Jun 27, 2020 07:30 UTC

ParsToday – Al trazar el camino que la gran nación de Irán tiene por delante en el segundo cuarenta años de la vida de la República Islámica, el Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, emitió en febrero de 2019 una declaración estratégica donde detalló las oportunidades y los desafíos del impulso de los objetivos de la Revolución. Uno de los puntos clave indicados en este documento pone énfasis en elevar la posición científica de Irán.

Al respecto, el Líder subraya lo siguiente: 
“Todavía estamos muy lejos de alcanzar la cima de la ciencia a nivel mundial; debemos llegar a la cúspide, debemos traspasar las actuales fronteras científicas en las carreras importantes. Estamos muy lejos de esta fase. Nosotros empezamos desde cero. El vergonzoso atraso de la ciencia en las épocas de los reinados de los Kayar y los Pahlavi, en momentos en que la competición científica mundial apenas había empezado, nos asestó un duro golpe, dejándonos leguas por detrás de esa veloz caravana (…) La primera piedra de una revolución científica en el país está puesta, y esa revolución ha dado mártires como los expertos en energía nuclear asesinados. Levántense y hagan fracasar a un enemigo malévolo y rencoroso al que aterroriza su Yihad del esfuerzo científico”. 
 
Analizando el contenido de esta parte de la citada declaración, se puede concluir que el objetivo estratégico en el Segundo Paso de la Revolución es dar un salto científico en el país, considerando el veloz movimiento y desarrollo de la ciencia en el mundo. 
 
En este sentido, el Líder destaca el papel de los jóvenes y el aumento de su participación en la promoción de la posición de la ciencia y enfatiza que la universidad y el estudiante, como uno de los capitales más importantes de Irán, deberían desempeñar un rol fundamental y determinante en el desarrollo científico y tecnológico del país. 
 
Un vistazo a los años anteriores demuestra que hasta unos años después del triunfo de la Revolución de 1979, no hubo mano de obra profesional en algunas ciudades de Irán, por lo que, por ejemplo, médicos de países de la región trabajaban en distintas localidades del país. A principios de la década de 1990, la educación superior del país dio una nueva vida a la investigación y la producción de la ciencia en el país al crear y desarrollar cursos de posgrado, a la vez que institutos de investigación se fueron estableciendo en el país. En la década de 2.000, se aceleró el crecimiento científico del país. Ahora, en la década de 2010, las estadísticas muestran que Irán ocupa el puesto 16 en el mundo en términos de la producción científica, lo que significa el aumento de la credibilidad científica de Irán. 
 
Entre los indicadores educativos, en algunas carreras científicas, tales como la biotecnología y la nanotecnología, las universidades iraníes ocupan el séptimo y el noveno lugar. Asimismo, en los últimos años, los científicos iraníes han obtenido éxitos espectaculares en otras áreas, tales como la tecnología de células madre, la tecnología nuclear, la industria aeroespacial y en los sectores médico y farmacéutico. 
 
Las estadísticas muestran que en el país, actualmente cerca de 5 millones de estudiantes hacen carreras en 119 universidades y centros  de educación superior gubernamentales; 28 centros de educación superior afiliados a organismos ejecutivos; 295 universidades sin fines lucrativos; 550 campus de la Universidad a Distancia Payam-e Noor; 385 campus de la Universidad Islámica Azad; 739 centros científicos de educación superior y 274 centros de capacitación técnico-profesional y formación de maestros.
 
Desde principios de la década de 1990, también se activó el sector de la investigación de las universidades y al ponerse en marcha cursos de maestría y doctorado, se establecieron nuevos centros de investigación, nuevos laboratorios y se comenzó a formar especialistas, con lo cual ahora el conjunto académico del país se está moviendo hacia la transferencia de la tecnología y ciencia a la sociedad. Igualmente, más de 80 mil profesores trabajan en las universidades de Irán, con una importante participación en la producción de la ciencia en el país.
 
