Oct 04, 2017 08:01 UTC

En el nombre de Dios todo poderoso, Saludos cordiales a todos los queridos oyentes de la Voz Exterior de la R.I.I. Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país norteamericano.

La semana pasada los escándalos y desafíos del presidente estadounidense, Donald Trump, continuaron como las semanas anteriores. Por una parte, Trump fracasó por tercera ocasión consecutiva en su intento de desmontar el programa de salud denominado Obamacare que fue elaborado por su antecesor, Barack Obama, y por otra, el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Tom Price, presentó su renuncia obligada por estar involucrado en actos de corrupción. Además, fue derrotado el candidato apoyado por Trump en las elecciones primarias del Senado en el estado de Alabama. De tal modo, algunos asesores del presidente estadounidense, incluidos su hija y su yerno, fueron acusados por utilizar de las cuentas personales para tratar asuntos oficiales.
También durante la semana pasada la noticia de la guerra verbal entre Donald Trump y los equipos deportivos de EE. UU. se convirtió en los titulares destacados en el país norteamericano. Algunos jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) decidieron arrodillarse durante el himno nacional en protestas por el racismo y las desigualdades en EE.UU.
 
Estos sucedieron mientras que Donald Trump para ocultar sus escándalos y distraer a la opinión publica de sus declaraciones ante la reciente Asamblea General de las Naciones Unidas, presentó su plan para rebajar los impuestos a empresas y ciudadanos de la clase media del país. Además, la expansión cuantitativa y cualitativa de la lista de prohibición de viajes de Trump estuvo en el foco de atención de analistas y críticos de las políticas migratorias de Trump. 
 
La semana pasada, el Partido Republicano volvió a la carga en contra del Obamacare, cuando parecía que el tema estaba resuelto tras las consecutivas derrotas sufridas por el Partido Republicano al no haber logrado aprobar sus propuestas de ley para derogar y reemplazar la ley de salud heredada de Barack Obama.
El Senado no votó sobre el proyecto de ley Graham-Cassidy para revocar el Obamacare, según anunciaron líderes republicanos el martes pasado, lo que se traduce en un golpe devastador al presidente Donald Trump y a los legisladores republicanos en su último intento para cumplir con su promesa de campaña.
Esto sucedió debido a que tres senadores —John McCain, Susan Collins, Rand Paul— informaron de su decisión de no votar a dicho proyecto de ley. Por lo tanto, con 51 votos en contra y 49 a favor, Trump vio truncada otra oportunidad de cumplir con su promesa electoral de derogar Obamacare y, de hecho, anotarse una victoria legislativa. Trump acusó a los senadores de haber "defraudado" a los estadounidenses. Cabe destacar que el proyecto de ley Graham-Cassidy dejaba a millones de personas, sobre todo de clase baja, fuera del sistema de salud, según la Oficina del Presupuesto del Congreso.
"Estos acontecimientos recién sucedidos, nos muestra un claro derrota para el presidente Donald Trump y el líder de la mayoría republicana, Mitchell McConnell", afirmó el experto en política estadounidense y periodista de Washington Post, Sean Sullivan.ç
 
La semana pasada, el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Tom Price, presentó su renuncia, la cual fue aceptada por el presidente Donald Trump.
 
Trump estaba evaluando la posibilidad de despedir a Price a raíz del escándalo suscitado tras haberse revelado que había utilizado aviones privados para viajes oficiales, causando un gasto de miles de dólares a las arcas del Estado.
El escándalo estalló el pasado viernes cuando el diario Politico denunció que, solo desde el mes de mayo, Price había incurrido en unos gastos superiores a los 300.000 dólares en 24 vuelos privados.
 
Mientras tanto, en plena tensión en la Casa Blanca, sale a luz que los asesores del presidente, su hija Ivanka y el esposo de esta, Jared Kushner usaron cuentas de correo privado para asuntos oficiales.
 
Cabe destacar que Kushner ya había sido investigado por intentar abrir una vía de contacto con oficiales rusos durante la campaña electoral de 2016, además, recordemos que Trump criticó duramente a su rival demócrata Hillary Clinton por el uso de su servidor privado para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
 
La supuesta negligencia de Kushner en el uso de correos electrónicos con el papel de Rusia en las elecciones presidenciales del año pasado podría provocar una nueva crisis en la Casa Blanca.
 
