Feb 15, 2020 07:38 UTC

ParsToday-Tras la victoria de la Revolución Islámica de Irán y la formación de la República Islámica, comenzó una nueva transformación en las relaciones internacionales.

Al confiar en los valores religiosos y rechazar las políticas unilaterales de las potencias mundiales, el sistema de la República Islámica dio un nuevo significado al papel de las naciones en la determinación de su destino. Este nuevo fenómeno desafió los modelos impuestos a los sistemas mundiales.
 
Este desarrollo debe ser considerado como el punto de partida de la hostilidad de Estados Unidos hacia Irán.
Estados Unidos nunca ha detenido la hostilidad hacia la República Islámica de Irán en todos estos años. Donald Trump ahora ha aumentado este rencor y ha puesto la hostilidad hacia Irán una de sus principales prioridades de política exterior.
En una reunión con el pueblo iraní, el Líder de la revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, afirmó que los responsables estadounidenses, carecían de ética política y diplomática en sus palabras, pero los responsables del actual régimen de EE.UU. hablan de una manera descarada y grosera con el mundo como les  hubieran sacado la vergüenza.
EE.UU. piensa que, por tener fuerza, tiene también el derecho. Su comprensión del poder, no es el poder legítimo y legar, es la arrogancia.
 
Mediante el uso de herramientas de operaciones psicológicas, los estadounidenses han tratado de "exonerar" la situación interna de Irán a través de técnicas de psicología social y según  las condiciones actuales y hacer que sea una creencia en todas las clases sociales. Las evidencias y las estadísticas de los avances científicos, de defensa, médicos, nucleares, militares, civiles y… realizados durante estas cuatro décadas son incomparables con los del régimen imperial.
 
La revista estadounidense Foreign Policy en una nota escrita por Philip Gordon y Robert Mellie (excoordinadores de la Casa Blanca para Oriente Medio) dice:
"Desde el punto de vista de Trump, las sanciones son una herramienta multipropósito y obligarán a Irán a aceptar un acuerdo modificado. Además, las sanciones pueden causar disturbios en Irán, pero las demandas de Trump son deseos que son "absolutamente irrealizables" porque no hay nada en la historia que demuestre que Irán se rinda a las demandas estadounidenses, incluso bajo una fuerte presión económica. La hostilidad de Estados Unidos contra Irán tiene raíces profundas.
 
El politólogo estadounidense Noam Chomsky dice: "El pecado imperdonable de Irán, desde el punto de vista de EE.UU.,  es derrocar la dictadura que llegó al poder por el golpe militar de Estados Unidos provocó en 1953, un golpe que destruyó el sistema parlamentario iraní y la creencia injusta del país para poseer sus recursos naturales... Aquí es la raíz del asunto”.
 
Estados Unidos tiene como objetivo atacar los elementos de la autoridad del Irán islámico y busca crear desafíos de seguridad y socavar la estabilidad y la unidad nacional en Irán mediante el uso de la influencia de los medios, especialmente en las redes sociales, y tergiversar a Irán y su poder. Durante más de cuatro décadas, los complots de Estados Unidos para aislar a la República Islámica se han vuelto más complicados y se han convertido de la confrontación dura en la guerra blanda, y se han involucrado en propaganda generalizada contra el sistema islámico cuyo principal objetivo es cubrir las fortalezas de la República Islámica e inducir los puntos negativos para crear desesperación y frustración en las personas y los jóvenes.
 
Desde el comienzo de la victoria de la Revolución Islámica hasta nuestros días, la nación iraní se ha enfrentado a las sediciones y conspiraciones de sus enemigos y ha demostrado su resistencia ante sus enemigos y nunca ha sido intimidada por amenazas, presiones y conspiraciones. Los gobernadores estadounidenses con sus infundadas ilustraciones apuntan ahora a elementos del poder y los valores de la revolución y el sistema de la República Islámica, que van desde cuestiones económicas hasta amenazas militares generalizadas.
 
El líder de la revolución considera que Estados Unidos tiene como objetivo inculcar su posición del poder y señala: a pesar del poder duro estadounidense, la realidad es que no están en la posición de poder porque el determinante y principal elemento del poder en la confrontación internacional es el "poder blando" lo que significa la lógica, el razonamiento y nueva palabra  y que Estados Unidos es extremadamente débil en estos casos y habla sobre la base de la arrogancia debido a la falta de lógica y razonamiento.
 
 
El ayatolá Ali Jamenei señala: Estas fantasías nos recuerdan las palabras de los estadounidenses y sus sirvientes dentro del país  hace cuarenta años, cuando esperaban el derrocamiento de la República Islámica después de seis meses, pero ahora han pasado cuatro décadas desde el inicio del sistema islámico. El enemigo quiere llevar a la nación iraní a la conclusión de que Irán está en un punto muerto y que no hay otra alternativa menos arrodillarse y rendirse a los Estados Unidos.
 
Hoy, muchos analistas y teóricos de las revoluciones mundiales coinciden en que la República Islámica de Irán ha tenido éxito establecer su posición como un estado revolucionario estable y efectivo a pesar de la presión masiva y las conspiraciones desde la guerra impuesta hasta el bloqueo económico y las sanciones crueles generalizadas, y continuar su camino y transformará la década  cincuenta en años de honor y victoria para el pueblo iraní, basándose en valores revolucionarios.
 
 
El año pasado, el líder de la revolución en declaraciones ante miles de estudiantes, citando a muchos políticos y sociólogos de todo el mundo, afirmó que se ha destruido y eliminado e "poder blando" en los Estados Unidos y agregó. El poder blando de EEUU, es decir hacer aceptando su opinión sobre otros países ", ahora se encuentra en la posición más débil posible, y especialmente desde la llegada al poder del actual presidente de los Estados Unidos, no solo las naciones, sino también los gobiernos de Europa, China, Rusia, La India, África y América Latina se han opuesto abiertamente a las decisiones de los Estados Unidos.
 
 
 
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