Oct 02, 2017 07:51 UTC

En el programa de hoy, nos dedicaremos a hablar sobre los índices generales de las políticas económicas del neoliberalismo en las zonas llamadas patio trasero como América Latina.

Uno de los índices generales de las políticas económicas del neoliberalismo en el patio trasero, América Latina, es la reducción del papel del Gobierno en las planificaciones económicas y el comercio externo.

Entre otros índices se puede indicar la eliminación total de cualquier política, adoptada para apoyar a la industria nacional.

El tercer índice es la preferencia de aquellas partes de la economía que producen para el mercado exterior. El cuarto índice  se puede recordar a la eliminación de cualquier limitación frente a la corriente del capital extranjero y la eliminación de todo lo que obstaculiza la actividad del capital extranjero en la economía nacional.

El quinto índice de las políticas economías del neoliberalismo es la privatización de las riquezas nacionales y los capitales y las industrias públicas.

El sexto índice es la eliminación y la cancelación de los planes nacionales para suministrar el bienestar social. La imposición de presiones causadas por las deudas extranjeras a las economías nacionales se considera como otro índice, entre otros. Tales políticas provocan división entre la gente y las formaciones populares. Las políticas neoliberales provocan una brecha en la solidaridad de diferentes movimientos nacionales y acaba con la movilización de masas. El neoliberalismo ha crecido en todo el mundo a través de estas estrategias clave.

La victoria de los gobiernos populares en América Latina revela, de hecho, el fracaso de las políticas neoliberales y la reacción del pueblo de esta zona a las mencionadas políticas. Por ejemplo, en los años 2000, 2003 y 2005, se formaron movimientos sociales en Bolivia en protesta a la privatización de los servicios de suministro de agua y la industria de gas y petróleo.

En el año 2001, el pueblo argentino realizó las más amplias huelgas y  manifestaciones en protesta contra la más grande crisis financiera de este país que fue profundizada aún más con la gran recesión económica de Estados Unidos.

Estos movimientos populares nacieron en protesta a las políticas dictadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y allanaron el terreno para la caída de los gobiernos que dirigían las políticas neoliberales en Argentina y Bolivia.

En la mayoría de los países latinoamericanos como Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, las políticas neoliberales fueron dictadas al principio por parte de los gobiernos militares y dictatoriales, pero después, los partidos y las corrientes reformistas como Concertación en Chile; Menem en Argentina; Blanco y Colorado en Uruguay; la alianza Mir-Banzer en Bolivia; Acción Democrático (AD) y (Comité de Organización Política Electoral Independiente) en Venezuela y el partido socialdemócrata Brasileiro en Brasil fortalecieron estas políticas.

Desde el aspecto social, las clases media y alta, más que los demás, apoyaban a las coaliciones que aplicaban las políticas neoliberales bajo la bandera del reformismo. Un pequeño grupo de grandes capitalistas dirigen estas corrientes, apoyándose en su riqueza, se esfuerzan por tomar el control de los centros del poder.

 

En general, la ejecución de las políticas neoliberales en América Latina conllevó dos resultados. Primero, causó que los movimientos sociales más poderosos cuestionaran la política del neoliberalismo. Por otro lado, el surgimiento de crisis de legitimidad y la desintegración de la coalición de las fuerzas formadas para ejecutar las políticas neoliberales fue otra consecuencia de las políticas neoliberales en esta región.

Tales coaliciones desaparecieron y se desintegraron en algunos países. En otros países, después de sufrir graves golpes y con apoyo de las fuerzas imperialistas, se dedicaron a reconstruirse y reorganizarse. Por otro lado, los movimientos sociales y las corrientes políticas no tradicionales plantearon peticiones sobre la independencia, la justicia social y la lucha contra la pobreza a través de las maneras inusuales.

Por ejemplo, tras la victoria de Tabaré Vázquez en las presidenciales de 2004 en Uruguay, por primera vez tras 170 años, llegó al poder una persona que no pertenecía a las corrientes políticas tradicionales, es decir el partido nacional y el partito clorado, los que siempre tomaban el control político de Uruguay.

