.

 

 

 

Hoy en día, no se pude encontrar a alguien que no esté familiarizado con palabras como pizza, hot dogs, salchichas, etc. Estas palabras han entrado en el vocabulario y la alimentación de muchas personas en todo el mundo debido a la amplia publicidad en los medios de comunicación masivas. Hoy, la comida rápida es el símbolo de la vida moderna y mecánica. En la vida mecánica de estos días a veces estamos hasta las orejas de trabajo y en esta situación que es mejor  que  una deliciosa comida lista de la que podemos disponer rápidamente.

 

 

 

El concepto de comida rápida está vinculado con Estados Unidos. En 1948  se lanzó  McDonald's, uno de los restaurantes de comida rápida más famosos en todo el mundo. Tiene sucursales en 120 países y sirve a 68 millones de clientes diariamente. Después de McDonald's, se han lanzado muchas cadenas de comida rápida, la mayoría de las cuales se originaron en Estados Unidos, y sus sucursales se han extendido por casi todo el mundo. Hoy, la industria de la comida rápida ha llegado a un punto en el que las personas pueden tener inmediatamente comidas en su casa cuando lo deseen. "Vivimos en una época en que el repartidor de pizzas llega a tu casa antes que la policía", dijo Jeff Arder.

 

 

 

Una buena apariencia con un sabor delicioso debido al uso de varios aditivos condujo a que las comidas rápidas se conviertan en una parte importante de la dieta familiar, así te engañe para olvidar todos sus daños. La única razón de la delicia de estos paquetes densos con calorías poco saludables  y sin valor nutricional, es que está repleta de mucha grasa saturada y sal, variedad de salsas y altas calorías, lo que no podemos entender al primer vistazo. Las comidas rápidas generalmente pueden contener una o  una  y medio más calorías que una comida casera del mismo tamaño, y la sal en una comida rápida es el doble del requerimiento diario de sodio en el cuerpo. Las comidas rápidas son los alimentos que más engordan. Según una investigación, los que consumen comida rápida, dos veces a la semana, tienen un 50 por ciento más de probabilidades de convertirse en obesas y el doble de contraer diabetes.

 

 

 

Food, Inc. (Comida S.A.) es un documental estadounidense de 2008 dirigido por el cineasta Robert Kenner. El filme nos muestra los entresijos de la industria alimentaria estadounidense. El director señala la naturaleza mafiosa de la industria alimentaria estadounidense, que está en manos de ciertas compañías específicas y que la carne utilizada en los productos de estas empresas se obtiene de pollos y vacas que se crían de manera no natural, en laboratorios. El director  narra  la apertura de la primera sucursal de cadenas de restaurantes McDonald's para ingresar al mundo de las fábricas de alimentos. Los restaurantes de la cadena McDonald's fueron los primeros en alegar que la producción de alimentos podría ser como hacer máquinas estadounidenses en las fábricas, es decir en una línea de montaje. Para lograr este objetivo, los diseñadores de dicho restaurante limitaron primero su menú  a hamburguesas y, con un proceso de mecanización de la producción de varios pasos, diseñaron modelos de hamburguesas que les permitieron obtener más ganancias mediante la producción en masa y reduciendo los costos de producción.

 

 

 

Uno de los temas más importantes atendidos en la película "Food Inc." es la posición del maíz en la industria alimentaria. El maíz casi tiene el lugar del petróleo en la industria de la producción del plástico. Actualmente, más del 90 por ciento de los productos alimenticios en Estados Unidos contienen productos derivados de maíz o soya, por una mera razón a saber: "reducir los costos de producción y mayor rentabilidad". El maíz es un grano alto en calorías que podemos almacenarlo durante mucho tiempo, pero a diferencia del petróleo, podemos comerlo. Hoy, el control del maíz en la industria alimentaria de EEUU significa el control total de esta industria y eso porque el maíz y sus derivados se han colado en casi todas las comidas y productos alimenticios, especialmente alimentos para el ganado. El maíz juega un papel tan crucial que incluso se aprobaron un proyecto de ley y normas específicas sobre este cereal en Estados Unidos y se dan subsidios para su producción. A primera vista, este enfoque puede ser precioso, pero según Robert Kenner, el problema comienza cuando se altera el equilibrio de la naturaleza. Durante los últimos 50 años, obligan a las vacas a comer maíz en lugar de comer hierba para hacerlas crecer más rápido y después engordarlas.  Pero eso no significa que producirán carne más saludable. El maíz interrumpe el metabolismo de las vacas y proporcionan un buen terreno para el crecimiento de la bacteria que produce la disentería (la bacteria Escherichia coli) y poco a poco entra en toda la cadena alimentaria humana. Kenner recordó que estas compañías tienen una influencia y poder tan grande que hasta hace unos años, ante de la muerte de un niño por comer una hamburguesa contaminada con Escherichia coli, una bacteria presente en la materia fecal, el Departamento de Agricultura de EEUU ni siquiera era capaz de cerrar las fábricas infectadas. Al contrario, estas compañías denunciaron a las personas que se manifestaron contra ellos gracias la ley de "difamación de la fama". Según Kenner, eso es muy extraño para un país proclamador de la libertad de expresión.

 

 

En su obra Kenner puse énfasis en "cambiar el estilo de vida del hombre occidental desarrollado". Un hombre muy ocupado en su vida rápida mecánica que, por no perder el tiempo y para sobrevivir al ritmo acelerado de la vida, no tiene más remedio que rendirse ante el dominio de la comida rápida y lista de las fábricas. Un ser humano que ha convertido la alimentación no para satisfacer sus necesidades básicas, sino como una diversión de corta duración para deshacerse de la vida cotidiana. Un pasatiempo, que se ha convertido en una falsa necesidad, que cada vez se vuelve más ambicioso. 

 

P/FSH/NL