Pars Today

El presidente de EEUU, Donald Trump, desde que entró en la Casa Blanca, se pasa la vida publicando cada semana sus opiniones y decisiones escandalosas sobre diferentes países del mundo. La personalidad, los dichos y los hechos imprevistos y fuera de las leyes morales y políticas de Trump han provocado que —como el presidente de EEUU— siempre esté en los encabezados de las noticias de los medios de comunicación masivos. Esta vez, Trump ordenó matar al general Qasem Soleimani, uno de los comandantes de alto rango de la República Islámica de Irán famoso en la lucha contra los terroristas y grupos takfiríes como EIIL (Daesh, árabe). El actual inquilino de la Casa Blanca cometió un crimen que los anteriores presidentes norteamericanos ni siquiera se hubieran atrevido a pensar en tomar esa medida por sus consecuencias horribles.

 

Barack Obama, el predecesor de Trump en la dirección de la Administración de EEUU, en uno de sus encuentros con el ex primer ministro de Irak Heidar al-Ebadi, en el año 2014, en un comentario sobre el general Soleimani, reconoció: Él es mi enemigo, pero le tengo un respeto especial. El ex secretario de Estado estadounidense John Kerry en uno de sus encuentros con el ministro de Exteriores de la República Islámica de Irán Mohamad Yavad Zarif, le dijo que quería aunque sea una vez estar cerca de Qasem Soleimani. El ex embajador de EEUU en Afganistán Zelmay Jalilzad, también en unas palabras sobre el general Soleimani, manifestó que mientras las autoridades norteamericanas acusan a Soleimani de atizar el belicismo en la región, él ha estado muy activo en el establecimiento de la paz y alcanzar sus objetivos.

 

Estas opiniones muestran que el prominente general iraní no era una persona desconocida para el gobierno de EEUU. Pero, Trump al poner el nombre de Qasem Soleimani en la lista de  terroristas de ese país, lo convirtió en mártir, junto con Abu-Mahdi Al-Muhandis, comandante de las fuerzas de Hashd Al-Shaabi de Irak, en el momento que querían salir del aeropuerto iraquí de Bagdad. Este crimen ocurrió en circunstancias en que el general Soleimani había viajado a Irak por invitación oficial del primer ministro iraquí. El martirio del general de los corazones de los iraníes conllevó una ola de furia contra Trump y el gobierno imperialista de EEUU. Las ceremonias del funeral de Qasem Soleimani y Abu-Mahdi Al Muhandis en Irak e Irán se celebraron con una grandeza especial y la participación de millones de iraquíes e iraníes que coreaban lemas contra EEUU e incendiaban figuras de Donald Trump.

 

La furia y el odio contra  Trump por haber ordenado  ejecutar a Qasem Soleimani, no se limita a las fronteras de Irán e Irak o los países del Eje de la Resistencia. Dentro de EEUU también Trump se enfrenta a una ola de amplias críticas. El ex vicepresidente de EEUU y actual candidato del Partido Demócrata en las elecciones 2020, Joe Biden, en referencia a la medida del inquilino de la Casa Blanca, acusó a Trump de prender fuego en un almacén de la pólvora. Elizabeth Warren, otra candidata demócrata y senadora por el estado de Massachusetts, dijo que la orden de Trump ha provocado el aumento de la probabilidad de mayores bajas de soldados estadounidenses y un nuevo enfrentamiento en la región del occidente de Asia. Berni Sanders, otro candidato demócrata y senador por el estado de Vermont, también se unió a las críticas contra la decisión de Trump y, además de pronosticar  que concluiría con la intensificación de las tensiones en la región, anunció que el asesinato del general Soleimani pone EEUU abrió el camino de otra guerra potencial que incluso podría ser peor que cualquier otra en el pasado.

 

Por su parte, el ex embajador de EEUU en Bulgaria James W. Pardew, en una carta divulgada en su página de Twitter, escribió que indudablemente Irán responderá con una fuerza mortal a la medida del Gobierno norteamericano de matar al general Soleimani. Pardew añadió que EEUU con esta medida ha entrado en una nueva guerra con Irán tanto la Casa Blanca lo confiese o no., De acuerdo con la opinión de Pardew, como un ex agente de inteligencia del Ejército de EEUU, Trump busca una guerra para resarcir su postura débil, mientras que el gobierno norteamericano está luchando con un enemigo poderoso y fuerte que puede atacar a través de métodos imprevistos los intereses de EEUU en todo el mundo. Agrega que EEUU no avanza paulatinamente hacia el pantano del occidente de Asia sino que está adentrándose ya en las aguas movedizas de este pantano. Pardew al analizar las medidas del  Gobierno de Donald Trump en el oeste de Asia, escribió que la estrategia del presidente republicano ha sido ineficaz desde el primer paso.

