Ago 08, 2020 02:52 UTC

ParsToday - Uno de los temas más importantes mencionados en la “Declaración del Segundo Paso de la Revolución”, emitida en febrero de 2019 con ocasión del 40.º aniversario de la misma por el Líder de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, es ciencia e investigación.

Al destacar la importancia de este tema, el Líder señala: “La ciencia es el instrumento más patente de la dignidad y el poder de un país. La otra cara del conocimiento es la habilidad. El mundo occidental se granjeó para sí riqueza, influencia y poder durante alrededor de 200 años, gracias a sus avances científicos y, a pesar de sus débiles bases morales e ideológicas, pudo dominar las sociedades —que se quedaron atrás en el tren de la ciencia—, y controlar sus políticas y economías, imponiéndoles el estilo de vida occidental. Desaconsejamos que se abuse de la ciencia como lo hizo el Occidente; sin embargo, insistimos en la necesidad del país de que fluyan entre nosotros las fuentes de la ciencia”.
 
 
 
La nación iraní ha entrado en la quinta década de la vida de su revolución en condiciones en que ha superado muchos obstáculos para lograr avances impresionantes y ha salido con la cabeza alta en diversos campos, incluido el sector científico. En un punto de inflexión tal, el Líder de Irán emitió la citada Declaración del Segundo Paso de la Revolución pidiendo que continúe este claro camino y ofreciendo recomendaciones básicas con el objetivo de realizar el “gran Yihad para hacer un gran Irán islámico”.
 
 
 
Desde este punto de vista, el documento en mención marcará el "nuevo capítulo de la vida de la República Islámica" acercando a la Revolución a su gran ideal, que es la creación de una nueva civilización islámica.
 
 
 
Un repaso a los acontecimientos de los últimos 40 años pone de relieve que la Revolución Islámica y el sistema emanado de la misma comenzaron desde cero. Pero a pesar de todos los problemas, en estos 40 años, hemos sido testigos de brillantes honores y sorprendentes progresos en el Irán islámico.
 
 
 
La Revolución Islámica puso fin a una larga decadencia histórica y colocó al país en el camino del progreso, ya que con las dinastías Pahlavi y Qayar había sido severamente humillado, quedando en un atraso terrible.
 
 
 
Después de la Revolución de 1979, comenzaron las sanciones, y los enemigos, imponiendo una guerra desigual y aplicando políticas obstruccionistas, desde el mismísimo principio trataron de obstaculizar el crecimiento y desarrollo de Irán. Sin embargo, el Imam Jomeini (que en paz descanse) convirtió a los jóvenes en los actores clave de la gestión del país y transmitió a todos el espíritu y la creencia en que “sí podemos”.
 
 
 
Así, los jóvenes del país dieron inicio a un movimiento de yihad en el ámbito de la ciencia y el conocimiento convirtiendo las amenazas y la escasez en una oportunidad a favor del dinamismo y el desarrollo, lo que resultó en el crecimiento y florecimiento en distintas ciencias.
 
 
 
En este campo, el desarrollo de la ciencia y la tecnología se convirtió en el motor del crecimiento del país. Actualmente, en las grandes áreas científicas, Irán ocupa los primeros puestos a nivel mundial, como el ciclo del combustible nuclear, las células madre, la nanotecnología, la biotecnología y similares.
 
 
 
La superioridad de Irán con respecto a muchos países en diversas disciplinas universitarias, el florecimiento de ramas importantes y delicadas de la medicina, llegando a erigirnos en referencia, junto a muchas decenas de ejemplos de progreso, son producto del esfuerzo y la voluntad colectiva que la Revolución trajo al país como regalo.
 
 
 
El Irán de antes de la Revolución tenía cero producciones de ciencia y tecnología; en industria no tenía más capacidad que la del montaje; y en ciencia no tenía más talento que la traducción.
 
 
 
Irán en la actualidad está en una posición valiosa. Sin embargo, el camino recorrido hasta ahora forma parte, simplemente, del glorioso camino hacia los elevados ideales de la República Islámica.
 
 
 
En sus recomendaciones para completar los pasos tomados en los últimos 40 años, el Líder de la Revolución ha considerado que la dignidad y el poder de un país requieren de la continuidad en seguir avanzando en el camino de la ciencia e investigación.
 
 
 
El resurgimiento científico en el país, que comenzó hace casi dos décadas, se ha estado desarrollando a una velocidad sorprendente para los observadores mundiales, es decir, 11 veces más rápido que el ritmo promedio del crecimiento científico mundial.
 
