Ene 05, 2021 08:39 UTC

ParsToday - En el nombre de Dios y con saludos a todos ustedes, queridos oyentes y enhorabuena por el inicio del Año Nuevo 2021, hemos preparado un programa especial con los acontecimientos más importantes de Irán en el año que pasó. Quédense con nosotros por favor.

El 2020 fue para Irán un año con eventos marcados por la resistencia y con esfuerzos en todos los ámbitos.
 
En el año que hemos dejado atrás, los enemigos de Irán hicieron e implementaron muchos planes para intensificar las presiones económicas, políticas y en materia de seguridad contra el país persa.
 
En este sentido, EE.UU. puso en su agenda el amplio uso de sanciones paralizantes para ejercer presión económica sobre el pueblo. Al fracasar la política de máxima presión y sus políticas coercitivas debido a la resistencia del pueblo iraní, Washington emprendió la política de presión en el ámbito de seguridad, cometiendo en los primeros días de 2020 un crimen terrorista contra esta nación.
 
Así, el 3 de enero de 2020, Estados Unidos perpetró un gran crimen al asesinar al mayor general Qasem Soleimani, jefe de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, con lo cual demostró una vez más que sigue buscando sembrar inseguridad en la región, ejecutando acciones terroristas.
 
En este ataque con drones estadounidenses, ocurrido cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad, capital iraquí, cayeron mártires también cuatro iraníes que acompañaban a Soleimani, así como Abu Mahdi al-Muhandis, subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), y sus acompañantes.
 
Con este magnicidio, Estados Unidos puso en el punto de mira a comandantes que habían infligido duros golpes al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), el anuncio oficial del fin de cuyo califato por parte de Soleimani fue un gran acontecimiento cuyo honor quedó grabado para la sociedad iraní para siempre.
 
Este asunto cobra mayor importancia si se tiene en cuenta que más de 100 países en el mundo reclutaron, entrenaron y equiparon a gente para el EIIL a fin de crear una brecha entre el este y el oeste del eje de la Resistencia y eliminar sin trabas a todos y cada uno de los miembros de este eje y, en última instancia, a Irán, pero no lo consiguieron.
 
Los enemigos de la nación persa han demostrado que para lograr sus objetivos no tienen ningún escrúpulo en cometer todo tipo de crímenes, desde el asesinato del general Soleimani —quien jugó un papel clave en la aniquilación de Daesh y en la lucha contra el terrorismo respaldado por EE.UU., Israel y Arabia Saudí— , hasta la eliminación física de científicos iraníes en los campos de la ciencia y la defensa.
 
LOCUTORA
 
Así, el año 2020 terminó con otra maldad de los enemigos de Irán.
 
El 27 de noviembre, Mohsen Fajrizade, científico nuclear y director de la Organización de Investigación e Innovación del Ministerio de Defensa de Irán, fue asesinado en un ataque terrorista en los alrededores de Teherán, capital persa.
 
Fajrizade dio pasos efectivos en el campo de actividades científicas y de investigación, incluyendo la producción de kits de diagnóstico del nuevo coronavirus y el manejo del proyecto de producción de vacunas anti-COVID-19 en el país.
 
En un mensaje, el Líder Supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, expresó sus condolencias por el martirio de Fajrizade, haciendo hincapié en el castigo definitivo de los que dieron la orden y los responsables de este crimen, y en la necesidad de proseguir los esfuerzos científicos y técnicos de este mártir.
 
La nota añadió que “este prominente científico nuclear y defensivo, que cayó mártir a manos de mercenarios criminales y crueles, sacrificó su valiosa vida por sus grandes y duraderos esfuerzos científicos en el camino de Dios, y el alto estatus del martirio es su recompensa divina”.
 
El asesinato de científicos nucleares persas a manos de organizaciones y gobiernos terroristas data de años anteriores. De 2010 a 2012 y en una serie de atentados terroristas con bombas en Teherán, murieron algunos científicos nucleares iraníes, cuyos nombres habían sido mencionados en los informes presentados a las Naciones Unidas por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). Estos científicos nucleares asesinados son Masud Ali-Mohamadi, Mayid Shahriari, Dariush Rezaineyad y Mostafa Ahmadi-Roshan.
 
