Dic 04, 2019 08:02 UTC

ParsToday-En el programa de esta semana abordamos el tema de la violencia doméstica como un daño social en la actual sociedad del Occidente.

Hace más de medio siglo que se atiende el fenómeno de la violencia doméstica en los países occidentales. En un artículo redactado en 1962, Henry Camp se refirió a su observación clínica de niños hospitalizados debido a maltratos en el seno de la familia. En este artículo describió quemaduras, fracturas y otras lesiones. Después de eso, consejeros escolares, médicos, enfermeras, policías y criminólogos, junto a los movimientos por los derechos de las mujeres y los niños, intentaron cambiar las leyes a favor de las víctimas de la violencia, expresando conocer los factores que contribuyeron a este fenómeno.
Desde entonces, se han tomado medidas para prevenir la violencia, pero a pesar de las leyes disuasorias, el fenómeno de la violencia doméstica en Occidente, como un daño social, sigue causando víctimas. La violencia doméstica es cualquier forma de violencia perpetrada por una pareja u el resto de los miembros de la familia. El abuso del cónyuge, el abuso físico o sexual contra un niño figuran entre los casos de la violencia doméstica, que no se limita a la violencia física, sino que puede ocurrir en forma económica, mental, verbal, psicológica y sexual.
 
En Francia, cada tres días, una mujer es asesinada por la violencia de su esposo o excónyuge. Según el anuncio del Ministerio francés del Interior, más de 100 mujeres murieron por la violencia doméstica en 2017. En Estados Unidos, durante 2016, el 25 por ciento de las mujeres estadounidenses experimentó violencia doméstica todos los días. Un impactante informe en el Reino Unido muestra que, en 2017, unas 139 mujeres fueron asesinadas a manos de un hombre que conocían, dos quintas partes de esa cifra murieron por violencia excesiva. La violencia excesiva se refiere a una violencia que es más que la necesaria para matar a una persona.
 
 Pero, ¿por qué la cifra de la violencia doméstica es tan alta en los países que siguen el estilo de vida occidental? Algunos creen que la vida de la modernidad ha alterado los roles tradicionales de hombres, mujeres y niños en la familia. De modo que el papel decisivo del suministro de las necesidades económicas de la familia ha dejado de ser monopolio del hombre tras la entrada masiva de mujeres al mercado laboral. Con la industrialización de las sociedades y la presencia de las mujeres al lado de los hombres en diversas áreas de las actividades sociales y económicas, ha aumentado el proceso de la violencia contra las mujeres en la sociedad y en la familia. Las mujeres, que tenían el papel tradicional de criar a los hijos y proporcionar un entorno seguro para los miembros de la familia, dedican la mitad de su tiempo y energía a las actividades económicas. Entonces,  no tienen la oportunidad de manejar los asuntos del hogar y la familia como en el pasado. El agotamiento derivado de las actividades fuera del hogar reduce a la atención de la mujer respecto a las necesidades emocionales de los hijos y su marido. Esto ha causado conflictos y descontento entre los miembros de la familia, convirtiendo la casa en un campo de batalla, en vez de un centro de tranquilidad.
 
Las actitudes feministas y su promoción en las sociedades occidentales también figuran entre factores efectivos en la violencia doméstica contra las mujeres. En la perspectiva feminista, se esfuerza por mostrar a la autoridad del hombre en la familia como una de las causas más importantes de la violencia. Por lo tanto, considera que la única forma de controlar la violencia doméstica es romper el foco de esa autoridad, mediante la promoción de un espíritu tolerante y la cultura de individualismo. Las actitudes feministas a menudo presentan una imagen de una familia deseable cuyos miembros pueden actuar según sus deseos individuales.
 
