Derechos humanos islámicos 53
Ene 30, 2017 07:55 UTC
En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos humanos islámicos. En este programa nos esforzaremos por el estudio de los derechos de los prisioneros de guerra. Y la ética de los musulmanes en las guerras.
Esta ética no cancela el honor en la animosidad, la justicia en el tratamiento o la humanidad durante los combates o después de la lucha.
Los buenos modales, la flexibilidad, la misericordia con los débiles y la tolerancia con los vecinos, son todas las características de cualquier nación en tiempos de paz, no importa cuán inhumana pueda ser esa nación. Sin embargo, el buen trato en tiempo de guerra, la flexibilidad con los enemigos, la misericordia con las mujeres, los niños y los ancianos y la tolerancia con los derrotados, son todas características que deben realizar los combatientes del Islam.
Las enseñanzas islámicas establecen límites muy estrictos sobre los aspectos humanitarios relacionados con los prisioneros de guerra. Un preso que hace un tiempo, se consideraba enemigo de los musulmanes y luchaba en el campo de batalla, ahora se encuentra prisionero, sin embargo, es un ser humano y hay que protegerlo. El Islam es la religión de la bendición y amabilidad y siempre es partidario de los necesitados y sin refugio.
La aleya 8 de la sura del Ser humano ha enfatizado en dar comida al preso y dice: Y alimentaron, por amor a Él, al necesitado, al huérfano y al preso.
El Imam Ali (la paz sea con él) decía: en el Islam, dar comida al preso es obligatorio, y matarlo se considera un tipo de agresión.
En el Islam los prisioneros de guerra tienen derechos que todo el mundo tiene que acatarlos. Por ejemplo: el respeto a los preso, un comportamiento amable concordante con su personalidad, no presionarlos, transportarlos fuera del campo de batalla y tratar a los heridos. El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) recomendaba a los musulmanes a ser bondadosos con los presos, y los combatientes del Islam también respetaban esta recomendación de su profeta; cuando un musulmán tiene a cargo un prisionero de guerra, debe alimentarlo y vestirlo de la misma forma que el musulmán hace consigo mismo.
Prohibir la tortura a los prisioneros de guerra y elaborar un medio para trasladarlos fuera del campo de batalla son algunos de los derechos expuestos en el Islam; si no existe un medio para trasladarlos, los presos no podrán moverse, por lo tanto deben ser liberados.
El Imam Sayad (la paz sea con él) decía: si capturas a un enemigo y no puedes transportarlo y tú tampoco tienes un medio para ello, tienes que liberarle, el Islam prohíbe expresamente el asesinato a los cautivos ya que se tergiversa el dictamen del Imam sobre el respeto a los presos.
En relación con la importancia de tener un buen comportamiento con los prisioneros, antes de cualquier otra cosa, las aleyas de la sura del Ser humano atraen la atención de cualquier persona. Estas aleyas han revelado la atención del Hazrat Ali y la Hazrat Fátima Zahra (la paz sean con ellos) sobre los prisioneros de guerra. Estas aleyas narran los 3 días de ayuno de Ali y Fátima como ofrenda para pedir la curación del Imam Hasan y el Imam Hossein, quienes se encontraban enfermos. Cuando le daban el desayuno, entregaban sus alimentos a un pobre, un huérfano o un preso, o a cualquiera que acudía a ellos y solicitaba su ayuda.
El gran profeta del Islam durante 10 años, después de la emigración, luchó en muchas guerras con sus enemigos, pero nunca tuvo una mala conducta militar con los prisioneros de guerra sino que, siempre tuvo una conducta de amabilidad, ya que era un hombre piadoso.
Por ejemplo: en la guerra de Honain, cuando el profeta del Islam se enfrentó con el poderoso pueblo de Havazen y tras una encarnizada lucha capturó a 6 mil combatientes del lado contrario. El pueblo de Havazen después de conocer su derrota, se presentó ante el profeta del Islam y arrepentido por su mala conducta, le solicitó la devolución de sus hombres y bienes. El gran profeta del Islam les dijo: ustedes pueden pedir solo una cosa, o sus bienes o prisioneros. El pueblo de Havazen después de las palabras del Hazrat Mohamad, rogó la liberación de los presos. El profeta del Islam les dijo: yo les entrego los bienes que están en mis manos y de los hijos de Abdel Motaleb, pero no puedo decidir sobre los bienes que han obtenido los combatientes del Islam; por eso, ustedes después del rezo colectivo, levántense y planteen su petición en la reunión de los musulmanes, después yo seré el primero en entregar lo que he obtenido en esta guerra y espero que los demás me sigan y les devuelvan lo que han conseguido.
Gracias a Dios, ocurrió algo positivo y cuando el profeta dijo que entregaría al pueblo de Havazen los tesoros acumulados de la guerra, los otros pueblos musulmanes también siguieron la misma medida de aquel Hazrat. Solamente, pocas personas dijeron que no entregarían a nadie los bienes obtenidos de la guerra. El gran profeta del Islam, entonces les dijo a este grupo que en la siguiente guerra duplicarían su cuota y ellos aceptaron la promesa del profeta y liberaron a los presos de la guerra de Honain, y entregaron sus bienes.
También, el Islam prohibía la injuria. El Imam Ali tenía una frase muy delicada. Aunque esta frase es general y no se dedica a los presos, sin embargo se emplea en el campo de batalla, y se considera una frase útil para todos los responsables que tiene planeado un nuevo tratamiento para los prisioneros de guerra. Él decía: en el lugar de injuriar, hay que solicitar a Dios que oriente a los enemigos y se termine el derramamiento de sangre.
El Islam ha considerado algunos derechos para los prisioneros de guerra. Además de los derechos para los no combatientes, estas personas que no son civiles ni combatientes, tienen derechos especiales. Además ha considerado derechos para aquellas personas que se han rendido o han resultado heridas o han sido capturadas. El Islam da una importancia especial a luchar valientemente e impide a traicionar, maltratar y torturar física o mentalmente a los enemigos, especialmente después del fin de la guerra. En resumen, en la guerra se enfrentan dos grupos: los civiles y los soldados enemigos. Los civiles que cuentan con inmunidad especial y son protegidos, y los soldados enemigos que si son capturados o resultan heridos, se les debe dar un trato humanitario y respetuoso.