 
 
Los logros en ciencia y tecnología han colocado a Irán en el puesto 16 de entre más de 200 países del mundo, y en algunos campos sensibles y novedosos, lo han situado en las primeras posiciones. Todo esto se ha producido pese a las sanciones financieras y científicas contra el país.
 
 
 
El Dr. Said Sarkar, secretario del Cuartel de Desarrollo de Tecnología de Irán, dice que “en función de la población de países, ningún país europeo está por delante de Irán en la producción de calidad de la nanociencia, y los tres países que están por encima de nosotros, son más poblados que Irán".
 
 
 
Este gran paso es una señal halagüeña para seguir adelante y promete que Irán ya ha preparado muchas de las infraestructuras necesarias para acelerar la producción de la ciencia.
 
 
 
El Dr. Reza Malekzadeh, científico iraní de ciencias médicas, describe este movimiento como un nuevo movimiento que abarca una amplia gama de esfuerzos y avances científicos.
 
 
 
Entre los logros de este nuevo movimiento científico en el país destacan el tratamiento de muchas enfermedades utilizando las ciencias modernas de la terapia celular y la ingeniería genética; domesticación y producción de medicamentos nuevos y estratégicos con alto valor agregado como medicinas recombinantes; fabricación de dispositivos requeridos por la industria médica y muchas investigaciones aplicadas.
 
 
 
Un vistazo a los logros de investigación de las ciencias médicas, especialmente entre 2013 y 2019, demuestra que Irán, al crear grandes infraestructuras de investigación, ha estado pensando en un gran salto en la producción de ciencias médicas.
 
 
 
La publicación de decenas de artículos en las mejores revistas científicas del mundo; el crecimiento de empresas basadas en el conocimiento y el desarrollo de la cooperación científica internacional; y la capacitación de investigadores talentosos para avanzar en la investigación científica en los próximos años, son los horizontes que Irán ha tiene trazados al crear infraestructuras de investigación.
 
 
 
La suma de todos estos esfuerzos ha llevado a Irán a dar grandes pasos para mantener el primer rango en la producción científica en las áreas más importantes del progreso científico.
 
 
 
En una reunión en agosto de 2019 con un grupo de jóvenes de élite y ganadores de medallas en las olimpiadas científicas mundiales, así como miembros del equipo nacional de voleibol juvenil que se adjudicó en aquel año el título de campeona del mundo del torneo de Voleibol Masculino Sub-21, el ayatolá Jamenei, Líder de la Revolución Islámica, elogiando la perspicacia, la sabiduría y la racionalidad de la juventud de élite, consideró el camino de la élite como un camino sin fin y dijo que "un progreso científico beneficioso para el país es viable con una visión revolucionaria basada en el pensamiento islámico, y los jóvenes de élite deberían elegir como objetivo principal llegar a las fronteras de la ciencia y la tecnología y expandir las mismas”.
 
 
 
También en su Declaración del Segundo Paso de la Revolución, el Líder precisa:
 
“En lo que quiero hacer hincapié es en el hecho de que este camino recorrido, a pesar de su importancia, ha sido solo el comienzo y nada más. Todavía estamos muy por debajo de la cima en cuanto a la ciencia a nivel mundial. Necesitamos llegar a la cúspide. Tenemos que traspasar las actuales fronteras científicas en los campos más destacados”.
 
 
 
Pese a todos los esfuerzos que se han realizado desde el triunfo de la Revolución Islámica, sobre todo en los últimos 20 años, con respecto al movimiento científico y tecnológico, todavía hay un gran atraso. No hay duda de que el desarrollo científico del país no es posible sin los esfuerzos de sus expertos y su élite.
 
 
 
La Revolución ahora ha comenzado su segundo paso, y lo que otorga dinamismo y continuidad a este movimiento es que este crecimiento científico debería entrar en etapas más elevadas. Y en esta dirección, en la que están presentes muchos rivales científicos, deberíamos tener un movimiento más acelerado en el campo de la ciencia, lo que es una de las recomendaciones más importantes del Líder en el Segundo Paso de la Revolución.
 
 
 
Como ha dicho el ayatolá Jamenei, “el camino recorrido, a pesar de su importancia, ha sido solo el comienzo y nada más. Todavía estamos muy por debajo de la cima en cuanto a la ciencia a nivel mundial. Necesitamos llegar a la cúspide. Tenemos que traspasar las actuales fronteras científicas en los campos más destacados”.
 
 
 
P/FE/JP
 
 

 

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