Dic 06, 2016 08:05 UTC

Saludos a todos los estimados oyentes de la Voz Exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con un programa más de la serie “Estados Unidos en la semana que pasó” y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales de EE.UU.

La semana pasada los legisladores del Senado estadounidense dieron el visto bueno a la renovación de la Ley de Sanciones a Irán (ISA, por sus siglas en inglés) con 99 votos a favor frente ningún voto en contra para prorrogarlas durante 10 años más. El proyecto será enviado al presidente, Barack Obama, para  su firma. La aprobación de la Ley de Sanciones a Irán revela una vez más la postura hostil de Washington contra Irán. La Ley de Sanciones a Irán que es la base de las sanciones unilaterales de EE.UU. contra el país persa, fue aprobada inicialmente en el año 1996,  con el fin de evitar la enorme inversión extranjera en el sector de petróleo y gas de Irán y, desde entonces fue renovada una vez más en el año 2006. La Ley de Sanciones a Irán expirará a finales del año 2016. Previamente, la Cámara de Representantes de EE.UU. había aprobado la ley citada con 419 votos a favor y un solo voto en contra. Para los diputados del Congreso estadounidense es imprescindible la aprobación de esta ley sólo para mantener la presión contra Irán. Además, es de esperar que el nuevo Congreso y el nuevo Gobierno de EE.UU. revisen el próximo año las políticas generales del país ante la nación persa.

La aprobación para prorrogar la Ley de Sanciones a Irán revela claramente que Washington desatiende la buena voluntad de la República Islámica para cumplir con el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés). El Líder Supremo de Irán, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, declaró recientemente que la renovación de la Ley de Sanciones significa llevar a cabo nuevas sanciones y, su resultado es la clara violación del acuerdo nuclear. En realidad, la actitud de los estadounidenses indica que ellos buscan más que nada ciertos pretextos para continuar las presiones contra Teherán. Si bien el acuerdo nuclear se ha eliminado, según los aliados europeos de EE.UU., las preocupaciones sobre el programa nuclear iraní, Washington busca la respuesta positiva de Irán para lograr sus otras exigencias como el programa misilístico iraní, interrumpir el apoyo, según ellos, del terrorismo, el asunto de los Derechos Humanos y también la flexibilidad de Irán ante el ilegal régimen sionista de Israel. Es obvio que la República Islámica de Irán no cumplirá ninguna de dichas exigencias. Además, si ha especificado que el Plan Integral de Acción Conjunta, es solo para manifestar su buena voluntad para resolver los desacuerdos al respecto. Sin embargo, Irán ha hecho hincapié en que, si  EE.UU. viola sus compromisos con el acuerdo nuclear y, continúa las sanciones contra el país persa, éste último tendrá siempre la oportunidad de reiniciar su programa nuclear con fines  pacíficos.

La semana pasada, el director de la CIA, John Brennan, en reacción a la postura del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, acerca del acuerdo nuclear iraní denominado el Plan Integral de Acción Conjunta,  advirtió que sería muy imprudente romper el acuerdo que Washington ha logrado con Teherán. Para Bernnan, la ruptura del acuerdo citado provocará que otros países sigan su programa nuclear. La advertencia de uno de los altos funcionarios de inteligencia de EE.UU. sobre la posibilidad de poner en práctica una de las principales promesas electorales de Trump, es decir romper el Plan Integral de Acción Conjunta, revela la preocupación del Gobierno que está por venir por violar un acuerdo para el cual el actual gobierno ha negociado y ha desempeñado un rol eficaz para que entre en vigor. Ahora bien, si Trump que ocupará el puesto presidencial realmente desea anular el Plan Integral de Acción Conjunta o bien pide hacer reformas fundamentales al respecto, de esta forma, EE.UU. perderá su credibilidad política a nivel mundial. Cabe destacar que el acuerdo nuclear iraní no ha sido bilateral entre Irán y EE.UU., para que éste último le ponga fin en forma unilateral. Esto ocurre mientras que los países europeos que desean aumentar cada vez más sus relaciones económicas y comerciales con Irán,  han reconocido las buenas acciones de Teherán para cumplir el Plan Integral de Acción Conjunta, y han expresado su insatisfacción por las obstaculizaciones que provoca EE.UU. al respecto. Por ello,  la Unión Europea ha advertido al futuro gobierno estadounidense sobre cualquier posible medida contra el Plan Integral de Acción Conjunta.

En las últimas semanas y sobre todo después de que se publicarán los resultados de las elecciones presidenciales en EE.UU., han crecido los ataques contra la mayoría de las musulmanas. Según un informe publicado por la cadena de noticias estadounidense, CNN, las slamófobas y duras declaraciones de Trump durante las campañas electorales han hecho que aumenten los crímenes de odio en este país, particularmente en contra de los musulmanes. La intensificación de la islamofobia y el aumento de las invasiones físicas contra los centros islámicos y los musulmanes se ven explícitamente y están entre los resultados de la elección de Donald Trump, quien tiene claras tendencias de extrema derecha, aún antes de que tome el poder en este país.


Ahora bien, las mujeres musulmanas teniendo en cuenta su apariencia, es decir, el velo; sufren más que los hombres musulmanes por los acosos físicos y emocionales  y también por las presiones psicológicas y sociales. Después de que se anunciarán los resultados de los comicios presidenciales de EE.UU. hasta la fecha, se han registrado más de 700 casos de los crímenes de odio contra los musulmanes en dicho país. Cabe destacar que además de las posturas anti islámicas de Trump, el crecimiento de las propagandas contra los musulmanes en EE.UU. y también los atentados terroristas en el país norteamericano y en Europa,  han dejado un efecto muy negativo sobre la actitud contra el Islam y los musulmanes en EE.UU.
Los medios de comunicación masiva de occidente, de los EE.UU. entre otros, han organizado intencionalmente amplios ataques propagandísticos contra el Islam y los musulmanes, de manera que, los presentan como si fueran equivalentes al radicalismo, a fin de allanar el terreno para presionarlos y atacarlos. Las declaraciones islamofóbicas de Trump les ha dado el pretexto necesario a los derechistas y a los racistas para que  cometan actos contra los musulmanes y los centros islámicos en este país. 
           
Estimados oyentes, hemos terminado el programa de hoy y nos despedimos de todos ustedes hasta la próxima semana.