Estados Unidos en la semana que pasó
Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país persa.
La controversia sobre el tema de la corrupción ética de políticos y prominentes figuras culturales y deportivas estadounidenses estuvo en el foco de atención durante la semana pasada. Se destapó que un conocido ejecutivo de televisión, Charlie Rose, y el legislador demócrata más antiguo de la Cámara de Representantes, John Conyers, enfrentan problemas por denuncias de acoso sexual. Pero en el caso de Roy Moore, las acusaciones de este tipo parecen no interrumpir su campaña para ser miembro de la Comisión Electoral del Senado de Alabama y hasta recibió el respaldo del presidente Donald Trump.
Entre otras noticias relacionadas con los escándalos políticos, la semana pasada, los abogados del exasesor de seguridad nacional presidencial Michael Flynn, rompieron con el equipo legal de Donald Trump al que anunciaron que ya no se comunicarán con ellos sobre la investigación del fiscal especial Robert Mueller acerca de la interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos el año pasado. Esta decisión se informó mientras que los medios informaban de que Trump había pedido a su hija y yerno, Ivanka y Jarde Kushner, que se trasladen a Nueva York. Al parecer, la insatisfacción del presidente con algunos asesores de Kushner llevó a Trump a alejar a estos dos miembros de su familia de la Casa Blanca.
Por otro lado, se llevaron a cabo dos eventos nacionales la semana pasada, uno, el día de conmemoración de los soldados veteranos y, el otro, la celebración de Día de Acción de Gracias. En el marco de estos dos eventos, continuaron los debates políticos. En una ceremonia de homenaje a los veteranos, Trump afirmó que Estados Unidos está ganando victorias en todas las esferas militares y de defensa. Mientras que durante la celebración del Día de Acción de Gracias , los nativos americanos realizaron una manifestación en honor al cuadragésimo aniversario de la masacre indoamericana, en la reivindicaron sus derechos.
Sin embargo, unos días antes, Puerto Rico criticó a la Casa Blanca por la falta de acción del gobierno federal para aliviar las consecuencias graves que dejaron el paso de recientes tormentas en la isla. Al mismo tiempo, grupos de derechos civiles condenaron la decisión de Trump de negarse a extender el permiso de residencia a casi 60.000 ciudadanos haitianos en los Estados Unidos.
La semana pasada, la Cámara de Representantes de EE.UU. puso en marcha una investigación interna por abuso sexual contra Conyers por supuesto asedio sexual a una de sus asesoras. Conforme a la denuncia divulgada por la revista electrónica local Buzzfeed, en 2015, Conyers utilizó los fondos públicos para pagar unos 27.000 dólares a una exasesora parlamentaria que lo acusaba de haberla despedido porque se resistía a sus avances sexuales. Acorde con la acusación, el contrato incluía una cláusula de confidencialidad, y por ello se desconoce el nombre de la colaboradora, víctima de acosos de Conyers, como manoseos no consentidos.
Conyers, mediante una nota oficial publicada, reconoció el pago de esa cantidad de dinero, sin embargo, rechazó haberlo destinado a comprar el silencio de la citada mujer por acoso sexual. Indicó también que si el Congreso pretende abrir una investigación específica, él desea colaborar plenamente para aclarar lo ocurrido.
Además, ocho mujeres declararon al diario The Washington Post que el presentador de televisión Charlie Rose hizo acercamientos sexuales no deseados hacia ellas. El periódico precisó que las ocho víctimas eran exempleadas o candidatas a puestos en el programa “Charlie Rose” en la cadena norteamericana PBS, y que tenían entre 21 y 37 años en el momento de los hechos, entre los años 90 y el 2011.
De ser confirmadas las acusaciones, Rose alargaría de nuevo la ya de por sí extensa lista de personalidades de la política, del espectáculo y de los medios denunciados por conducta sexual inapropiada —desde acoso a violación—, como el caso del productor de Hollywood Harvey Weinstein.
Este tsunami llegó cuando los medios de comunicación revelaron los comportamientos inmorales de Weinstein, un gigante de Hollywood. En ese momento, se pensaba que la persecución de mujeres por parte de hombres poderosos estaba limitada solo en entornos artísticos y cinematográficos. Con el paso del tiempo, ahora ha quedado claro en qué medida la política y los medios han estado involucrados en numerosos casos de acoso sexual en Estados Unidos.
La encuesta de Quinipiac muestra que el 60 por ciento de las mujeres estadounidenses en cuestión dijo que habían sido hostigadas. Mientras tanto, el 20 por ciento de los cuestionarios masculinos informaron sobre estas experiencias. La mayor parte de estos hostigamientos se producen en el lugar de trabajo y por los cargos superiores en lugar de empleados de menos categoría.
