Nov 02, 2020 09:51 UTC

ParsToday-Todos los años, en el periodo del aniversario del nacimiento del Santo Profeta del Islam (la paz de Dios se con él y su familia), se celebra la Semana de la Unidad Islámica, en Irán y el mundo islámico en general, con la esperanza de que llegue el día en que se establezca la unidad entre todas las sociedades musulmanas. El objetivo de los reformadores musulmanes es converger y unir a los musulmanes del mundo alrededor de un eje, ya que Dios, todopoderoso, ha creado a los seres humanos

A este respecto, lo que puede ayudar a los musulmanes a lograr la unión islámica, más que cualquier otro factor, es seguir el método y las pautas del Mensajero de Dios (P), quien, como un sol brillante, dio vida e iluminó las almas y los corazones de millones de musulmanes. El Hazrat Muhamad unió corazones llenos de odio, hipocresía y enemistad en torno al eje de la fe, en Dios único. Todos los eventos de la historia del Islam tienen evidencias que muestran el papel del Profeta (P) en la prevención de la dispersión de las filas de los musulmanes, y el uso del factor de unidad. Como sabemos la gloria y la soberanía de cualquier nación dependen de su unidad y solidaridad. Desde que la gran figura del Islam, el Profeta Muhamad (P), se convirtió en punto común de las emociones de la gente y en el eje central de la sociedad islámica, se hizo memorable el buen término “unidad” en todo el mundo. El Mensajero de Dios eliminó los obstáculos hacia la unidad, como la discriminación racial, la hegemonía y el etnocentrismo de diversas formas, y estableció la unidad en su sentido general en la sociedad.
 
Los musulmanes pudieron familiarizar a la gente de diferentes países con el Islam en un corto período de tiempo gracias a la unidad y la empatía; entonces, establecieron una de las civilizaciones humanas más grandes basada en la fe en Dios, el pensamiento islámico puro, la paz y la amistad. Estudiando la historia de principios del Islam se puede observar que el Profeta Muhamad (P) tomó el camino práctico de la unidad y convirtió a los musulmanes en una sola nación en los campos cultural, político y social. Fomentar la unidad y eliminar los rencores de los corazones, establecer un pacto de hermandad entre las naciones, animar a la gente al aprendizaje y la adquisición del conocimiento integral y, lo más importante, reunir a las personas en torno al eje del monoteísmo, el Corán y el Profeta, figuran entre los factores que crean la unidad entre los musulmanes. Los musulmanes siempre han seguido estas palabras del Profeta (P): "El fiel para su hermano es como un edificio y construcción, parte del cual fortalece al otro lado. ¡Oh! musulmanes, no se separen los unos de los otros, no se den la espalda, no se envidien, sean hermanos y aliados".
 
La emigración del Santo Profeta del Islam (P) de La Meca a Medina es un punto de inflexión en la historia del Islam. Con la llegada del Profeta a Medina y el establecimiento de un gobierno en esta ciudad, se produjeron cambios y desarrollos importantes en esa sociedad recién fundada. La religión del Profeta tenía nobles planes y metas para elevar el nivel intelectual y cultural de la gente. Estos programas requerían una organización coherente y un código de conducta bien redactado para su implementación. Si no fuera por la sabiduría, el tacto y la precisión de las acciones del Profeta, tal vez su gobierno islámico no se hubiera materializado de la manera deseable. La falta de una estructura coherente en la sociedad de aquel día fue uno de los obstáculos en el camino del Profeta. Cada tribu y familia tenía sus propias reglas y costumbres, y había muchas contradicciones y diferencias entre cada grupo tribal. En tales circunstancias, el Profeta del Islam (P), con una táctica bien calculada, propuso la ley que dice que "un musulmán es el hermano de otro musulmán". Estableciendo así una unidad social que rompió las fronteras tribales y étnicas. Este plan del Profeta tuvo muchos efectos en la sociedad de aquel entonces.
 