A juicio de los críticos del movimiento bolivariano,  la divulgación de la corrupción por los burócratas de este movimiento, con la complicidad de corruptos empresarios y capitalistas que alegaban seguir el movimiento chavismo fue una de las inevitables consecuencias de las políticas de Chávez, y posteriormente de Nicolás Maduro.

Si bien algunas de las erróneas políticas del Gobierno venezolano en abrir el camino para los capitalistas intrínsecamente antirrevolucionarios son criticables, no obstante, el amplio análisis de las relaciones del gobierno bolivariano y el sector privado, demuestran que las alegaciones de la oposición neoliberal sobre los errores del modelo económico del gobierno venezolano son incorrectas.

De hecho, para analizar este tema, tenemos que aprovechar la rica experiencia  del Gobierno bolivariano. Uno de los puntos importantes que se debe tener en cuenta es la situación que  obligó al gobierno bolivariano a retirarse un poco de su postura izquierdista ante el oligarca nativo y enemigos imperialistas.

El gobierno de Chávez se vio obligado a entrar en una unidad táctica con algunos grupos que no fueron en absoluto patrocinadores de los objetivos del movimiento bolivariano. Estos tratados y unidades no fueron incorrectos en sí, pero carecían de suficiente consideración para proteger los intereses de las clases bajas y fortalecer su organización como la única fuerza confiable en la lucha contra el sistema del dominio.

Con todo, la clase baja se considera como la única fuerza capaz de resistir al imperialismo y  el interno capitalismo dependiente a éste e impedir el abuso de los burócratas públicos y los capitalistas que entran en el movimiento con hipocresía. En otras palabras, el gobierno debería adoptar medidas más firmes para fortalecer a los miembros y consolidar las filas del movimiento bolivariano y organizar sus bases sociales para reforzar así los bastiones revolucionaros y crear obstáculos frente al sistema de dominio y sus socios internos. La oposición neoliberal dice casi las mismas palabras que declaran los neoliberales en EE.UU. Ellos consideran el socialismo como la causa de la escasez en Venezuela.

Los economistas del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE Libertad), localizado en Caracas, creen que el desastre que sufre la economía de Venezuela tiene sus raíces en la eliminación total del sistema capitalista y el control del Gobierno sobre la economía. En el informe de este centro viene: el socialismo del siglo 21 ha devastado al pueblo venezolano, pero el punto notable es que no se puede calificar la economía venezolana de socialista pues el sector privado posee más del 70 por ciento de la producción en la economía de este país. Los apoyadores de esta idea ignoran, de hecho, el factor principal de este problema.

La principal causa de esta situación es la caída del precio global de petróleo y aún más importante, la clara guerra económica impuesta contra Venezuela. El sector privado dependiente al sistema neoliberal ha llegado a la conclusión de no invertir en la economía venezolana y recurre a diferentes tipos de vandalismo en la importación de artículos. Otro factor complicado es la gran diferencia, provocada por las interrupciones, entre los precios públicos y el precio del mercado negro que incluyó también el precio de la divisa.

Según Jorge Giordani, exministro venezolano  de Planificación, solo en el año 2012, es decir el año en el que se agravó la diferencia entre el precio público y el mercado libre, las empresas privadas venezolanas que compraban el dólar oficial al Banco Central para importar artículos al país, robaron más de 20 mil millones de dólares a través de innumerables fraudes.

La mayoría de los empresarios, tras recibir la divisa para importar artículos, la vendía en el mercado libre o utilizaba una parte o toda para importar artículos, pero la vendía en el mercado negro y obtenía muchas ganancias.

De acuerdo con las investigaciones cuyos resultados fueron publicados en la página web de Tele Sur, el sector privado había sacado del ciclo económico saludable del país, en total 259 mil millones de dólares de los recursos monetarios que el gobierno había dedicado a la importación de los artículos. Los líderes de la oposición derechista, a su vez, acusan a una nueva clase de capitalistas que apoyaban a Chávez de crear desorden en el mercado.

 

Queridos amigos, en este programa nos dedicamos a las políticas neoliberales y  sus patrocinadores derechistas en algunos países latinoamericanos como Venezuela. En el próximo programa, nos dedicaremos al aspecto político de este tema.