El mártir Fajrizade era uno de los prominentes científicos cuyo nombre fue mencionado directamente y en abril de 2018 por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la lista de los planes de asesinato.
 
En abril de 2015, el reconocido periodista de investigación norteamericano Seymour Hersh, en un artículo titulado ¿Nuestros hombres en Irán? y publicado en la revista The New Yorker, reveló que el asesinato de científicos iraníes era un proyecto conjunto de Israel y Estados Unidos, llevado a cabo por elementos de la organización terrorista Muyahidín Jalq (MKO, en inglés), señalando, citando a fuentes de inteligencia, que EE.UU. adiestraba desde hace mucho tiempo a un grupo de miembros de esta organización en el desierto de Nevada para realizar operaciones de sabotaje y asesinato.
 
El historial de los actos de la agencia de inteligencia israelí, el Mossad; la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU., y los servicios de inteligencia británicos pone de relieve que el asesinato de las élites políticas de los países ha sido parte de sus objetivos comunes.
 
LOCUTORA
 
El 2020 también fue un año tenso debido a los sabotajes de Estados Unidos y Europa en la implementación del acuerdo nuclear iraní, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés).
 
Tras la retirada de EE.UU. del JCPOA en mayo de 2018, la República Islámica ejerció durante un año la “paciencia estratégica”, dando tiempo a los otros socios del pacto, especialmente al trío europeo (Alemania, Francia y el Reino Unido) —que prometieron compensar dicho abandono —  para cumplir con sus compromisos en virtud del documento.
 
Pero al faltar las partes europeas a su promesa, el Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, acogiéndose a los artículos 26 y 36 del JCPOA, decidió en mayo de 2019 recortar paso a paso las obligaciones nucleares del país. La decisión se llevó a cabo en cinco etapas, la última de las cuales fue en enero de 2020.
 
En diciembre y tras el asesinato del científico nuclear Fajrizade, el Parlamento de Irán aprobó la denominada ley “Acción Estratégica para el Levantamiento de las Sanciones y Protección de los Derechos de la Nación iraní”.
 
El JCPOA fue producto de años de intensas negociaciones, que finalmente fue firmado el 14 de julio de 2015 entre la República Islámica de Irán y el G-5 (Rusia, China, Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania), y con la participación de la entonces Alta Representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini.
 
El JCPOA nunca fue aceptado por Irán como un factor de disuasión. El objetivo seguido por Teherán ha sido generar confianza e interacción mutuas con base en los compromisos recíprocos y durante un período de tiempo concreto. Por eso, la opinión pública se opone duramente a que el pacto en mención se mantenga vivo si es que la situación continúa tal y como está ahora. Y el Parlamento, como representante de la opinión pública, aprobó la nueva norma sobre el programa nuclear conforme a la voluntad popular.
 
LOCUTORA
 
El 2020 también fue un año lleno de esfuerzos para el personal médico y sanitario de Irán en la lucha contra el nuevo coronavirus. Los éxitos cosechados por el país en este sentido demostraron que el pueblo persa nunca sucumbirá a presiones y problemas.
 
Estados Unidos también adoptó medidas terroristas para presionar a Irán en esta área. El año pasado, la Casa Blanca utilizó el patógeno como un medio de presión contra el pueblo iraní y lograr los objetivos de su política exterior.
 
La negativa del presidente norteamericano Donald Trump a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) diese préstamos a Irán, y su esfuerzo para sabotear la compra por Teherán de vacunas anti COVID-19, destacan entre las medidas hostiles de Washington contra la nación persa.
 
 
 
Las sanciones crueles de EE.UU., sobre todo en lo que se refiere al acceso de Irán a fármacos e insumos médicos requeridos para tratar a los pacientes, nunca se olvidarán.
 
En un vistazo, el año 2020 fue para Irán una prueba de su resistencia ante las presiones estadounidenses y el unilateralismo. La influyente presencia del país en el campo de los desarrollos regionales evidenció que la nación persa no sólo no está aislada, sino que defiende poderosamente sus derechos y sigue avanzando en distintos sectores.
 
P / FE / RH

 

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