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Joe Biden, candidato demócrata en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, considerado a sí mismo presidente electo, criticó el 18 de noviembre el retraso en el inicio del proceso de transición en el país, aludiendo que si los recursos financieros y de inteligencia no se dejan en manos de su equipo lo antes posible, en el plan de la lucha contra el coronavirus se retrasara.

 

Biden, declarado por los medios norteamericanos ganador de las elecciones, se quejó del sabotaje de las instituciones federales en el proceso de transferencia del poder. Señaló que la poca conocida Administración de Servicios Generales (GSA, siglas en inglés) se ha convertido en el mayor obstáculo para el traspaso del poder y los esfuerzos para lidiar con la pandemia de la COVID-19.

 

 

 

Explicó al respecto que "hay muchas cosas a las que aún no tenemos acceso, incluida la información sobre el equipo de protección personal y el plan de distribución de la vacuna contra la COVID-19".

 

 

 

La GSA y su titular, Emily  Murphy, deben certificar al ganador de las elecciones presidenciales de Estados Unidos para que, simultáneamente con el comienzo de la transición del poder, los recursos materiales (para estar al tanto de los autos gubernamentales) estén disponibles para el presidente electo .

 

 

 

Sin embargo, Murphy y la GSA siguen sin declarar al presidente electo debido a que el presidente Donald Trump se opone abierta y fuertemente a los resultados de las elecciones y se niega a aceptar su derrota acusando a Biden de fraude.

 

 

 

Conversando con el personal médico en Washington, Biden advirtió que mientras no se proporcionen información y recursos financieros a su equipo de transferencia del poder, su gobierno tardaría semanas o incluso meses en combatir el coronavirus.

 

 

 

Con anterioridad, un miembro de la campaña de Biden dijo que este equipo se encontraba considerando emprender acciones legales contra la Administración de Servicios Generales por retrasar el reconocimiento de la victoria de Biden en los comicios y el traspaso del poder.

 

 

 

Agregó que actualmente, el equipo de transición de Biden no tiene acceso al Departamento de Estado, cuestión que anteriormente facilitaba la comunicación entre los líderes extranjeros y el presidente electo de EE.UU.

 

 

 

La legislación estadounidense no establece explícitamente, cuándo, la Administración de Servicios Generales debe actuar al respecto, pero el equipo de transición de Biden afirma que su victoria es segura y que la demora no está justificada, pese a que Trump se niegue a aceptar la derrota.

 

 

 

LOCUTORA: Los miembros de la Cámara de Representantes de EE.UU. reeligieron el 18 de noviembre a Nancy Pelosi como presidenta de esta institución. Según el Wall Street Journal, los legisladores demócratas expresaron su apoyo a Pelosi para un cuarto mandato como presidenta de la Cámara de Representantes.

 

 

 

Pelosi, quien ocupa este cargo desde 2003, es una de las adversarias más acérrimas del actual presidente Donald Trump, a quien ha criticado en público en reiteradas ocaiones.

 

 

 

La jefa de la Cámara de Representantes dijo el 20 de noviembre que la presencia de un presidente demócrata en la Casa Blanca a partir del próximo año significa que no habrá más transigencia con los republicanos y que ello otorgará más poderes a la Cámara de Representantes controlada por los demócratas .

 

 

 

"Tuvimos una gran victoria en las últimas elecciones (de 2018); es más pequeño ahora", dijo Pelosi a los periodistas. Añadió: “Pero todavía tenemos el poder de la mayoría. Además de eso, nuestra influencia y nuestro poder aumentan enormemente al tener un presidente demócrata en la Casa Blanca”.

 

 

 

LOCUTORA: Según un nuevo estudio realizado por la Universidad de Chicago, la tasa de pobreza en EE.UU. ha aumentado en un 2%, y alrededor de siete millones de personas en el país se han agregado a los que viven por debajo de la línea de la pobreza.

 

 

 

Según el estudio, que investiga el ingreso mensual del pueblo estadounidense, el programa de paquetes de ayuda del gobierno por el coronavirus ha finalizado.

