Oct 30, 2020 05:52 UTC

ParsToday – El sagrado Corán es la mejor fuente para dar a conocer al Gran Profeta del Islam, Mahoma (saludos de Dios a él y a sus descendientes), es el libro de la Revelación y de Dios Todopoderoso, y se considera el libro más solvente en términos de autenticidad y veracidad del contenido.

¡Amigos oyentes! Estamos en el segundo día de la Semana de la Unidad, que se ha creado en torno al eje del Profeta de la Unidad y su bendito nacimiento. El nacimiento de un profeta amado de Dios, el Misericordioso.
 
 
 
Un profeta cuya posición es tan elevada que Dios en el Corán siempre se dirige con respeto a él con títulos y descripciones especiales tales como " ¡Tú, el Mensajero!", "¡Tú, el Profeta! ", " ¡Tú, el arrebujado! ", “¡Tú, el envuelto en un manto!”
 
 
 
Además de estos bonitos términos con los que se dirige al Profeta, Dios también pide a los creyentes que lo respeten diciendo en el verso 63 de la sura “La Luz” lo siguiente: “No equiparéis entre vosotros el llamamiento del Enviado a un llamamiento que podáis dirigiros unos a otros”.
 
 
 
Por eso, en el Corán, Dios, con toda su gloria, menciona el bendito nombre "Muhammad", sin títulos, solo cuando quiere destacar el asunto importante de su misión y profecía.
 
 
 
¡Estimados oyentes! Nuestras felicitaciones por el bendito cumpleaños del Profeta Mahoma, ahora nos vamos a referir a algunos versículos coránicos relacionados con la posición que ocupa el Gran Profeta.
 
 
 
Le pusieron el nombre “Muhammad”, que significa el alabado. Es el último de los mensajeros de Dios y la última voz predicadora. El que tenía todos los secretos del universo escondidos en su pecho, esparció, como una brisa primaveral, la fragancia del monoteísmo en la vida desalmada de la gente despertando los corazones.
 
 
 
Toda la vida de Mahoma estaba llena de buenas características y virtudes humanas. Por esta razón, Dios, Todopoderoso, lo ha alabado en el verso 4 de la sura “El cálamo” en el Corán y dice: “Eres, sí, de eminente carácter”.
 
 
 
Ciertamente, una persona que es alabada por Dios Todopoderoso, merece ser un modelo a seguir para todas las personas en todos los aspectos, por eso Dios lo ha presentado como un modelo a seguir y dice en el verso 21 de la sura “La coalición” del Corán: “En el Enviado de Alá tenéis, ciertamente, un bello modelo para quien cuenta con Alá y con el último Día y que recuerda mucho a Alá”.
 
 
 
Presentar al Profeta como un "buen modelo a seguir", sin ninguna condición y excepción, se debe a la credibilidad de todos sus comportamientos, acciones y palabras. En los libros de los suníes, se ha citado a Anas ibn Malik, uno de los compañeros más longevos del Profeta diciendo lo siguiente: ¡¡Fui sirviente del Profeta durante diez años; durante ese tiempo se comportó de tal manera que no entendí si era yo su sirviente o era él mi sirviente!!
 
 
 
Desde el punto de vista del Corán, la más destacada característica moral del Profeta fue su humildad, compasión y bondad hacia los demás.
 
 
 
Con este carácter elogiable, Mahoma fascinó a muchos corazones y los orientó por el camino recto, mientras que ningún poder podía hacer algo tan magnífico.
 
 
 
Al respecto, Dios dice en el verso 159 de la sura “La familia de Imran”: “Por una misericordia venida de Alá, has sido suave con ellos. Si hubieras sido áspero y duro de corazón, se habrían escapado de ti”.
 
 
 
Es interesante saber que la bondad del Profeta hacia la gente es tal que Dios, al expresar este favor y amor, en el versículo 128 de la sura “El arrepentimiento”, lo compara con el alma del pueblo y dice: “Os ha venido un Enviado salido de vosotros. Le duele que sufráis, anhela vuestro bien. Con los creyentes es manso, misericordioso”. 
 
 
 
Y esto sucede mientras se menciona la palabra "hermano" para expresar el amor y el afecto de otros profetas por el pueblo. Por ejemplo, en el verso 73 de la sura “Los lugares elevados”, se lee: “Y a los tamudeos, (les enviamos a) su hermano Salih”.
 