 

Además de las amplias marchas de las élites políticas y universitarias de EEUU en protesta por el asesinato del gran general iraní Qasem Soleimani, actualmente la postura de personalidades artísticas destacadas de Hollywood ha dado lugar a muchas noticias en los medios de comunicación masivos de todo el mundo. Morgan Fridman, artista y productor famoso del cine de EEUU, en su página personal en Twitter, consideró a Trump un terrorista, racista, tímido, fraudulento, mentiroso y criminal. Escribió que Donald Trump no era su presidente. También especificó que con la amenaza a Irán, el magnate republicano busca imponer otra guerra a los norteamericanos y a todo el mundo. Asimismo, criticó el anuncio del presidente estadounidense de que podría atacar los lugares culturales de Irán, si el país persa toma represalias por la muerte de su connotado general, y advirtió de que una medida de esa índole se consideraría un crimen de guerra. Según este artista famoso norteamericano, la continuación de la presidencia de Trump es una seria amenaza contra la seguridad del pueblo de EEUU.

 

Donald Trump, en reacción a la petición de millones de iraníes de vengarse de EEUU por haber matado a Soleimani, anunció que en caso de cualquier ataque a los intereses de EEUU, sus fuerzas tenían en la mira a 52 centros históricos y culturales de Irán Islámico. Estas declaraciones de Trump aumentaron el rechazo en su contra; ya que, según los tratados internacionales, el ataque a los centros históricos de un país se considera un crimen de guerra. Las críticas han sido tan amplias que las autoridades del Gobierno de Trump se esforzaron por corregir las palabras del presidente norteamericano. Cuando el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) ocupó una tras otra las ciudades de Irak y Siria, acudió a los centros históricos y religiosos de dichos países y, con mucho orgullo, los destruyó de tal forma que pisoteó la historia de los iraquíes y sirios. Ahora, los elementos del EIIL no han revivido en la región del occidente de Asia sino que han revivido en EEUU; no con bigote y barba y vestidos con ropa militar sucia sino que con pelo rubio, traje y corbata. Aunque Trump imita los dichos y hechos de las personas civilizadas, en realidad, es un miembro del grupo de EIIL camuflado en la ropa del presidente de EEUU. Anteriormente los miembros de dicho grupo nefasto no sabían qué es la historia y la civilización y, actualmente, Trump tampoco lo sabe. El mundo aún no ha olvidado la foto de la explosión de la escultura de Buda por los miembros de Talibán, el cual fue un ataque directo de un grupo de personas radicales al corazón de la historia. Es mejor que Trump estudie un poco la historia. Todas las personas que se esforzaron por la destrucción de la cultura no han encontrado ningún otro lugar para dormir sino los cementerios. Abubakr al Bagdadi es el más reciente ejemplo al respecto. El asesinado líder de la banda terrorista Daesh  también luchaba contra la historia, pero, finalmente los monumentos medio destruidos de Sham aún están, pero Al-Bagdadi se convirtió en la comida de los peces en el mar. Ahora, los consejeros de Trump y el pueblo de EEUU tienen que acudir a las bibliotecas y tomar algunos libros de historia para que los estudien y sepan dónde está Irán, qué historia tiene, y que lenguaje habla ese pueblo.

 

Misha Collins, escritora y artista norteamericana en reacción a las palabras de Trump sobre el ataque a los centros históricos y culturales de Irán, escribió: “Nosotros los norteamericanos sabemos que el pueblo de Irán y su cultura son tesoros del mundo. Nosotros no somos nuestro presidente”. Chang Hua, embajador de China en Teherán, también publicó algunas fotos de los centros históricos y culturales de Irán y escribió que el patrimonio cultural de Irán pertenece a toda la humanidad. Finalizamos el programa de esta semana con las declaraciones de Robert De Niro, artista famoso de EEUU. De Niro, en su página personal en la cadena social de Twittter, escribió: “Nuestro presidente se esfuerza por desencadenar una guerra con Irán porque no tiene el poder la negociación. Trump es débil; yo pienso que su intención de atacar a Irán es alcanzar la victoria en las próximas elecciones. Él piensa que este es el único camino que puede elegir como el presidente de EEUU”, lamentó el actor estadounidense.

 

El reflejo del martirio del general Qasem Soleimani mostró que Trump es un presidente perdedor y las fuerzas norteamericanas tienen que poner fin cuanto antes a su presencia en el oeste de Asia. El asesinato del mártir Soleimani es el inicio de un nuevo cambio en esta región.

 

 

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