Ago 31, 2020 12:42 UTC

ParsToday – Estimados oyentes, estos días coinciden con las ceremonias de luto por el martirio del Hazrat Aba Abdulá al-Husein (saludos de Dios a él), el tercer Imam de los chiíes del mundo, y de sus compañeros, que cayeron mártires en Karbala el 10 del mes de Muharram del año 61 de la hégira lunar.

En esta ocasión, millones de amantes del Imam Husein y de su familia han celebrado ceremonias de duelo en todas las partes del Irán islámico.
 
El evento de Ashura contiene grandes mensajes y lecciones históricas y manifestaciones inigualables de la resistencia contra la opresión. Los rituales de luto siempre han sido una oportunidad para tener una comprensión más profunda del acontecimiento de Ashura.
 
Una vez más, extendemos nuestras condolencias con este motivo, y en la continuación del programa, vamos a analizar los desarrollos de la semana pasada en Irán.
 
El Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, se reunió el domingo pasado y mediante videoconferencia, con el presidente iraní, Hasan Rohani, y su gabinete, en el marco de la “Semana del Gobierno”, que así fue denominada en memoria del expresidente Mohamad Ali Rayai y del exprimer ministro Mohamad Yavad Bahonar, que cayeron mártires en un atentado con bomba perpetrado contra la sede gubernamental el 30 de agosto de 1981.
 
En el encuentro, el ayatolá Jamenei calificó el suceso de Ashura como el pico de la yihad o guerra santa, el sacrificio y el martirio y, refiriéndose a la coincidencia de la Semana del Gobierno con la primera década de Muharram, agregó que la Semana del Gobierno también se basa en la yihad y el martirio, toda vez que tanto Rayai como Bahonar hicieron que fueran merecedores de la gran recompensa divina, es decir el martirio, con yihad continua, arduo trabajo y esfuerzo al estar rodeados por los problemas y al abstenerse de perseguir intereses personales.
 
 
 
El Líder de la Revolución Islámica, enfatizando temas como la producción, la inversión, el mantenimiento del valor de la moneda nacional y el distanciamiento de la venta de materias primas y de la exportación descontrolada de materias primas como el petróleo, aludió a los potenciales macroeconómicos y las riquezas internas del país para luego aclarar que la economía nacional no debe estar vinculada a los acontecimientos extranjeros. El Líder de la Revolución señaló luego que la planificación económica del país no debe estar supeditada al levantamiento de las sanciones o del resultado de las elecciones del fulano país, ya que esto sería un error estratégico.
 
Estas declaraciones del ayatolá Jamenei ponen en evidencia las potencialidades de la República Islámica frente a los problemas, acompañadas por un modelo de construcción de sistemas con base en los valores éticos, religiosos y sociales, el cual hoy en día y transcurridos 41 años del triunfo de la Revolución, sigue desafiando a los regímenes pretenciosos del Occidente.
 
Continuando con su discurso y refiriéndose al fracaso de distintas escuelas humanas para manejar la sociedad, el ayatolá Jamenei consideró a EE.UU. como un modelo verdaderamente fallido y dijo lo siguiente: “los valores humanos, tales como la salud, la justicia y la seguridad, son pisoteados en EE.UU. más que en cualquier otro país. Allá, la brecha de clases es terrible.  El número de hambrientos y personas sin hogar en EE.UU. es mayor que en los países convencionales del mundo. Según denunciaron explícitamente los contrincantes en las campañas electorales, uno de cada cinco niños estadounidenses pasa hambre, además de que, en EE.UU., la tasa de inseguridad y criminalidad es muy alta”.
 
El Líder de la Revolución Islámica calificó la presencia de personas al frente de Estados Unidos, que son una fuente de humillación para ese país, como otra señal del fracaso de los modelos humanos y utópicos en declive de los occidentalizados y agregó que el modelo independiente del Islam para la construcción de sistemas y sociedades, está fundamentado en los tres pilares de la fe, la ciencia y la justicia.
 
 
 
La semana pasada, el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, realizó una visita de dos días a Teherán donde sostuvo importantes negociaciones sobre la cooperación bilateral.
 
Esta cooperación siempre ha estado basada en los compromisos internacionales y ha estado en un marco técnico y profesional. Sin embargo, el hecho de que, en los últimos años, la agencia se haya dejado llevar por las presiones de EE.UU., destinadas a instrumentalizar a este ente contra Irán, ha generado ciertas dudas.
 
Parte de las pláticas de Rafael Grossi en Teherán estuvo enfocada en estos temas. En este contexto, ambas partes consideraron constructivas las negociaciones técnicas y de salvaguardias, y se estableció que la agencia nuclear de la ONU realice sus funciones de manera profesional e independiente y que Irán, a su vez, cumpla con sus obligaciones. 
 
En cuanto a lo que Irán espera de la cooperación con la AIEA, el director de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi, dijo que “en los últimos años, en que se fabricó un expediente contra nosotros, nunca hemos cedido a demandas fuera de los marcos legales ni lo haremos de aquí en adelante; nosotros actuamos sobre la base de la soberanía y los intereses nacionales, y ahora también estamos actuando y negociando en el marco de las regulaciones y los compromisos”.
 
A su vez, el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, pidió al director general de la AIEA que, en sus interacciones, respete los principios de la imparcialidad y el profesionalismo.
 
La cooperación entre Irán y la agencia alcanzó un nivel sin precedentes desde la implementación del acuerdo nuclear, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), de manera que incluso los críticos de este pacto reconocieron este tema.
 
 
 
Una vez rechazado el borrador de resolución para extender el embargo de armas a Irán en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), el presidente norteamericano, Donald Trump, prometió que activará el mecanismo de snapback (restablecimiento automático de las sanciones contra Irán levantadas tras la aprobación de la Resolución 2231 en el CSNU, la cual adosó el JCPOA).
 
En 2017, el Consejo impuso un embargo de armas a Irán, el cual se levantará el próximo 18 de octubre en virtud del acuerdo nuclear firmado en julio de 2015 en Viena por Irán, Rusia, China, Alemania, el Reino Unido, Francia y EE.UU.
 
En una carta dirigida recientemente al presidente de turno del CSNU, el canciller persa especificó que, por diversas razones, EE.UU. no tiene ningún derecho de restablecer las sanciones antiraníes, recogidas en las ya abolidas resoluciones del Consejo de Seguridad.
 
Washington ha acabado formalmente con su participación en el JCPOA, quitándose así cualquier derecho a invocar el mecanismo de resolución de disputas, previsto en este convenio.
 
En un discurso el 8 de mayo de 2018, el exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo que “no invocamos el contenido de la Resolución 2231, ya que hemos abandonado el JCPOA”.
 
Estados Unidos ha violado el JCPOA y la Resolución 2231 al retirarse unilateralmente de este acuerdo, al reintroducir las sanciones y al castigar a los que han estado comprometidos con el convenio.
 
Teniendo en cuenta estas realidades, Irán espera que el CSNU obligue a EE.UU. a rendir cuentas por infligir daños irreparables al pueblo iraní solo por egocentrismo personal o por intereses políticos internos.
 
 
 
P/FE/RH

 

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