 

 

 

El aumento de la tasa de pobreza en EE.UU está relacionado con la suspensión de los paquetes de ayuda que se proporcionaban a los desempleados, que ganaban entre 200 y 600 dólares a la semana.

 

 

 

Según Bruce Meyer, profesor de la Universidad de Chicago, la tasa de pobreza disminuyó al comienzo de la pandemia, ya que en un principio se brindaba mucha ayuda a las personas afectadas en la sociedad. Pero ahora los ahorros del pueblo se están agotando, e incluso ha comenzado a pedir préstamos a familiares y amigos. Es un gran problema el hecho de que el ingreso de la gente es aún menos de lo que ganaba antes de la epidemia.

 

 

 

Según Meyer, la tasa de pobreza aumentó del 9,3 por ciento al 10,3 por ciento al terminar los paquetes de ayuda.

 

 

 

La tasa de pobreza en el país norteño ha subido en condiciones en que se prevé que los paquetes de ayuda de emergencia para las personas afectadas por el coronavirus terminen el próximo mes, lo que infligiría otro shock a la tasa de pobreza.

 

 

 

Aún quedan otros dos paquetes de ayuda del gobierno de EE. UU., que finalizarán el 26 de diciembre.

 

 

 

Uno de ellos es la Ley de Asistencia, Alivio y Seguridad Económica, por la que un grupo de desempleados recibían seguro de desempleo durante el brote del coronavirus. En caso de la cancelación de este paquete, aproximadamente 7 millones 300 mil desempleados quedarán privados del seguro de desempleo.

 

 

 

Otro paquete de rescate por la COVID-19 es la ley de Compensación de Desempleo de Emergencia por la Pandemia (PEUC, por sus siglas en inglés), con la cancelación de la cual 4 millones 600 mil ciudadanos estadounidenses que han recibido hasta ahora seguro de desempleo, ya no podrán recibirlo.

 

 

 

Más de 255 mil estadounidenses han perdido la vida por la COCVID-19 hasta la fecha. La presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi ha dicho que Estados Unidos está en una crisis económica y 17 millones de niños carecen de seguridad alimentaria.

 

 

 

LOCUTORA: Refiriéndose a los problemas económicos que los ciudadanos norteamericanos tienen por delante, el sitio web de la cadena de televisión ABC informó que 12 millones de estadounidenses perderán sus beneficios de desempleo después de las vacaciones de enero de 2021.

 

 

 

Según los expertos, el corte de estos beneficios podría empujar a muchas familias a la pobreza y, al mismo tiempo, generar problemas para la recuperación económica. El 26 de diciembre vencerán dos beneficios gubernamentales aprobados en virtud a la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica del Coronavirus (CARES, sigla en inglés).

 

 

 

Uno de ellos es la Asistencia de Desempleo por la Pandemia (PUA, por sus siglas en inglés), que ha dado el subsidio por desempleo a trabajadores independientes.

 

 

 

Según un estudio publicado el 18 de noviembre por la Fundación Century, de esta manera 7 millones 300 mil trabajadores se verán privados de ingreso inmediato necesario.

 

 

 

Los análisis demuestran que otros 4 millones 600 mil obreros se verán excluidos del plan de Compensación de Desempleo de Emergencia por la Pandemia (PEUC, por sus siglas en inglés), otro beneficio bajo la ley CARES, que proporciona 13 semanas de ayuda por desempleo, más allá de las 26 semanas de ayuda que ofrecen los estados.

 

 

 

Según Bob Schwartz, economista principal de Oxford Economics en Nueva York, el fin de los planes de estímulo supone "una verdadera prueba" para la economía estadounidense.

 

 

 

El programa de asistencia de desempleo está venciendo mientras la enfermedad de la COVID-19 se está extendiendo por todo el país norteño y se están aplicando nuevas restricciones en distintos estados y ciudades.

 

 

 

P/FE/JP