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 Estos cambios tuvieron consecuencias desagradables, el más importante de las cuales fueron la disminución de la tendencia hacia la religión y un aumento de la cifra de crímenes y la inseguridad.

 

Por ejemplo, el crimen es tan frecuente en la sociedad estadounidense que, en las grandes ciudades industriales y comerciales, menos personas se atreven a caminar por las calles y los parques por la noche, y las violaciones de los derechos individuales y sociales han llegado a un punto en el que las personas se encuentran en estado de miedo y pánico. Lo más lamentable es que con la entrada de las mujeres en las esferas sociales y económicas, las estadísticas muestran un aumento del crimen entre ellas.

 

Estimados oyentes, en la vigésimo tercera parte del espacio la posición de la mujer en el Occidente, vamos a enfocarnos en este tema.

 

Es interesante saber que solo el 5 por ciento de la población femenina del mundo vive en los Estados Unidos, pero este país cuenta con alrededor del 30 por ciento de las reclusas en todo el mundo.

 

Estas cifras muestran que el poder judicial estadounidense ha encarcelado a mujeres por diversos delitos dos veces más que China y cuatro veces más que Rusia.

 

De acuerdo con la información disponible, los estados de Virginia occidental, Oklahoma y Kentucky con 273, 226 y 220 reclusas a cambio de cada cien mil mujeres ocupan el primer, el segundo y el tercer lugar respectivamente y el número de reclusas en el Estado de Illinois es igual a El Salvador.

 

Por supuesto en El Salvador, el aborto es ilegal, y una gran cantidad de mujeres son encarceladas por no poder probar que no estaban implicadas en el nacimiento de niños discapacitados.

 

En Estados Unidos, las niñas de 13 años de edad obligadas a prostituirse, serán condenadas a prisión si la policía las arresta. Esto es lo que ocurre para más de mil niñas estadounidenses cada año.

 

 La tasa de encarcelamiento de mujeres en los Estados Unidos no ha sido igual en la historia de este país. Esta cifra casi se ha triplicado en las décadas 80 y 90. Casi 206 mil mujeres, es decir,127 de cada cien mil mujeres están encarceladas en los Estados Unidos por temas relacionados con drogas.  

 

 Los informes indican que en más de 40 estados de EE. UU., La tasa de encarcelamiento femenino está aumentando a un ritmo más rápido que el de los hombres, y la razón principal son las drogas.

 

En las prisiones federales de EE. UU., el delito principal del 57% de las mujeres es en relación con drogas, mientras que este porcentaje para prisioneros varones es del 47%.

 

En las prisiones provinciales, el porcentaje de mujeres encarceladas por drogas es del 25 por ciento ante los hombres con el 6 por ciento.

 

Las autoridades estatales de Ohio que con la cifra del 4160   presas registraron en julio de 2014 un nuevo récord en el número de reclusas dicen que: gran parte del aumento del número de reclusas se debe al incremento del uso de estupefacientes y el uso de mujeres para el tráfico de drogas.

 

Además, según las nuevas estadísticas, en los últimos años, han aumentado un 30 por ciento otros delitos, como el asesinato, el robo y el tráfico entre las mujeres en los Estados Unidos en comparación con la década 60.

 

Por supuesto, este asunto no se limita solo a Estados Unidos y las estadísticas de los países europeos muestran que los crímenes cometidos por mujeres en Europa han aumentado entre 20 y 40 por ciento en comparación con la última década.

 

 Lo importante e impresionante en tales crímenes es que más del 40 por ciento de los delincuentes son niñas y mujeres menores de 20 años.

 

Por ejemplo, según el periódico Blick, publicado en Zúrich, Suiza, en comparación con otros países europeos tiene el mayor número de burdeles, de manera que los residentes de este país sienten que están siendo atacados por el gran número de estos centros inmorales.

 

Según las estimaciones de la Organización de Defensa de Derechos Infantiles en Holanda, ha aumentado de manera alarmante, el número de niñas prostitutas en el país subiendo de 4.000 a 15.000 en los últimos años.

 

 Según una investigación en Inglaterra y Gales, a partir de 2006 las chicas jóvenes entre las cuales se observan niñas de 10años de edad, han cometido alrededor de 60,000 delitos, incluidos robos, provocar daños, llevar a cabo ataques violentos, atraco a tiendas y crear desorden público lo que significa un aumento del 25% en la delincuencia en el Reino Unido.

 

 

 

El aumento de crímenes cometidos por mujeres ha llevado a expertos y científicos a descubrir las razones de este asunto y prevenirlo.

 

 Lo que debe considerarse en este contexto es que la mujer, de acuerdo con la ley de la Creación, debe reconciliarse con los sentimientos y las emociones especialmente con el deber maternal.

 

 La mujer es mujer, queda embarazada, da a la luz y tiene emociones y sentimientos específicos que son proporcionados con este deber sagrado. Según el famoso científico Dr. Alexis Carl, no es razonable desviar la atención de las mujeres de sus deberes maternos.

 

 Las estadísticas sobre delincuencia femenina son una realidad impactante que molesta a todas las personas responsables.

 

Estas mujeres, símbolo de emoción y la humanidad ahora deben estar en prisión, lejos de sus familias o hijos.

 

 ¿Quién han oprimido a la mujer y la han quitado del hogar poniéndola en la cárcel? Esto lo juzgará en gran medida la futura historia.

 

El creciente número de crímenes cometidos por mujeres en los países occidentales ha llevado a su enjuiciamiento y su encarcelamiento lo que ha tenido consecuencias desafortunadas para su vida individual, familiar y social.

 

Por ejemplo, en Estados Unidos, más de 147,000 niños estadounidenses tienen que acudir a la prisión para ver a sus madres. Muchas mujeres que están encarceladas ¡o quedan embarazadas en cárcel! se ven obligadas a dar a luz mientras están encarceladas.

 

Por otro lado, según el informe de la organización Human Rights Watch, al menos el 15 por ciento de las prisioneras en los Estados Unidos son víctimas de violación por parte de los prisioneros o las autoridades penitenciarias.  Las consecuencias de la violación a las mujeres en prisión no se limitan a las consecuencias psicológicas o sociales.

 

Es muy difícil para las mujeres de la sociedad pasar por la experiencia de la violación y luego las etapas complejas del sistema de salud y tener acceso suficiente a asesoramientos físicos y psicológicos para volver a la vida normal.

 

Queridos amigos, aquí finaliza el programa de hoy; nos despedimos de todos ustedes hasta otra emisión.

 

P/FE/NL