El Profeta, al establecer un pacto público y colectivo entre la gente de Medina, difundió el aroma de la amistad y la empatía en el ambiente de la sociedad islámica de aquella época. En todas partes, las palabras del Profeta penetraron en las almas como un dulce jarabe. Aquel Hazrat decía: "Estar juntos es vivir en misericordia y estar separado es vivir en maldad". Crear la unidad política y social a través del establecimiento de diferentes pactos y tratados fue uno de los movimientos más importantes del Profeta para organizar la sociedad descentralizada de aquel entonces. En el pacto de Aqaba, el Profeta les pidió a diferentes tribus que eligieran a doce personas para que representen a su gente, y sean responsables respecto a los puntos del compromiso. Las acciones constructivas del Último Mensajero de Dios facilitaron tanto al pueblo que, cuando los representantes de esas tribus vieron a aquel Hazrat cerca de la región de Aqaba y escucharon sus palabras, dijeron: "Dios lo ha mandado como un medio para reconciliar a nuestro pueblo y unificarlo".
 
Un día, el Profeta del Islam (P) le dijo a uno de sus compañeros: "Oh Abu Ayub, ¿Quieres que te informe sobre la sadaqa (limosna voluntaria) de los que aman a Dios y Su Mensajero?" El hombre dijo: Sí ¡Oh Mensajero de Dios!  El Profeta dijo: "Esforzarse para establecer la reconciliación y coherencia entre la gente y esforzarse para reformar la esencia del mundo". También aquel Hazrat aseguró: "La recompensa de quien se esfuerza por establecer la reconciliación entre la gente es igual a la recompensa de quien lucha en el camino de Dios".
 
La mezquita de Zarar, que fue construida por un grupo de hipócritas para crear hostilidad y división entre los creyentes, fue destruida por orden del Santo Profeta del Islam para evitar el surgimiento de brechas políticas y divisiones en la sociedad que podrían perjudicar el consenso colectivo. Incluso en su último consejo, el querido Profeta del Islam advirtió a la Umma musulmana: "Oh gente, escúchenme. No lo sé, quizás no los vuelva a ver en este mundo después de este momento. Oh gente, derramar la sangre y violar las propiedades de otros está prohibido (haram) entre sí, ya que, sepan que cada musulmán es el hermano de otro musulmán y los musulmanes son hermanos entre sí".
 
En el proceso de establecer la unidad de la Umma (comunidad) islámica, el Profeta (P) rechazó el racismo, etnocentrismo y la discriminación injusta. El llamado del Profeta (P) al monoteísmo y a la creación de la igualdad abolió los valores ignorantes y la discriminación opresiva, y propició el terreno para la conversión de las personas de diferentes etnias y razas a la nueva religión. Respetar la igualdad y la justicia por parte del Profeta (P) se considera unos factores muy eficaces para fortalecer la unidad islámica. El Profeta también nombró a algunas personas, como Zayd ibn Harze (un esclavo) como el comandante del Cuerpo del Ejército del Islam, a Balal Habashi (de raza negra), como su muecín especial, y conmemoró a Salman Farsi de Persia. De esta manera, se enfrentó a la discriminación y los falsos privilegios sociales y los reemplazó gradualmente por nuevos valores. En este sentido, según los analistas, las actitudes eficaces y carismáticas del Mensajero de Dios son algunos de los factores unificadores más importantes de la Umma islámica, que resultan en el debilitamiento de las diferencias y en la atracción de los hombres puros.
 
Según las enseñanzas del Mensajero de Dios (P), los musulmanes del mundo, a pesar de sus diferencias en cuanto a cultura nacional indígena y costumbres, están unidos en sus principios y base intelectual. Por tanto, la dispersión geográfica de los musulmanes no puede ser considerada un obstáculo para su unidad. Ya que sus puntos comunes intelectuales y de creencias son tan profundos y arraigados que pueden cohesionarse a pesar de su dispersión. Entonces, el principal factor de unidad y cohesión son las mismas creencias y similitudes intelectuales.
 
La unidad es la esencia y la coherencia de la existencia, y los profetas tiene la misión de establecer esta unidad en la sociedad humana. Citando a las aleyas del Corán, el Mensajero de Dios (P) llamó a las comunidades islámicas a aferrarse al pacto de Alá mientras son siervos de Dios. Los musulmanes siguiendo los consejos del Profeta lograron ser pioneros en varias ciencias, civilización y progreso humano durante varios siglos. De hecho, la presencia del Gran Profeta del Islam ha sido la razón de la vida y la unidad de los musulmanes en diferentes épocas. Incluso en la actualidad esta gran personalidad es el eje de las emociones y la fuerza motriz de la unidad entre todos los musulmanes del mundo. La paz y bendiciones de Dios sean con él y sus descendientes.
 
P/FSH/NL

 

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