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Desde hace años, los países occidentales gritan consignas sobre la igualdad entre los derechos de los hombres y las mujeres y, en varios informes acusan a otros países de violar los derechos de las mujeres y la discriminación de género. Sin embargo, en los países occidentales, los resultados de investigaciones muestran que las mujeres y los hombres que son iguales en términos de ocupación y la posición laboral no son iguales en términos de salario, ya que las mujeres reciben un salario menor que los hombres.

 

Recientemente, el instituto investigativo Eurostat ha publicado un informe que examinaba las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres en los países de la Unión Europea (UE). Según el documento, el promedio de la diferencia en salario de hombres y mujeres en el bloque comunitario es mayor a 16 %. En Alemania, por ejemplo, mientras que las jóvenes se consideran ciudadanas iguales a los hombres en la sociedad germana actual, la brecha salarial entre hombres y mujeres en ese país europeo es de aproximadamente 21,5 %. Esta diferencia en el Reino Unido es del 21 % y en Austria, un poco más del 20 %. Según este informe, Francia, España y Suecia también se encuentran entre los países que aún tienen diferencias significativas en los salarios de hombres y mujeres. En Suecia, una mujer en promedio gana 15 % menos que un hombre.

 

En Estados Unidos también las mujeres son testigos de esta desigualdad en sus salarios. Según las estimaciones, las mujeres estadounidenses ganan casi medio millón de dólares menos que los hombres durante su vida laboral. Por cada dólar que reciben los hombres estadounidenses, las mujeres reciben 77 centavos. Entre los empleados a tiempo completo, a las mujeres se les paga un 18 por ciento menos. Esta desigualdad alcanza 20 % a nivel de los directores, y existe una brecha salarial del 43% en las profesiones jurídicas. Los factores considerados en este informe han sido atendidos como variables que pueden afectar el bajo salario de las mujeres en comparación con los hombres, como el título académico, el tipo de trabajo, el puesto del trabajo en la economía del país, las horas de trabajo, la experiencia laboral, el título laboral, la universidad de estudio y su crédito, elección del tipo de trabajo, la edad, área geográfica y estado civil. Finalmente, los autores del informe han concluido que la causa principal de esta injusticia y desigualdad es la discriminación de género.

 

En los países desarrollados, las mujeres sufren más pobreza que los hombres, un fenómeno a lo que los sociólogos se refieren como la feminización de la pobreza. La cadena Euronews de la Unión Europea declaró el año pasado que el riesgo de pobreza amenaza a una cuarta parte de la población europea y que las mujeres son uno de los grupos más vulnerables de este flagelo. Unos 12 millones de mujeres corren mayor riesgo de pobreza que los hombres. Incluso en el país más rico del mundo, Estados Unidos, los más pobres son mujeres con hijos. La congresista estadounidense Ilhan Omar anunció recientemente que 16 millones de mujeres en Estados Unidos viven por debajo de la línea de la pobreza.

 

“Coto de caza” es un documental dirigido por Kirby Dick, lanzado en 2015. Este documental aborda el tema del acoso sexual en los campus de universidades en los Estados Unidos, especialmente en Harvard. En la película, el director revela que aproximadamente una cuarta parte de las estudiantes universitarias estadounidenses han sido violadas o abusadas sexualmente dentro de las universidades por los estudiantes varones de la misma universidad. Según el documental, más del 80 por ciento de los casos de violación no fueron denunciados a funcionarios de la universidad y las víctimas ni siquiera acudieron a la policía. Porque el sistema interno de la universidad les exigía solucionar el problema dentro de la universidad antes de presentar el asunto a la policía. Lo que los productores del documental dicen al final a su audiencia es que, si Harvard confiesa la cantidad de delitos de violación cometidos en su entorno, sus puertas se cerrarían y sus directores se suicidarían.

