Abr 21, 2020 06:45 UTC

ParsToday – Con esperanza y resistencia, Irán está dejando atrás los difíciles días de lucha contra el nuevo coronavirus.

El combate de Irán contra la COVID-19 es más intenso que en muchos otros países, toda vez que la nación persa está luchando simultáneamente en los dos frentes de sanciones de EE.UU. y los estragos causados por el brote de este virus; aunque Teherán se encuentra bajo difíciles condiciones, ha recogido un avance espectacular en la contención de esta adversidad epidemiológica.
 
La semana pasada, el vocero del Ministerio de Salud iraní, Kianush Yahanpur, declaró que la inversión del país en el sector sanitario ha sido considerable al menos en las últimas 4 décadas entre todos los países del mundo, añadiendo que el 97 % de los fármacos requeridos por el país, se produce dentro de la nación, además de que las medicinas para las personas con enfermedades raras son gratuitas.
 
Dirigiéndose al secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, la fuente persa destacó que el nivel más alto de cobertura de seguro público de salud que ha sido el sueño de cien años de los norteamericanos, ya se ha materializado en Irán.
 
Aun así, no se debe guardar silencio ante las medidas criminales de Washington ya que la continuación de este proceso seguramente redundará en perjuicio de la humanidad. En este sentido, la Asociación Médico Iraní envió la semana pasada una carta dirigida al secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, señalando que comprometer la salud de la gente por fines políticos no solo es ilegal sino también bárbaro.
 
También desde el interior de EE.UU. se escuchan ahora críticas por el mantenimiento de las sanciones a Irán.  
 
Recientemente, más de 20 exdiplomáticos y exempleados de la Seguridad Nacional de EE.UU., enviaron una carta a la Casa Blanca pidiendo a la Administración de Donald Trump que alivie el embargo a la nación persa y emprenda medidas que posibiliten el comercio humanitario con Teherán; sin embargo, las políticas del Gobierno estadounidense tienen una naturaleza antihumana, por lo que aún continúa este proceso.
 
Autoridades del país norteño afirman que la ayuda humanitaria y médica está exenta de las sanciones, pero la organización Human Rights Watch (HRW) ha asegurado que la legislación norteamericana ha afectado el acceso de Teherán a insumos tan importantes como equipos de respiración artificial, CT scan y material desinfectante.
 
Olivier Vandecasteele, director para Irán en la ONG Relief International, con oficinas en Londres y Washington, dijo en una entrevista con la agencia Associated Press que uno de los problemas del suministro de ayuda internacional es aclarar los asuntos jurídicos relativos a las sanciones a fin de asegurarse de la llegada de insumos médicos y medicinas a Irán.
 
El experto iraní Foad Izadi comentó que, bajo las actuales condiciones, los estadounidenses intentan abusar de la COVID-19 para aumentar la presión sobre el pueblo persa y destacó que este libreto indica que el lema de la amistad de EE.UU. con la nación iraní no solo no es verdad, sino que ellos por cualquier medio posible incluso la enfermedad, buscan cobrar víctimas entre ciudadanos persas.
 
Desde su llegada al poder, la Administración de Trump a través de la máxima presión, ha aplicado las más duras e inéditas sanciones en la historia contra la población iraní, como consecuencia de lo cual no solo los activos de Teherán han sido bloqueados en otros países, sino que también por la imposibilidad de intercambios bancarios, ha quedado restringida la importación de medicamentos.
 
Durante los 41 años que pasan del triunfo de la Revolución de 1979, EE.UU. para golpear a la República Islámica, comenzó su hostilidad desde el primer día, colocando en su agenda la congelación de los haberes y la imposición de sanciones como mecanismos para someter a ciudadanos iraníes bajo presión económica.
 
Se puede decir que las penalizaciones y el obstruccionismo de Washington contra Teherán, siguen el objetivo de obligar a Irán a ceder a las presiones de la Casa Blanca. Los norteamericanos incluso han rechazado el pago de préstamos a Irán por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).  
 
En la reunión virtual del viernes del grupo de los 24 del FMI, Peyman Ghorbani, vicepresidente del Banco Central iraní para asuntos económicos, declaró que, en los últimos tres meses, la pandemia de la COVID-19 ha cobrado muchísimas vidas humanas en el plantea, además de provocar enormes estragos humanitarios y económicos en el mundo.
 
Con casi 77 mil casos confirmados del coronavirus y cerca de 5 mil decesos provocados por esta enfermedad, Irán ha sufrido el más duro daño entre los países de Asia Occidental y los países del G24.
 
El vicepresidente del Banco Central iraní, que fue nombrado como el viceprimer jefe del citado grupo, recriminó la conducta de EE.UU. subrayando que tal como se señala en la declaración del grupo de los 24, hace falta que organizaciones internacionales y locales ofrezcan la máxima ayuda financiera y técnica a los países del G24, de forma justa, igual y sin ninguna discriminación.
 
El nuevo coronavirus supone una amenaza con la que hay que acabar, amén de medidas neutralizadoras y curadoras de los países, con una voluntad mundial. En este sentido, la Comisión de Consolidación de la Paz de las Naciones Unidas calificó la pandemia del coronavirus como una crisis humanitaria advirtiendo que este virus representa un peligro considerable para los logros difícilmente obtenidos en materia de la consolidación de la paz en el mundo entero.
 
En un mensaje que escribió en su cuenta de Twitter, el canciller de Irán, Mohamad Yavad Zarif, dijo que la COVID-19 era una oportunidad para que EE.UU. deje su adicción de imponer sanciones; pero Washington escogió vivir en la infamia en la memoria del pueblo de Irán”.
 
Los días marcados por la crisis de COVID-19, coincidieron este año también con el Día Nacional del Ejército.
 
El Ejército de Irán celebró un desfile el viernes usando equipos médicos en lugar de equipos militares en medio del brote de COVID-19 en el país. El desfile, con el nombre en código “Guardianes de la Patria, Asistentes de la Salud”, se llevó a cabo en todo el país.
 
El jueves, el general de división Mohamad Bagheri, jefe del Estado Mayor de Irán, se entrevistó con el general de división Abdolrahim Musavi, comandante en jefe del Ejército, a quien felicitó el Día Nacional del Ejército, recalcando que este cuerpo militar, además de mantener su preparación combativa y defensiva, no ha escatimado esfuerzo para defender la salud del pueblo.
 
A su vez y en un mensaje dirigido a Musavi, el general de división Hosein Salami, comandante en jefe del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI), señaló que la seguridad sostenible de las fronteras terrestres, marítimas y aéreas en interacción con otras fuerzas armadas ha duplicado el brillo de la dignidad, grandeza y autoridad influyente de la nación iraní en la esfera global.  Salami consideró al Ejército y al CGRI como una fuerza unida ante el sistema hegemónico y la Arrogancia.
 
Hoy en día y junto al personal sanitario del país en la lucha contra la COVID-19, el Ejército y el CGRI comparten la misión de proteger la salud de los ciudadanos persas. La asistencia del personal del Ejército, en el marco de la importante misión de suministrar auxilio a los iraníes, así como los logros y equipos que se exhibieron en el desfile del Día Nacional del Ejército y que de inmediato fueron despachados a zonas remotas como parte de las medidas para ofrecer ayuda a la gente, pusieron de manifiesto nuevamente la unidad de la población persa.
 
 
 
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