Ago 08, 2017 07:52 UTC

En este programa se aborda el tema de la oposición de los partidos de extrema derecha a la Unión Europea

Saludos cordiales a todos los estimados oyentes de la Voz Exterior de la República Islámica de Irán, estamos a su servicio con otro programa más de la serie “El crecimiento de la extrema derecha y la islamofobia en Europa”. En el programa anterior hablamos sobre la xenofobia y el antiislamismo como dos de los más importantes índices de la corriente de extrema derecha en Europa. En este programa, estudiamos otra característica de la extrema derecha en Europa y es la oposición de estos partidos a la Unión Europea. El nacionalismo extremo, el racismo y la xenofobia  forman parte del proyecto de integración europea. Un proyecto cuyo propósito es la reducción de los sentimientos nacionalistas y el fortalecimiento de las normas y los valores europeos con miras a crear una sociedad multicultural y redefinir la identidad de los ciudadanos europeos. 

 

Los partidos y movimientos de extrema derecha ven en la unanimidad de los países europeos, un golpe fuerte a la identidad y cultura de cada país. Ellos creen que la historia de cada Estado es diferente y no se puede imponer una política cultural única. La oposición a una sociedad multicultural se basa en que cada nación tiene sus propias fronteras e identidad. Por ejemplo, la extrema derecha en Francia afirma que la aglutinación de este país en una organización ultranacional, es decir la Unión Europea, causó el declive de la soberanía económica, política y cultural de Francia. En este sentido, el partido Frente Nacional en 2004 criticó a la Unión Europea como el último paso en dirección a un gobierno mundial y pidió una reconsideración de todas las disposiciones del Tratado de Roma.

 

La presidenta del partido Frente Nacional, Marine Le Pen, cree que Francia debe abandonar la Unión Europea y restaurar sus fronteras anteriores, y enfrentarse seriamente con los ciudadanos de doble nacionalidad. Uno de los lemas de la líder del Frente Nacional, en la campaña de las elecciones presidenciales de Francia de abril de 2017 es el referéndum para la salida de Francia de la Unión Europea. Alarmados por la desaparición del ámbito nacional con la expansión de la Unión Europea, el proceso de globalización, la crisis de la zona euro y la ola de  los refugiados a Europa, han surgido partidos ultrarradicales que propician un contexto adecuado para el crecimiento de la extrema derecha. Los partidos de extrema derecha se amparan en el sentimiento nacionalista para defender su rechazo a una convergencia en Europa. Los partidos de extrema derecha, considerando la particularidad del nativismo, se oponen a las políticas de integración de la Unión Europea y  las ven como una amenaza y pérdida de sus fronteras nacionales.

  

El retorno al nacionalismo extremo, sobre todo entre los europeos, con el fin de eliminar las consecuencias del fascismo y el nazismo, después de la Segunda Guerra Mundial, eligió el camino de la cooperación, la integración y la solidaridad en el marco del transnacionalismo seleccionado y lo ha llevado a la  práctica, lo que no solo ha sido un fracaso sino un paso hacia atrás. Este regreso pone en riesgo la continuidad de todos los logros de la Unión Europea. A parte de las políticas xenófobas y antiinmigrantes de los partidos de extrema derecha, el poder ejercido por este colectivo se funda en el interés y las prioridades nacionales y no en los intereses comunes europeos, lo que  provocará la divergencia y la discordia entre los países europeos. La inestabilidad de los sistemas políticos europeos que se debe principalmente a la competencia entre los partidos, junto con el aumento de la violencia contra las minorías y los migrantes, seguirá socavando la coherencia y la eficacia de los gobiernos europeos. El conjunto de estos factores, dirigirá a Europa, después de décadas de progreso, estabilidad y paz, hacia el radicalismo y la debilidad de su lugar a nivel internacional. 