 

Según una encuesta realizada por un funcionario de la universidad Quinnipiac en 2016 sobre 1415 personas, no solo las mujeres sufren de violaciones sexuales en el lugar de trabajo, sino que los hombres no son inmunes a este problema. El sondeo precisa que, del porcentaje de las mujeres que han sufrido abusos sexuales, el 69 % de estos problemas ocurrió en el trabajo, el 43 % en entornos sociales, el 45 % en la calle y el 14 % en el hogar. El 88 por ciento de los hombres y el 89 por ciento de las mujeres estadounidenses mencionaron el acoso sexual como el problema social más importante en su país. Conforme a los datos de la encuesta, 6 de cada 10 mujeres ha sido víctimas de abuso sexual.

 

Las cifras de la violación de las mujeres en Hollywood son mucho más terribles. Las investigaciones muestran que el 4 por ciento de las mujeres en Hollywood han sufrido agresión sexual. El tsunami del escándalo sexual en Hollywood es tan extendido que en 2017 se lanzó una campaña llamada "Yo también". La historia comenzó con la queja d más de 40 mujeres contra el famoso productor de Hollywood Harvey Weinstein. Tras la expansión de la campaña, se publicaron numerosos informes de escándalos sexuales de actores, directores y productores de Hollywood, presentadores e incluso políticos estadounidenses como Bush padre y Bill Clinton. Este tema incluso alcanzó al Congreso de Estados Unidos. La agencia noticiera Associated Press informó que algunas mujeres parlamentarias en Estados Unidos fueron acosadas sexualmente por sus colegas masculinos. Estos escándalos llegaron a la Casa Blanca entre los funcionarios estadounidenses. The Daily Mail escribió que el abogado de Donald Trump les dio dinero por su silencio a 100 mujeres para que no revelaran la historia de su relación con Trump.

 

La inseguridad para las mujeres no se limita solamente a Estados Unidos, sino que, en Europa, las mujeres en diversas ocupaciones también sufren este fenómeno. Aunque se dice que las mujeres en los países europeos tienen menos probabilidades de ser agredidas debido al amplio apoyo que reciben por la ley, las estadísticas publicadas dicen lo contrario. En el Parlamento Europeo, que debe ser símbolo de observar los derechos de hombres y mujeres en este continente, de acuerdo con un informe de The Sunday Times, hasta ahora 87 mujeres y 6 hombres han sido agredidos sexualmente por miembros del Parlamento Europeo. La ministra de Asuntos Exteriores sueca, Margot Wallstrom, quien se unió a la campaña "Yo también", dijo: "He sido abusada sexualmente al más alto nivel político". No es nada sorprendente que la ministra sueca de Asuntos Exteriores se haya unido a esta campaña porque Suecia es uno de los países europeos con las tasas más altas de violación. Una de cada cuatro mujeres ha sido violada en este país.

 

El periódico británico The Guardian en un informe declaró que las mujeres que trabajan en organizaciones internacionales de socorro están siendo objeto de acoso sexual generalizado pero encubierto. Las mujeres entrevistadas en el informe le dijeron a The Guardian que el acoso sexual femenino abarcaba desde las ONG más grandes y las agencias de la ONU hasta pequeñas organizaciones benéficas, y que ninguna de estas instituciones apoyó o intentó evitar tal abuso.

 

Estos informes se plantean mientras que los occidentales alegan que la libertad sexual en la sociedad ha disminuido la cifra de violaciones y han podido facilitar la presencia de mujeres en la sociedad con títulos engañosos como la igualdad de género. El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Syed Ali Jamenei, al respecto dice: “Las mujeres occidentales representan el consumo, el maquillaje, la interacción con los hombres y la excitación sexual del tipo masculino y el sexo masculino. Todas las otras cosas que dicen, como el tema de la igualdad de género y todo eso, son unas palabras y la apariencia... ¿qué justicia? ¿Es esto la justicia?”, preguntó.

 

 

 

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