Mientras tanto, cuando estadounidenses protestaban contra Moor, candidato del Senado en Alabama, por presunto acoso sexual, el presidente de Estados Unidos, Donald Tromp le ofreció su respaldo.
Moore, actual jefe del Tribunal Supremo del estado de Alabama, ha sido acusado de acoso a mujeres y contacto con mujeres menores de edad. Hasta el momento, ocho mujeres lo han acusado y algunas han dicho que fueron acosadas por Moor cuando tenían menos de 18 años. Por supuesto, todo esto fue hace unos 30 años y Moore negó con toda fuerza las acusaciones.
Con el mismo argumento, Trump ha apoyado a Moor para evitar que un demócrata liberal llegue a ocupar un curul del Senado de Alabama. La medida condenó al fracaso cualquier esfuerzo del presidente estadounidense para abordar el tema de la corrupción moral en el entorno político. Al respecto, el diario norteamericano The Washington Post escribió que la Casa Blanca da luz verde a las personas que están hostigando a otras.
La semana pasada, el presidente de EE.UU., Donald Trump, pidió a su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, ambos sus altos asesores, que abandonen la Casa Blanca.
Según la fuente consultada, cuyo nombre no se reveló, Trump exigió a Ivanka y Jared que regresen a Nueva York para escapar de la cobertura negativa de la prensa, alimentando así los rumores de una relación tensa entre su yerno y su asesor principal.
Mientras tanto, la revista local Vanity Fair asegura que la influencia de Kushner en la Casa Blanca parece estar disminuyendo, ya que el jefe de personal John Kelly le ha “cortado sus alas” con un sistema que baja los contactos de otros con el presidente. De acuerdo con los reportes, el general Kelly creó un nuevo sistema bajo el cual todos los asesores, incluyendo a Ivanka y Kushner, están obligados a pasar por Kelly para llegar al inquilino de la Casa Blanca, en un intento por restaurar el orden.
Además, se dice que el jefe de Estado de EE.UU. no estaba contento con Kushner por aconsejarle que despidiera a James Comey, director del Buró Federal de Investigación (FBI, por sus siglas en inglés) y también por reunirse con un agente ruso, causándole muchos problemas a su Administración.
Los informes subrayan que Kushner está cada vez más preocupado por la investigación que está liderando el fiscal especial Robert Mueller sobre los vínculos de entornos de Trump con el Gobierno de Rusia para encontrar rastros de una posible influencia rusa en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 2016.
Los expertos legales declaran que la negativa de Kushner a entregar su declaración jurada de información financiera y todos sus contactos extranjeros en formularios de autorización de seguridad nacional podría convertirse en un sujeto de investigación para Mueller, exdirector del FBI.
Uno de los contactos extranjeros que Kushner ha agregado a sus formularios es la abogada rusa Natalia Veselnitskaya, quien estuvo en la reunión mantenida en la Torre Trump en 2016 con Paul Manafort, exgerente de campaña de Trump.
Por otro lado, la semana pasada se celebró el Día de Acción de Gracias, como es tradición en Estados Unidos, el último jueves del mes de noviembre. En este día, las familias estadounidenses se reunieron para compartir una cena, en la que no faltó el pavo, para agradecer a Dios por las bendiciones y las facilidades a su vida. En este día, algunas personas afines a obras de caridad ayudan a necesitados y pobres.
Por supuesto, junto con la celebración de dicho día, los nativos americanos también rindieron homenaje a sus antepasados que perdieron la vida después de la llegada de los invasores europeos.
Esta conmemoración para los nativos de América del Norte tiene otro significado. En los últimos días de invierno del año 1620, los británicos invadieron los territorios norteamericanos y, por la falta de alimento sano y agua, casi la mitad de ellos perdió la vida. Sin embargo los indígenas que vivían en aquel lugar, ayudaron al resto de británicos que había escapado a la muerte. Los nativos les dieron comida, ropa y agua. Poco a poco los británicos decidieron permanecer en los territorios de los nativos . Por esta razón, los descendientes de los primeros colonos empezaron a celebrar el cuarto jueves de noviembre el día de Acción de Gracias por haberse salvado de una muerte segura.
Sin embargo, salvar a los británicos provocó la muerte y el genocidio de los indígenas que habían liberado a los británicos del hambre. Durante los tres siglos posteriores al invierno negro de 1620, una vasta tierra entre el Atlántico y el Pacífico fue ocupada por inmigrantes que acabaron con la vida de casi todos los nativos americanos, en lo que se considera el mayor genocidio de la historia humana.
Durante este período, los extranjeros libraron cientos de grandes y pequeñas guerras contra las tribus indígenas hasta obligar a los nativos a abandonar sus tierras. Los colonizadores europeos y, después de ellos, los ciudadanos del recién establecido Estados Unidos mataron a millones de indígenas, aprovechándose de su poderío al contar con armas o a través de la hambruna.