Derechos humanos islámicos 55
Feb 13, 2017 07:53 UTC
En el nombre de Dios, todopoderoso. Saludos cordiales a todos ustedes estimados oyentes de la voz exterior de la República Islámica de Irán. Estamos con ustedes con otro programa más de la serie de artículos titulados Derechos Humanos Islámicos.
En los programas anteriores hablamos sobre los derechos de los grupos frágiles de la sociedad como las mujeres, los niños, ancianos, minusválidos y prisioneros de guerra. Estos grupos debido a sus condiciones especiales, necesitan un apoyo y atención especial y en los documentos internacionales se ha mencionado correctamente sus derechos. En este programa y los siguientes, nos esforzaremos por conocer los derechos de otros grupos que solamente existen en la religión del Islam.
Esta religión global y celestial, dadas sus enseñanzas divinas y morales, ha considerado algunos derechos y deberes para determinadas personas que no existen de forma seria en ninguno de los círculos académicos, movimientos jurídicos ni documentos internacionales, y es una de las características especiales del sistema jurídico del Islam.
Otro asunto es que en esta religión cuando hablamos de los derechos, se plantean también los deberes y esto se considera otra característica de esta religión celestial que en los últimos años, poco a poco ha atraído la atención de los eruditos, científicos y círculos universitarios. En este programa nos esforzaremos por explicar los derechos y deberes de los profesores y maestros.
A pesar de la desatención de las primeras civilizaciones a la educación, la enseñanza, la lectura y la escritura. El Islam ha concedido gran importancia a la educación de niños y jóvenes, para que alcancen sublimes modales y altísimas características, y a la vez apartarse de todo mal comportamiento. En las primeras aleyas que reveló a su profeta, habló de la educación, la enseñanza y se presentó como maestro de las personas.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) obligó a todos los padres a enseñar a sus hijos a escribir y prepararlos para que puedan aprender los alfabetos con el objetivo de establecer la cultura general en el pueblo islámico y preparar el terreno para que todas las personas gocen de la educación primaria, y entregar a las próximas generaciones la bendición de leer y escribir.
La adquisición del aprendizaje de leer y escribir es un proceso de gran valor para la mente y el espíritu del niño. Se siente grande cuando pasa de la actividad lúdica al aprendizaje y a la obtención de nuevos conocimientos que le ayudarán posteriormente en su vida.
Aprender a escribir es una de las etapas de los estudios básicos y el Hazrat Mohamad hace 14 siglos, en un mundo ignorante, lo consideró uno de los derechos de los hijos. De esta narración entendemos bien que la educación general es uno de los programas del Islam. Si en el pasado, los seguidores del gran profeta del Islam realizaban prácticamente las órdenes de aquel Hazrat y todos los padres musulmanes de cualquier clase social y raza, respetaban el derecho de sus hijos a aprender ciencia y les enseñaban los alfabetos, actualmente los musulmanes entre todos los pueblos del mundo, tienen el orgullo de haber aprendido los alfabetos desde hace unos siglos.
Existen muchas narraciones basadas en la importancia de aprender la ciencia. Por ejemplo: el Hazrat Ali (la paz sea con él) aludió a un hombre creyente y le dijo: la ciencia y cortesía son tus valores. Pero, tienes que esforzarte por aprender más la ciencia, ya que cuando aumente tu ciencia y modales, aumentará tu valor.
También, Imam Sadeq, sexto imam de los chiíes del mundo y cerebro inteligente del mundo del Islam divide al pueblo en 3 grupos y dice: el primer grupo son científicos y educados; el segundo grupo son los estudiantes y el tercer grupo son aquellas personas que no son científicas ni se esfuerzan por aprender la ciencia. Ellas son las espinas sobre las inundaciones. Parece que el Imam ha comparado la sociedad con un río torrencial. El grupo educado y los estudiantes son similares a las aguas de aquel río que sus reacciones son lógicas y fundamentales y provocan la construcción. Pero, aquel grupo que no es científico ni estudiante, es igual que las espinas y espumas sobre las inundaciones que no se mueven por su petición sino que se mueven con cualquier viento y algunas veces también en un lugar, se unen e impiden el paso del agua.
Esta narración anima a todas las clases de la sociedad a aprender la ciencia y les advierte no convertirse en espinas en la sociedad y no caminen ciegamente. Esta narración enseña al pueblo que cada persona tiene que actuar según sus obligaciones en la vida, da pasos según su inteligencia y entendimiento.
El gran profeta del Islam (saludos sean para él y sus descendientes) para el avance de la cultura general y convertir en eruditos e inteligentes a los hijos de los musulmanes, además del establecimiento de unos reglamentos generales y dar recomendaciones verbales, prácticamente también usaba las oportunidades adecuadas. Por ejemplo: después de la batalla de Badr, conforme a su costumbre, el Profeta consultó a sus compañeros respecto a los prisioneros de guerra. Algunos notables insistían que todos los prisioneros fuesen decapitados; y para evitar odios familiares, querían que cada uno de ellos fuera ejecutado por un musulmán que fuera su pariente más próximo. Pero el Profeta rechazó esta opinión, y se adhirió a la opinión de Abu Bakr de liberarlos mediante el pago de un rescate que tomó una dimensión educativa. Los prisioneros que sabían leer, tuvieron solamente que enseñar cada uno a diez muchachos musulmanes en el arte de leer y escribir.
El profeta del Islam con la ejecución de esta ley, por un lado propició el terreno para la educación de los niños musulmanes y ayudó a la cultura actual, y por otro realizó en la historia militar del mundo, una medida sin precedentes, es decir: obligó a los presos a enseñar ciencia a los niños, sustituyendo el dinero por la educación para que un prisionero de guerra pueda salir en libertad.
A pesar de que el Islam ha enfatizado mucho en el aprendizaje de la ciencia, el respeto a los maestros y ulemas tiene una importancia especial ya que ellos han dado pasos positivos en el camino de la ciencia.
En el movimiento del Islam que su primer maestro es Dios y su primer estudiante es el Hazrat Mohamad, se ha considerado un lugar muy supremo para el maestro.
El sabio, el científico y el profesor que trabajan con sinceridad, tienen el respeto por parte de toda la gente y su palabra tiene luz que llena el alma humana. Es aquella persona que teme a Dios y conoce la verdad. Parece que después del Señor del universo, los maestros son capaces de ser dueños del ser humano y cada persona tiene que rendirse ante ellos. Los primeros y más supremos maestros del ser humano son los profetas y después imames; quienes toleran las dificultades, ignoran su vida para despertar a las personas de la ignorancia y salvarlos de la caída y destrucción.
Imam Sayad (la paz sea con él) cuarto imam de los chiíes del mundo, en su libro llamado Artículo de los Derechos de Imam Sayad, atiende los derechos especiales del Islam en relación con otras personas y en una parte sobre los derechos de los profesores y maestros dice: tienes que respetar a tu maestro, oír bien sus palabras, aprender sus recomendaciones y ayudarle para que pueda enseñarte lo que tú necesitas. Después, tienes que trasladar tus estudios a los demás y nunca debes traicionar esta misión que has asumido.
Además el Imam Baqir (la paz sea con él) dice: Aparta tu alma de la presencia del mal con la presencia del conocimiento. Emplea la presencia del conocimiento con la pureza de la acción. Guarda la pureza de la acción de la gran negligencia con la intensa vigilancia. Gánate la intensa vigilancia con la seguridad del temor (a Dios). Cuídate de la irreflexión del deseo vano con la guía del intelecto. Y detente ante la victoria de las apetencias con la orientación del conocimiento.