 

El referéndum de Gran Bretaña para salir de la Unión Europea el 23 de junio de 2016 fue un gran choque político económico.  Aunque los  simpatizantes de campaña “brexit” pertenecían a partidos y grupos sociopolíticos, se puede decir específicamente que todos los partidos y grupos de extrema derecha populistas británicos eran miembros activos de dicha campaña. Todos los partidos de extrema derecha de Europa recibieron con beneplácito el resultado del referéndum del Reino Unido a favor de la salida de la Unión Europea y todos hablaron  de dejar el bloque comunitario en caso de tomar el poder.

 

Los resultados de esa consulta popular británica fueron resultados de esfuerzos desplegados por políticos populistas de derecha en Europa en los últimos años. Entre los éxitos obtenidos por estos partidos el pasado año, se puede aludir a los casos siguientes: Por primera vez, los partidos lograron estar en el Parlamento Europeo, además el Partido por la Libertad (Holanda) superó a todos los partidos en competencia, el Partido Ley  y Justicia (Polonia) tiene la mayoría absoluta en las dos Cámaras de su país, el candidato del Partido Liberal de Austria con muy poca diferencia en las elecciones presidenciales de 2016, perdió ante su rival, el Partido Verde, y el Frente Nacional de Francia tiene una gran oportunidad para las elecciones presidenciales del próximo año. El partido Alternativa para Alemania, con aproximadamente el 15 por ciento de popularidad, tiene muchas probabilidades de sumar una buena cantidad de votos en las elecciones parlamentarias del próximo agosto y entrar en la línea de los partidos influyente de este país. 

 

La Unión Europea se formó en 1957 por iniciativa de seis países (Alemania  occidental, Francia, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo) al margen de la  Convención de Roma como un mercado común. Tras casi seis décadas, el número de sus miembros alcanza 28 países. Durante este período, el mercado común para liderar el camino de la convergencia e integración en diversos campos, se convirtió en una unión económica y monetaria.  De los 28 países miembros de la Unión  Europea, 19 hasta hoy están unidos en la denominada zona euro y han adoptado el "euro" como unidad monetaria del bloque.

 

Todos los miembros de la Eurozona han aceptado el principio de las "cuatro libertades" para garantizar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas. Los 19 países de la zona euro acordaron  gestionar un banco central conjunto y una unidad monetaria única basados en una serie de criterios que rigen el déficit presupuestario, la inflación, los niveles de deuda, etc., sin embargo, estos criterios no son respetados en muchos casos.

 

No obstante, la Unión Europea, tras hacer frente a varias crisis políticas, su unidad económica y social en la consecución de su proyecto final no ha tenido valor ni entre sus integrantes y menos ha atraído a otras. Un gran número de partidos de Europa, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, han expresado su rechazo a seguir en la Unión Europea y sus bases filosóficas y políticas. Ellos piden regresar a las fronteras pasadas y creen que este es el mejor camino para defenderse frente a la crisis. La Unión Europea, después de seis décadas de vida, ha alcanzado grandes logros en diversos campos de la integración europea pero ahora el reto más importante es continuar el proyecto. Es por eso que algunas famosas figuras políticas europeas, como François Fillon, el candidato presidencial con mayor probabilidades de entrar en el palacio del Elíseo, tras las elecciones presidenciales francesas, abogó por el aumento del desarrollo de Europa y aplicar un control estricto de las fronteras para impedir la entrada de los refugiados y tratar de fortalecer la cohesión entre los miembros  de Unión Europea.

 

Sin embargo, fuera de la UE, se ve que debido a los cambios que están ocurriendo en Europa, este continente no puede prescindir de los refugiados e inmigrantes en la búsqueda del fortalecimiento de su unidad y cohesión interna. Ahora el  nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, intenta protegerse del colapso de la Unión Europea. Cerca de las fronteras marítimas y terrestres de Europa, en Oriente Medio y en el Norte de África existen  centros críticos tras años de colonialismo y el dominio de Europa, y esto es el origen de la migración de sus ciudadanos hacia Europa que huyen del conflicto, la inseguridad y la crisis económica y social de su países.   El crecimiento de la tendencia hacia los partidos de extrema derecha de Europa es producto del proyecto de integración europea que después de más de sesenta años ha dibujado una divergencia negativa.