 
 
También en el verso 50 de la sura “Hud”, leemos: “Y a los aditas (les enviamos a) su hermano Hud”.
 
 
 
O en el verso 106 de la sura “Los poetas”, Dios dice: “Cuando su hermano Noé les dijo: ¿Es que no vais a temer a Alá?”
 
 
 
Otro rasgo propio del Profeta en comparación con otros profetas y mencionado en el Corán, es que su nombre está escrito en los libros celestiales anteriores.
 
 
 
Los nombres y los signos del Profeta interpretadas de diferentes maneras, están presentes en la Tora y en la Biblia, lo quede demuestra su autenticidad más que nunca.
 
 
 
Al respecto, el verso 157 de la sura “Los lugares elevados” dice: “A quienes sigan al Enviado, el Profeta de los gentiles, a quien ven mencionado en sus textos: en la Torá y en el Evangelio”.
 
 
 
Igualmente, en el verso 146 de la sura “La vaca” se señala que los eruditos pertenecientes a la Gente del Libro (los creyentes de religiones abrahámicas o monoteístas) conocen al Profeta del Islam como conocen a sus hijos y han leído su nombre y sus características en sus respectivos libros religiosos: “Aquellos a quienes hemos dado la Escritura la conocen como conocen a sus propios hijos varones”.
 
 
 
Estos versículos revelan un hecho interesante, que consiste en que la expresión de los atributos físicos y espirituales y las características del Profeta del Islam fue tan clara en los libros religiosos que ofreció una imagen completa del Profeta en las mentes de quienes consultaban estos libros celestiales.
 
 
 
El gran Profeta del Islam, con toda su elevada posición, es un siervo de Dios, y esto es lo que los musulmanes testifican todos los días al final de los rezos diarios: "No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta".
 
 
 
Y para tal siervo, los deberes de la adoración son más pesados que los otros. Dios llamó a su amado, desde el inicio de su misión, a recitar el Corán y a realizar la oración nocturna.
 
 
 
En los versos 2 y 3 de la sura “El arrebujado”, Dios dice dirigiéndose al Profeta: “¡Vela casi toda la noche, o media noche, o algo menos”.
 
 
 
Esto se debe a que, al aumentar la responsabilidad, aumenta la necesidad del hombre de comunicarse con Dios y de conectar con la fuente del poder, la grandeza y las aprobaciones divinas.
 
 
 
Ahora, la grave responsabilidad de la profecía y de guiar a la gente al más alto nivel concebible, junto con la gestión espiritual, cultural, política y social, le otorgó al Profeta la capacidad de realizar el culto nocturno en forma de recitación del Corán y vigilia.
 
 
 
El verso 79 de la sura “El viaje nocturno”, se refiere a estos deberes: “Parte de la noche, vela: será para ti una obra supererogatoria. Quizá tu Señor te resucite a un estado digno de encomio”.
 
 
 
La sura “Al-Kauzar” (“La Abundancia”) es un regalo especial de Dios al Profeta del Islam. Todos los expositores coinciden en que, para consolar a aquel Hazrat ante la avalancha de sucesos dolorosos y frecuentes diatribas de los enemigos, Dios dice al inicio de dicha sura: “Te hemos dado la abundancia”.
 
 
 
Kauzar significa bendiciones abundantes. A la gente generosa también se les llaman “Kauzar”.
 
 
 
Algunos expertos lo consideran como un río en el Paraíso y algunos otros lo ven como el estanque Kauzar, que pertenece al Profeta y de cuya agua los creyentes beben al entrar en el Paraíso.
 
 
 
Pero el ejemplo más claro de Kauzar es la bendita existencia de Hazrat Fátima Zahra (saludos sean para ella), ya que la generación y los descendientes del Profeta del Islam se esparcieron por el mundo a través de esta querida hija. Una generación que no solo fueron los hijos físicos del Profeta, sino que también, conservaron el culto y todos los valores islámicos y los comunicaron a las generaciones venideras.
 
 
 
Queridos oyentes al final de este programa, y para apreciar esta gran bendición que Dios nos ha otorgado, enviamos de todo corazón saludos al Profeta de la Misericordia, al unísono con las demás criaturas del universo:
 
 
 
"Las salutaciones de Alá, las salutaciones de Sus ángeles, Sus Profetas y todas Sus criaturas, sean sobre Mahoma y la familia de Mahoma".
 
 
 
P/FE/JP
 
 

 

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