Ene 23, 2020 09:21 UTC

ParsToday-El gobierno terrorista de EEUU, el 3 de enero de este año 2020, hizo mártir al comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, junto al subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, y ocho de sus compañeros. El CGRI, en reacción a este crimen, el 8 de enero por la madrugada, atacó con misiles dos sitios militares de EEUU en Irak: la

Una de las consecuencias relevantes del ataque a la base de Ain Al-Asad es la demostración del poderío disuasivo de la República Islámica de Irán. En los recientes años, especialmente después del logro del acuerdo nuclear conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), las potencias occidentales insisten en llevar a Irán a una mesa de negociaciones sobre sus capacidades misilísticas, pero se han enfrentado con la firme oposición del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei.
 
Sin embargo, anteriormente, Irán ya ha hecho gala de su capacidad misilística en ataques a varias posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria y, en el verano del año pasado, cuando derribó un dron espía agresor de EE.UU. en el sur del país persa. Mientras tanto, conforme a analistas y expertos militares, el lanzamiento de más de 10 misiles contra la base militar de Ain Al-Asad pone de relieve el auge de la capacidad disuasiva del Irán Islámico, ya que el ataque del CGRI ocurrió en momentos en que los militares norteamericanos dentro de Irak y en toda la región de Asia occidental se encontraban en estado de alerta máxima.
 
Otra consecuencia de este sorpresivo ataque es la victoria de Irán en la guerra de voluntades ante EEUU. Algunas veces, en la política internacional, la voluntad de enfrentarse a las amenazas tiene más importancia que sus resultados y esto destaca aún más cuando se trata de encarar al mayor poder militar del mundo. En diferentes países del mundo se ha resaltado en particular la voluntad de Irán para tomar venganza de EEUU, cuyas autoridades advertían del estallido de una gran guerra en la región de Asia occidental. Después del derribo del avión norteamericano, se puede decir que el ataque misilístico de Irán a la base de Ain Al-Asad es el segundo ejemplo, pero más amplio, de la exhibición de la voluntad de Irán ante EEUU.
 
Lo relevante de la exhibición de la voluntad iraní en este caso se explica al conocer las características de la base militar de Ain Al-Asad. Este sitio militar se considera la segunda mayor base de EEUU en Irak y se puede decir que ahí está el centro de orientación, supervisión y comandancia de las medidas militares y logísticas e incluso políticas de EEUU en Irak. Si las bases de EEUU en la región del Golfo Pérsico son símbolos del poder tradicional de EEUU en la región del oeste de Asia, se puede considerar que Ain Al-Asad es uno de los símbolos del nuevo poderío de EEUU en esta región. Las autoridades norteamericanas reiteradas veces y sin informar al Gobierno de  Bagdad han viajado a esta base e incluso, algunas veces, solicitaban a los responsables iraquíes que abandonasen dicho lugar. El viaje del año pasado de Trump y su esposa, en el aniversario del nacimiento de Jesucristo (P) y la presencia del secretario de Estado estadounidense, Mike Pence, y su esposa en esta base para otra fiesta, son muy importantes al respecto.
 
Indudablemente, lo más importante del ataque misilistico del Cuerpo de los Guardianes de la Revolución Islámica de Irán a la base de Ain Al-Asad, ha sido que ha golpeado a EEUU en diversas esferas.
 
La primera y la más importante consecuencia de este ataque es que rompió la grandeza militar de la que se jactaba EEUU. El último ataque misilistico de un gobierno legítimo a sitios militares de EEUU ocurrió hace casi 80 años  cuando los cazas japoneses el 7 de diciembre del año 1941 por la madrugada atacaron la base marítima de Perl Harbar en las islas de Hawái, dando un fuerte golpe a los norteamericanos. En realidad, ese ataque provocó la entrada de EEUU a la Segunda Guerra Mundial.
 
Finalizada la Segunda Guerra Mundial y el subsiguiente aumento del poder militar de EEUU, ningún gobierno, excepto algunos grupos armados antinorteamericanos, había podido atacar oficialmente una base del país norteño. El ataque del 8 de enero de las fuerzas del CGRI contra la base militar de Ain Al-Asad, después de ocho décadas y la incapacidad de los norteamericanos para responder a este ataque, hizo caer por los suelos la supuesta grandeza militar de EEUU y mostró que, a pesar de todas las afirmaciones de dicho país en los recientes años, no es imposible golpear militarmente a los estadounidenses.
 
Otra relevante consecuencia de este ataque se observa en el aumento de las protestas contra la presencia militar de EEUU en los países del oeste de Asia, en particular en Irak. De hecho, los grupos de la Resistencia de Irak y de toda la región han anunciado que la venganza por el asesinato de los líderes de la Resistencia, como Soleimani y Al-Muhandis, es solamente la expulsión de los militares norteamericanos de la región.
 
Actualmente, los grupos de la Resistencia están seriamente comprometidos con hacer todo lo posible para expulsar a las fuerzas de EEUU de la región. Los continuos ataques a las bases militares de EEUU en Irak después del asesinato de los líderes de la Resistencia han hecho inseguro el ambiente para la presencia de los militares norteamericanos, especialmente en Irak. Los grupos de la Resistencia han determinado un objetivo de largo plazo para la salida de EEUU de la región y este objetivo es posible.
 
Además, otra consecuencia del ataque de las fuerzas del CGRI contra EEUU es el fracaso de la operación psicológica de los norteamericanos contra la República Islámica de Irán. El gobierno terrorista de Washington, en el marco de una operación psicológica, intentaba reducir el valor del ataque de Irán a la base militar de Ain Al-Asad y mostrarlo meramente como una operación simbólica para convencer la opinión pública dentro del Irán Islámico.
 
El asesinato de los líderes de la Resistencia por el gobierno terrorista de EEUU y el ataque misilístico del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán contra la base militar de Ain Al-Asad han producido consecuencias muy importantes a nivel regional, entre las que destaca el fortalecimiento del Eje de Resistencia en la región. Dadas las características de la personalidad del general Qasem Soleimani, el exembajador de Irán en Londres Seyed Yalal Sadatian dice que si se miran las dimensiones de la personalidad del general Soleimani, como el comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán, se puede ver claramente que su influencia no se limita solamente Irak, Siria, El Líbano, Yemen y Palestina sino que abarca toda la región del oeste de Asia. Por eso, a nivel regional han aumentado las medidas de los grupos de la Resistencia y los grupos opositores a la presencia de EEUU en la región.
 
Indudablemente, la medida del gobierno terrorista de EEUU de asesinar al general Qasem Soleimani ha aumentado las tensiones en las relaciones entre EEUU e Irán, ya que, por un lado, por primera vez la República Islámica de Irán ha realizado un ataque misilistico a una base militar de EEUU y, por el otro, estos dos países, más que cualquier otro tiempo, han estado a punto de entrar en guerra.
 
Este crimen, asimismo, ha aumentado el odio del pueblo de Irán hacia  EEUU, pues el gobierno terrorista de Washington ha matado a un héroe nacional del país persa y ambos países más que nunca se han alejado del camino diplomático, como la mediación de otros países, para la reducción de las tensiones. En realidad, el crimen de EEUU en el asesinato del general Qasem Soleimani y sus compañeros ha llevado al auge la enemistad de Irán con EEUU y ha provocado que la diplomacia entre en un callejón sin salida.
 
P/MK/NL

 

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