El Líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, ofreció el jueves pasado un discurso televisado con motivo de la Fiesta de Mabaas, día de la designación del Profeta del Islam, el Hazrat Muhammad (saludos sean para él y sus descendientes).

 

Felicitando a la gente por este gran acontecimiento, el ayatolá Jamenei dijo “en las misiones de todos los profetas, había grandes metas divinas como el monoteísmo que está en la cima, luego la purificación espiritual, la educación de los seres humanos, el establecimiento de la justicia, la creación de una vida purificada (es decir, el crecimiento y florecimiento del intelecto y la ciencia), lograr la paz mental, tener comodidad material, la seguridad del entorno de vida, el bienestar y la felicidad, y el desarrollo espiritual de los seres humanos”.

 

Además de enfatizar que las metas de los profetas no se pueden lograr solo con palabras, el Líder Supremo de la Revolución señaló que “los profetas tuvieron que crear relaciones sociales para este asunto tan importante, que, por supuesto, también requiere poder y un sistema político”.

 

El ayatolá Jamenei continuó su discurso describiendo la Revolución Islámica como reviviendo el tema de la profecía en el período contemporáneo y dijo “el gran Imam (Jomeini) con su iniciativa, coraje, pensamientos profundos y sacrificios, fue capaz de seguir la misma línea de la Misión Profética y demostró la amplitud del Islam con sus dimensiones políticas y sociales”. Destacando que la Revolución Islámica está siguiendo la misma misión profética que estaba en contra de la opresión, la tiranía y la arrogancia, y acompañó a los oprimidos.

 

En oposición a este movimiento fundamental, los malvados, los corruptores, los arrogantes, los colonialistas y los saqueadores han resistido ante la tradición divina de impulsar la justicia y rechazar la opresión en todos los períodos de la historia. En la misma línea y al establecerse el sistema islámico en Irán en 1979, los malvados y arrogantes del mundo se alinearon frente al pueblo persa, y ocurrieron sucesos similares a los que vivieron los profetas.

 

El ayatolá Jamenei luego consideró que la distorsión de las realidades es una de las tácticas del enemigo en la guerra blanda contra Irán y, refiriéndose a algunos ejemplos de falacias abiertas, añadió que el pueblo oprimido de Yemen lleva seis años estando bajo los bombardeos y el bloqueo económico, alimentario y médico del despiadado y opresivo gobierno saudí con la luz verde del gobierno estadounidense, y ninguna organización internacional y gobierno occidental han alzado la voz de protesta.

 

El Líder Supremo afirmó que Estados Unidos cuenta con el mayor arsenal nuclear del mundo, y recordó que los estadounidenses masacraron en un solo día a 220 mil personas en Japón con la bomba nuclear; no obstante, alegan estar en contra del desarrollo de las armas de destrucción masiva.

 

Los norteamericanos, añadió, también apoyan a un régimen como los Al-Saud que ha descuartizado a un disidente; es decir, el periodista Jamal Khashoggi en su propio consulado saudí en la ciudad turca de Estambul. “EE.UU. defiende esto y reclama ser defensor de los derechos humanos”, puntualizó.

 

Conforme resaltó el ayatolá Jamenei, el propio Estados Unidos creó y apoyó al grupo terrorista  Daesh y les ofrece todo tipo de apoyo, incluidos financiero y mediático, y permite a los extremistas robar y vender el petróleo de Siria, pero alega que está luchando contra Daesh.

 

En otro momento de sus declaraciones, el Líder de la Revolución Islámica subrayó que los estadounidenses critican la presencia de Irán en la región, “mientras nuestra presencia no es militar”. De hecho, la República Islámica solo ha ofrecido asesoramiento militar a Siria e Irak, así como apoyos políticos para zanjar las crisis regionales, mientras que los norteamericanos entraron por fuerza en Irak y Siria donde establecieron bases militares.

 

El Líder iraní precisó que Estados Unidos debe abandonar Irak sin falta, tal como quieren los iraquíes y su ley. También deben dejar Siria lo antes posible.

 

En los últimos 43 años, Estados Unidos nunca ha abandonado la presión económica contra Irán y ha seguido ofreciendo una imagen negra de este país, y con la herramienta de sanciones contra Teherán, ha tratado de lograr sus objetivos.

 

Sin embargo, el pueblo persa ha resistido con paciencia y perspicacia a las sediciones y complots de los enemigos y ha demostrado su invencibilidad ante los enemigos, y hoy en día puede superar los problemas confiando en su espíritu revolucionario y sin tener miedo a los enemigos.

 

Los pronunciamientos del Líder de la Revolución al respecto hicieron hincapié en un punto estratégico. Que para enfrentarse con el enemigo, se requieren dos elementos importantes “visión perspicaz” y  “paciencia y perseverancia”.

 

En su discurso en la 46.ª reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), celebrada el 9 de marzo en Ginebra, el representante permanente de Irán ante la Oficina de las Naciones Unidas en esta ciudad suiza, Esmail Baqai Hamaneh, dijo lo siguiente: “hace más de 10 años que el llamado mecanismo de diálogo interactivo se ha convertido en una tribuna para promover la retórica antiraní bajo el nombre de los derechos humanos. Este es un mecanismo y una escenificación unilaterales y hostiles, cuyos promotores lo han preparado para alcanzar sus objetivos predeterminados y que de ninguna manera puede servir de promoción de los derechos humanos”.

 

Además de referirse a estas realidades, Hamaneh rechazó como injusto y distorsionado el reciente informe de Javaid Rehman, relator especial de la ONU, sobre la situación de los derechos humanos en Irán, ya que está motivado políticamente y sigue los objetivos de los promotores occidentales.

 

En el informe, Rehman señaló que las mujeres “continúan siendo tratadas como ciudadanas de segunda clase en Irán”.

 

El representante iraní refutó esta acusación y aludió a los éxitos cosechados por las mujeres iraníes a nivel científico, social y de gestión, y destacó que las féminas en Irán no son ciudadanas de segunda clase y es inaceptable que la mitad de la población de un país, independientemente de la posición que ocupan, se llamen ciudadanos de segunda clase.

 

El informe del Relator Especial de la ONU apunta, por numerosas razones, al abuso político de los derechos humanos. Y es, de hecho, una herramienta para crear un ambiente antiraní en una institución internacional, y ha sido elaborado basándose en comentarios imprudentes y perjudiciales sobre una nación.

En un discurso reciente, el Líder de la Revolución Islámica iraní, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, consideró la propaganda engañosa del Occidente como una clara mentira basándose en la situación de las mujeres en la República Islámica, y destacó que las féminas, como la mitad de la población del país y la fuerza activa de la sociedad del Irán islámico, juegan un papel clave en los progresos de la nación por disfrutar de una educación superior y por brillar en los campos científicos, médicos y especializados.

 

Recalcó que en el Islam, el hombre y la mujer no son diferentes en términos de valores divinos y humanos, sin embargo, además de los deberes comunes, tanto el hombre como la mujer tienen deberes especiales; es por eso que Dios ha creado la composición de su estructura física de acuerdo con estos deberes especiales.

 

Estos llamados propugnadores de los derechos humanos emiten declaraciones y resoluciones contra otros países mientras ellos mismos reprimen duramente a los manifestantes contra la discriminación en sus respectivos países. Y justifican los insultos a los valores y santidades religiosas, la persecución de los musulmanes y la represión de inmigrantes dentro de las fronteras de la Unión Europa como la aplicación de la ley y la libertad de expresión.

 

 

 

 

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