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El líder de la revolución se refirió a estos requisitos en siete capítulos básicos: Ciencia e Investigación, Espiritualidad y Moralidad, Economía, Justicia y lucha anticorrupción, Independencia y Libertad, Dignidad nacional, relaciones exteriores y delineamiento de los límites a fijar con el enemigo, y estilo de vida.

 

Tras afirmar que el poderoso Irán se enfrenta hoy, al igual que en los primeros días de la Revolución, a los desafíos de las potencias arrogantes, pero con una diferencia significativa, el ayatolá Jamenei enfatizó en su comunicado que en la actualidad los desafíos están relacionados con la presencia del poderoso Irán cerca de las fronteras del régimen sionista, con poner fin a la ilegítima influencia de Estados Unidos en el oeste de Asia, con el apoyo de la República Islámica a la lucha de los combatientes palestinos en el corazón de los territorios ocupados y con la defensa del estandarte izado por Hezbolá y la Resistencia en toda la región. Y si entonces lo que preocupaba a Occidente era evitar que Irán comprara armamento básico, ahora es evitar transferencias de armas avanzadas iraníes a las fuerzas de la Resistencia. Si en aquellos días Estados Unidos imaginaba que podría imponerse al Gobierno islámico y a la nación iraní mediante un puñado de iraníes vendidos o con una pequeña cantidad de aviones y helicópteros, hoy se ve necesitado de una gran coalición de decenas de Gobiernos hostiles o intimidados para oponerse a Irán en los campos del político y la seguridad. Que, por otra parte, en esta confrontación también fracasará.

 

Pero el camino transcurrido es solo una parte del camino glorioso hacia las altas aspiraciones de la República Islámica. Es por eso que otro punto importante de las declaraciones del Líder es mirar hacia el futuro.El líder de la Revolución Islámica considera que la continuación de este movimiento honorable requiere del reconocimiento del deber y la acción y enfatizó: sin duda avanzará la revolución, pero todos, desde el pueblo, especialmente los jóvenes, hasta el Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) y todas las fuerzas armadas y agencias gubernamentales deben reconocer su papel en este movimiento y cumplir con su deber por Dios y en la causa de Dios.

 

Estados Unidos, por razones obvias, no quiere que nada aumente el poder de Irán. Porque la naturaleza del sistema estadounidense es la arrogancia y la dominación. Uno de los objetivos estratégicos de Estados Unidos a este respecto es obstaculizar el progreso científico y evitar que Irán se convierta en un modelo exitoso en el ámbito regional e internacional. Desde este punto de vista, el paso de las últimas cuatro décadas ha estado acompañado de experiencias y, al mismo tiempo daños, que sin duda hay que usarlos en el curso de la quinta década de la revolución y en el segundo paso se puede aprovechar de todas estas ansiedades y esperanzas para superar los problemas.

 

En este sentido, el ayatolá Jamenei hizo alusión al truco de los enemigos de la unidad islámica, a través de crear un muro entre Irán y el mundo musulmán y resaltó: todos deben esforzarse por eliminar este muro ficticio.

 

Tras insistir en la necesidad de enfrentar esta corriente para preservar el entusiasmo de la época de la revolución y la defensa sagrada, el Líder persa enfatiza: El enemigo ha fortalecido su hostilidad por todas las partes para eliminar la resistencia provocada por el pensamiento revolucionario e islámico en la región, pero los jóvenes y el pueblo devoto y resistente,  tras eliminar la glándula cancerosa Takfirí de Daesh hicieron arrodillar a los enemigos y mostraron, una vez más, el sentido de “nosotros podemos” a todo el mundo.       

 

Este valioso ejemplo ha sido el foco de los movimientos revolucionarios en otros países como una forma nueva, transformadora y exitosa en el marco de instituciones como el CGRI y las fuerzas de Basich. Los movimientos yihadistas del Hezbolá de El Líbano, el movimiento de la Yihad Islámica Palestina y otros grupos populares de resistencia que se oponen al terrorismo Takfirí y los invasores en Siria y Yemen son ejemplos claros de la profundidad estratégica de este movimiento en todo el mundo islámico.

 

Es por eso que Estados Unidos y los enemigos del sistema han recurrido a cualquier medio contra la República Islámica durante cuarenta años.

 

Con el paso del tiempo, los líderes del actual régimen de Estados Unidos muestran sus pensamientos mejor que sus predecesores y reconocen el cambio de comportamiento para cambiar el sistema y ahora cambiar la naturaleza de Irán. La hostilidad de los funcionarios estadounidenses entró en una nueva etapa tras poner al CGRI en la lista de los terroristas.

 

Si es necesario un cambio, la medida debería ser tomada por el gobierno de Estados Unidos. Debido al terrorismo económico, Washington ha exportado miles de millones de dólares de armas para la matanza de civiles en la región de Asia occidental, evita establecer la justicia sobre los criminales de guerra y asesinos de los periodistas, amenaza el orden, la paz y la estabilidad internacionales, así como la falta de respeto al medio ambiente y los derechos humanos y los valores de la comunidad internacional y el derecho internacional, y debe cambiar su naturaleza.

 

El Líder iraní, en unas declaraciones consideró que los 40 años de conspiración contra la República Islámica y al mismo tiempo el progreso de la revolución como un signo de la incapacidad de los estadounidenses para detener el movimiento de la nación iraní afirmó: los enemigos del querido Irán, impusieron durante cuarenta años todo tipo de presión política, económica y propagandística generalizada contra la nación, pero incluso los primeros días de la República Islámica, no podían hacer nada. Refiriéndose a la autoridad suprema de Irán en la región, agregó: Contrariamente a la imaginación de los enemigos, la dignidad y el poder actuales del sistema islámico no se deben a la bomba atómica, porque hemos insistido desde el principio en que las armas nucleares son contrarias a nuestros fundamentos religiosos y no las necesitamos. Por lo tanto, la autoridad y la dignidad de la nación iraní se deben a la resistencia, el sacrificio y la perspicacia del pueblo. El segundo paso de la revolución se basa en estos principios y convenios. En este contexto, en el comunicado estratégico del líder de la revolución a principios de la década cincuenta de la República Islámica de Irán, se ha enfatizado en los puntos importantes de aumentar la autoconfianza y la creatividad a pesar de los incentivos de los enemigos para decepcionar a la gente, la adhesión a los ideales de la revolución y la dinámica de la generación joven hacia los valores del sistema y la evitación de la inactividad y el florecimiento de los talentos. En el próximo programa, nos dedicamos a otros aspectos de este tema.

 

 

 

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