Ago 30, 2016 07:52 UTC

En el nombre de Dios. Saludos a todos ustedes estimados oyentes. Estamos con otra edición del Panorama de la Poesía de la Revolución. Esperamos que estén felices y tengan tiempo para acompañarnos. Como les habíamos prometido hoy estudiaremos uno de los poemas religiosos del Dr. Ali Musawi Garmarudi. Esperamos que sea de su agrado.

Garmarudi es un poeta hábil quien disponiendo de suficiente experiencia en la composición de la poesía tradicional tales como la poesía lírica, Masnawi y la casida, se inclinó hacia la poesía moderna y fue conocido con su poesía denominada “El Origen de la Luz” cuyo tema es religioso y se ha compuesto en el estilo de la poesía de Nima. Entre los poemas del estilo de Nima y también entre los versos libres de Garmarudi, el poema titulado “El Océano” es muy distinto con sus otros poemas ya que, además de la brevedad, cuenta con un estilo y una estructura peculiar. El poema “El Océano” trata sobre la gran obra valiosa del Imam Ali (S) que se llama Nahy al-Balaqa que se ha compuesto con un lenguaje distinto en comparación con otros poemas de Garmarudi.

El poema comienza sin ninguna introducción, reproduciendo una imagen de la situación en la que se encuentra el propio poeta; es decir, la imagen de un hombre que está de pie en las costas del océano, frente a una roca con una copa vacía en la mano, mirando las olas del mar. Y las subidas y las bajadas de las olas lavan las arenas debajo de los pies del hombre.
El hombre, que es el mismo poeta, y aún tiene en la mano la copa vacía se inclina para llenar la copa con agua del océano, lo cual provoca algunas dudas para el lector: ¿Para qué? y ¿Por qué quiere llenar su copa con agua del océano? Hasta aquí el poema es confuso y el lector no entiende el por qué.

El poema sigue y el poeta describe el contexto: sube una ola y llega hasta la costa, baja y desaparece sin que el hombre sea capaz de llenar su copa de una sola gota. Pero no pierde la esperanza y sigue intentando. El hombre aún está de pie en la misma roca con la copa vacía en la mano y espera que con las subidas y las bajadas de las olas llene su copa del agua pero no lo consigue.
Ya hemos llegado hasta la mitad del poema pero aún es ambiguo y tiene un secreto. El poeta continúa con la descripción: el contexto se repite, llegan las subidas y las bajadas pero el hombre no logra su objetivo que es conseguir agua en la copa. Es cierto que la distancia que mantiene el hombre hasta el océano es muy poca pero, dicha distancia es tanta como una larga historia.
El lector que ha avanzado en el poema ya tiene más curiosidad para descubrir los secretos del poema y se pregunta a sí mismo ¿De qué está hablando el poeta? ¿En realidad dónde se encuentra el poeta? ¿Cuál es este océano que mantiene poca distancia con el poeta pero, al mismo tiempo, tiene una distancia como una amplia historia?

Finalmente, cambia la situación y sucede algo porque los esfuerzos persistentes del hombre (que es el mismo poeta) rinden resultados y, de tanto océano que el hombre tenía por delante sólo unas gotas dispersas caen en su copa. El hombre ya está contento con unas gotas de agua y empieza a gritar diciendo: tengo a Mercurio en mi copa.


Pero, ¿Qué relaciones existe entre el océano y Mercurio? Y ¿Cómo el poeta se olvida del agua y el océano y queda contento con tener a Mercurio? ¿Por qué después de tanto tiempo que estuvo de pie en las costas del océano y consiguió unas gotas en su copa, ahora, grita Mercurio? De hecho, el lector desea saber qué es lo que vincula al océano con el planeta Mercurio. Por fin, en el último verso descubre el secreto, es decir, cuando el poeta dice: “Cierro (el libro de) Nahy al-Balaqa”. Y la obra termina con este hemistiquio tan sencillo y fluyente y, a la vez, contesta a todas las dudas del lector. En realidad, el océano donde el hombre, es decir el poeta, está de pie en sus costas es metafórico y trata en realidad sobre Nahy al-Balaqa. Un océano lleno de los conocimientos, el amor y el místico, de manera que, el poeta está satisfecho incluso con unas gotas de agua del océano. Pues, ahora el poeta debe estar alegre ya que, después de mucho tiempo esperando ha obtenido la bendición de unas gotas que las ha calificado como Mercurio.

Pero ¿De qué se trata el Mercurio? En efecto, el mercurio que el poeta menciona en su obra no se refiere al planeta de Mercurio que se encuentra en el sistema solar sino se refiere a la mitología griega Hermes que es el dios mensajero. El Mercurio en la cultura persa además de que es el nombre de un planeta también es el símbolo de la elocuencia.

En realidad, lo que quiere decir el Dr. Garmarudi con el Mercurio es el dios mensajero o la elocuencia ya que, el estudio del Nahy al-Balaqa le ha hecho capaz y puede hablar con fluidez.
Cuando termina el poema y el lector por fin descubre qué tipo de relación existe entre el océano y el Nahy al-Balaqa, de repente, se aclara ante el lector el contexto misterioso del poema; Por ello, al final, el poeta ayuda al lector y le anima para que vuelva a leer el poema. Ya que en la segunda lectura, el lector conocerá el contexto amplio, la imaginación y los que están ocultos más allá de las palabras en este poema.


Queridos amigos, ya no nos ha quedado más tiempo. Esperamos que les haya gustado este programa. Les invitamos a que estén con nosotros en la próxima edición. Hasta pronto.