 Ahora se puede decir que los progresos científicos del país en distintos ámbitos como la matemática, química, física, ciencias humanas, ciencias básicas, etc., no son comparables en absoluto con lo que hubo en los años antes de la Revolución de 1979.
 
 Reza Fayaz Moytahedi, con título de doctorado en Gestión Estratégica y profesor universitario, en cuanto a los logros científicos de Irán después de la Revolución Islámica, dice: “Los desarrollos posrevolucionarios en el campo de las universidades y los centros industriales y de defensa no son comparables con el pasado. Antes de la Revolución, los técnicos e ingenieros extranjeros ni siquiera permitían que la información y las ciencias requeridas para el impulso de las industrias fueran transmitidas a los ingenieros iraníes”. 
 
Este catedrático añade: “Los avances de Irán en los campos aeroespacial, biotecnología, nuclear, nanotecnología y medicina son increíbles para el mundo y se consideran extraordinarios; estos avances se han logrado en condiciones en que Irán ha estado bajo sanciones y desde luego sufrió una guerra impuesta (por Irak; 1980-88)”.
 
 La clasificación académica de universidades del THE (Times Higher Education), en su ranking 2019, clasificó a Irán, con un crecimiento del 60 por ciento, como la primera nación entre los países islámicos en términos de contar con prestigiosas universidades.
 
 El Dr. Mohamad Yavad Dehghani, jefe de la Base de Datos de Citaciones Científicas del Mundo Islámico (ISC, por sus siglas en inglés), dice al respecto:  “Entre 2012 y 2014, solo una universidad de Irán, y en 2015 la Universidad de Tecnología Sharif y la Universidad de Tecnología de Isfahán se clasificaron en el ranking del THE, mientras que en 2016 este número se elevó a 8, en 2017 a 13, en 2018 a 18, y en 2019 a 29, que destacan entre las mejores 1.258 universidades de 86 países del mundo”
 
En términos de clasificación, entre los países islámicos, Irán ocupa el primer lugar con 29 universidades, seguido por Turquía con 23 universidades, Egipto con 19, Malasia con 11 y otros países islámicos con menos instituciones de educación superior.
 
Asimismo, el periódico “U.S. News & World Report” ha evaluado a la Universidad de Teherán como la mejor de Irán y la 66ª de Asia, apoyándose en artículos científicos y avances científicos.
 
También en el área de la investigación, la producción científica ha comenzado en centros de crecimiento establecidos en parques científicos y tecnológicos. Según el Ministerio de Ciencia iraní, 43 de parques de este tipo operan en el país y, dentro de ellos, hay muchas empresas basadas en conocimientos, que producen nuevos productos.
 
Las bases de datos internacionales ISI y Scopus han confirmado en un informe que Irán ha obtenido un ranking científico aceptable y creciente en los últimos años y ocupa una buena posición entre los países que disfrutan de un buen crecimiento científico.
 
Entre las actividades académicas más importantes de Irán destacan la ejecución de proyectos conjuntos, intercambio de estudiantes de doctorado, el uso de profesores extranjeros y la celebración de talleres, seminarios y conferencias conjuntos
 
La presencia de más de 2100 científicos y miembros del profesorado extranjero en Irán para ampliar la cooperación bilateral, seminarios, cursos de capacitación y educativos y la implementación de proyectos de investigación de investigación conjuntos figuran entre los logros de las universidades en este sector.
 
Estos logros respaldan el avance en el Segundo Paso de la Revolución. Sin embargo, el Líder de la Revolución, el ayatolá Jamenei, enfatiza: “En lo que quiero hacer hincapié es en el hecho de que este camino recorrido, a pesar de su importancia, ha sido solo el comienzo y nada más. Todavía estamos muy por debajo de la cima en cuanto a la ciencia a nivel mundial. Necesitamos llegar a la cúspide. Tenemos que traspasar las actuales fronteras científicas en los campos más destacados”.
 
 
 
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