No obstante, esa imagen hace que la familia de ser un foco valioso para la transmisión de valores morales a la próxima generación, como la interdependencia, la satisfacción, la paciencia y la nutrición emocional, se convierta en un techo para la convivencia con el menor compromiso posible. El individualismo y el autoritarismo son las características de la familia moderna. El resultado de elegir este tipo de educación en las relaciones familiares es el crecimiento de personas que piensan en su propia felicidad, y su efecto más pequeño es el aumento de la violencia doméstica contra las mujeres, ya que nadie ha aprendido a restringirse a favor de los intereses del grupo.
 
Entre otras razones planteadas sobre el aumento de la violencia doméstica en las familias occidentales figura la resolución de problemas familiares a través de las normas legales. Lo que llevaría a pensar que las mujeres en el Occidente están menos expuestas a la violencia debido a la protección de la ley, pero, con un vistazo a las estadísticas publicadas en los países occidentales, nos damos cuenta de que lo que está sucediendo en el Occidente es una amenaza para la seguridad de las mujeres, ya se se multiplican los casos de violencia en el hogar y acoso sexual en el lugar de trabajo. De hecho, la ineficiencia de las leyes aprobadas a favor de las mujeres indica que varios factores crean el ambiente de la violencia en las familias. Es probable que incluso las leyes aprobadas en apoyo a las mujeres puedan ser factores invisibles en el desarrollo de la violencia.
 
Hoy, en la familia occidental, las leyes en el ámbito de la familia han reemplazado a los valores morales. Sin embargo, dado que el hogar es un lugar de privacidad, es menos probable mostrar que se producen diferentes formas de violencia. Por lo tanto, las leyes aprobadas en apoyo a los miembros de la familia, especialmente mujeres y niños, no han sido efectivas, sino, según las estadísticas,  han aumentado la violencia con el paso de tiempo. De modo que recientemente y tras el aumento de la violencia contra las mujeres en Italia, se aprobó una nueva ley para aumentar el castigo de los perpetradores de violencia. Desde el año 2000 hasta la fecha más de 31000 mujeres han sido asesinadas por su cónyuge o ex pareja.
 
Un punto que se ha pasado por alto en la aprobación de varias leyes a favor de las mujeres es que las leyes que rigen el hogar y la familia son el amor y el cariño y contradicen los estrictos estándares legales. El hogar es el centro de la paz y la alegría y un lugar de respeto mutuo. Lo que las familias necesitan no solo en el Occidente sino en el mundo en general es la institucionalización de relaciones humanas en el entorno familiar y el compromiso de las partes entre sí. Hasta que no se realice la reforma cultural con la ética como su eje, la reforma legal no será efectiva.
 
La salud de la familia depende de la relajación y la comunicación adecuada entre sus miembros. La "familia" es el centro de la educación y el crecimiento de la moralidad de los hijos y su mayor patrocinador espiritual y financiero. Si la familia no se desempeña bien, se convierte en un lugar inseguro para los hijos, especialmente para los niños. En las familias donde hay violencia, todos se ven afectados de alguna manera por sus efectos, pero los niños sufren más daños que otros. La violencia sexual es uno de los casos que afecta la seguridad y la salud de la familia. Según las estadísticas, más de 14 000 niños han sido violados en Alemania en 2018 y más de 100 niños han sido asesinados por  violencia doméstica. También hay más de 4000 casos de maltrato de niños, incluyendo quemaduras por objetos calientes. Según el jefe de la Oficina de Asuntos Penales de Alemania, “estas cifras son sobre los casos informados, pero hay casos en que los abusan de los niños no se denuncian por vergüenza, humillación o conflictos internos y, por tanto, no están incluidos en las estadísticas”.
 
Lo que es desconcertante es por qué estos países, que se autodenominan patrocinadores de los derechos humanos, en particular de  los derechos de los niños y las mujeres, y usan este eslogan como palanca de presión contra otros países para alcanzar sus objetivos políticos, están increíblemente involucrados en esta lesión y enfermedad social.
 
P/NA/NL
 
 

 

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