La semana pasada, la fuente noticiera Defense One anunció que el Departamento de Defensa de EE.UU. (Pentágono) ha dado a conocer que el costo de las guerras del país norteño tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, ha llegado a 1,5 billones de dólares. Este dinero equivale a 7500 dólares de impuesto de cada ciudadano estadounidense.
 
Cabe destacar que estas cifras representan un número mucho menor de las estimaciones de los economistas estadounidenses de institutos como Ivy League.
Por otra parte, el Instituto Watson vinculado a la Universidad de Brown publicó una serie de documentos en el mes de septiembre de 2016 que muestran que el costo de estas guerras llega a 3 billones de dólares y el interés bancario del prepuesto prestado para suministrar estas guerras llegará a 7,9 billones de dólares hasta el 2053.
Además, el actual presidente estadounidense, Donald Trump, durante su campaña electoral en 2016 al criticar la actuación de los pasados gobiernos informó de que los gastos del país norteño en sus guerras en la región oeste de Asia llegaban a 6 billones de dólares.  
 
De todas formas, actualmente, transcurridos 16 años del inicio de las guerras antiterroristas de EE.UU. 1,5 billones de dólares de los impuestos de los ciudadanos de este país han sido gastados en estas guerras.
 
Sin embargo, los datos de inteligencia de diferentes países dan a conocer que las amenazas terroristas contra EE.U. y el mundo se han multiplicado tras los atentados del 11 de septiembre. Además, debido a los altos costos y los servicios sanitarios y médicos que necesitas los heridos y los veteranos de estas guerras, más el pago de los intereses del gobierno estadounidense del presupuesto militar del país, los estadounidenses durante décadas tendrán que pagar los daños causados por las autoridades de su país.
 
Como hemos dicho anteriormente, desde los atentados del 11 de septiembre, cada ciudadano estadounidense ha pagado 7500 dólares de impuestos para los gastos militares del país y se prevé que este gasto se aumente notablemente en los siguientes años.
 
Simultáneamente con las críticas internas e internacionales a estos gastos, el gobierno de Trump además de intensificar a presencia militar de su país en Afganistán, busca dedicar el mayor presupuesto de los últimos años al Pentágono.
 
Y finalmente… la semana pasada Donald Trump emitió nuevas restricciones de viaje a tres países de Corea del Norte, Chad y Venezuela.
 
EE.UU. prohibió viajes a ciudadanos de Corea del Norte y Chad, y restricciones para Venezuela que se limitan a funcionarios del Gobierno y a sus familiares.
Sudán, uno de los seis países de mayoría musulmana incluidos originalmente en la lista de prohibición de viajes, fue removido de la nómina, dejando solo a ocho naciones con impedimento total o parcial de viajar a Estados Unidos. Los otros países incluidos en la prohibición eran Irán, Libia, Siria, Somalia y Yemen.
Trump había señalado a comienzos de año que necesitaba un período de 90 días de prohibición de ingreso al país de personas provenientes de seis naciones de mayoría musulmana (Siria, Libia, Irán, Sudán, Somalia y Yemen), así como de 120 días de prohibición de ingreso de refugiados de cualquier origen con el fin de definir nuevos filtros de admisión.
 
El viernes los funcionarios indicaron que un nuevo decreto presidencial pondría en marcha una “gama” de medidas que van desde controles más estrictos –como pedir el acceso a teléfonos celulares o a cuentas en las redes sociales- hasta una prohibición pura y simple.
 
Tras cinco meses de litigios ante los tribunales, una versión corregida del decreto original entró en vigor el 29 de junio y expiraba el domingo.
 
Esta nueva medida tomada por el presidente Trump, ha llevado consigo una serie de protestas y criticas de las agrupaciones defensoras de los derechos ciudadanos y de migrantes. Estos grupos declaran que Trump ha incluido el nombre de dos países cristianos a su lista anterior para salvarse del posible fracaso del caso ante la Corte Suprema Federal; ya que le criticaban de tener posiciones anteislámicas. Pero, está claro que estas restricciones no muestran nada serio; ya que, sobre el caso de Venezuela, solo las autoridades del país y sus familiares no podrán entrar al país norteño y, sobre el caso de Corea del Norte, hay muy pocos solicitantes para viajar a EE.UU., entonces, es obvio que los musulmanes siguen siendo el principal objetivo de estas medidas del presidente estadounidense