Dic 04, 2017 07:51 UTC

En el programa anterior empezamos la revisión de las medidas de EE.UU. en el derrocamiento de los gobiernos izquierdistas en América Latina.

En el programa de hoy, nos dedicamos a las operaciones y los planes de golpe de estado de EEUU contra los gobiernos izquierdistas de Honduras y Cuba.

En la madrugada del 28 de junio de 2009 y casi dos horas antes del inicio del referéndum sobre la formación de la Asamblea Constituyente con el fin de reformar la Constitución de Honduras, los golpistas utilizaron 200 soldados entrenados para acatar el palacio presidencial y secuestraron a José Manuel Zelaya, el entonces presidente de Honduras.

Ellos lo despertaron, lo amenazaron con un arma y, mientras todavía llevaba ropa de dormir, lo arrestaron. Los golpistas, aprovechándose de un avión, llevaron a Zelaya a una base militar en Costa Rica y luego a República Dominicana.

Algunas personas, como Robert Carmona Borjas, un conocido espía estadounidense que estuvo involucrado en una conspiración para derrocar al presidente venezolano, Hugo Chávez en 2002, tuvieron la misión de sabotear y espiar en Honduras.

Carmona, con la cooperación de Carlo Reich, otro espía estadounidense, tras no poder frenar a los izquierdistas de Venezuela, se concentraron en otras zonas de América Latina. Se dice que Carmona tras la formación de la Fundación Arcadia, iniciaron una guerra de honor contra los líderes izquierdistas de EEUU.

La Fundación Arcadia fue fundado el Washington por el estadounidense cubano Otto Reich acompañado por Robert Carmona-Borjas en Washington. Otto Reich ha participado en la mayoría de las operaciones diseñadas y ejecutadas para desestabilizar a los gobiernos izquierdistas.

En este sentido, comenzó una campaña mediática para desacreditar a Zelaya y su gobierno en Honduras, acusándole de soborno. Como escribe la experta latinoamericana Laura Carlsen, desde el comienzo, la naturaleza y el funcionamiento de la Fundación Arcadia fue evidente. Carmona, junto con Reich, acusaba a los aliados de Chávez como Zelaya en Honduras o Correa en Ecuador de estar involucrados en operaciones de contrabando o abusos financieros y políticos.

Este tipo de lucha se parece mucho a la misma que utilizaron anteriormente grupos como el Instituto Republicano Internacional (IRI). Ellos, de esta forma, desestabilizaron el gobierno de Jean-Bertrand Aristide en Haití que terminó en final en su derrocamiento en 2004.

 

Los intermediarios de esta operación fueron una red compuesta por la primera generación de neoconservadores, los generales derechistas latinoamericanos, los cubanos anticastristas y los clérigos entusiastas.

 

Al parecer, el gobierno de EE.UU. no participó en la subversión, pero los correos electrónicos de la ex secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, revelaron que estuvo involucrado en el golpe de Estado de Honduras en 2009. En ese momento, el Departamento de Estado de Estados Unidos estaba buscando la mejor manera para derrocar a Manuel Zelaya, el presidente demócrata hondureño.

 

El entonces secretario de Estado de Estados Unidos había sugerido que Lanny Davis, planteó un canal de comunicación con Roberto Micheletti, quien fue considerado la opción para dirigir Honduras después del golpe de Estado.

 

Durante este tiempo, el americano Davis se desempeñó como asesor de un grupo hondureño que apoyaba el golpe de 2009 contra Zelaya. En un correo electrónico enviado por Clinton a sus empleados, se informa de la posibilidad de que Davis le ayudaría a hablar con Mitcheletti.

 

Una semana después del golpe de Estado, Clinton y sus asesores estaban negociando sobre la restauración de Zelaya al poder a través de un gobierno de coalición nacional, pero este acuerdo no tuvo avances.

En diciembre de 2014, Hillary Clinton entregó oficialmente cerca de 30 mil mensajes relacionados con su trabajo para el archivo, pero eliminó cerca de otros 32 mil bajo la excusa de que eran personales. Los intentos para derrocar a Zelaya e impedir su retorno fue resultado de la colaboración multilateral de los antiguos amigos de EEUU.

 

Entre estas personas figuraban Otto Reich y Fernando Billy que en la década 1980 eran parte de una unidad paramilitar en Honduras. Reich es responsable de la desaparición de cientos de combatientes. Los generales hondureños que quitaron a Zelaya son quienes que fueron entrenados en el apogeo de las llamadas batallas de las "guerras sucias".

 

Esta red ha provocado discriminación incluso en la iglesia, de tal modo que, por un lado, están los católicos y los evangélicos protestantes que apoyaban el golpe de Estado y, por el otro lado, están los cristianos progresistas que eran apartados.

 

La raíz de esta pelea es bien clara. En Honduras, Zelaya adoptó la misma postura que Chávez adoptó en Venezuela. Trató de eliminar las pandillas de "riqueza y poder" que crearon las fuerzas de seguridad en la década de 1990, es decir, realizó cambios en su política. Además, Zelaya criticó la presencia militar de Estados Unidos en Honduras, se negó a privatizar varias compañías, así como a realizar los tratos a los que insistía Mitcheletti. También aceptó la ayuda extranjera de Venezuela en el marco de la compra de petróleo barato. Por lo tanto, no fue sorprendente que la clase aristocrática centroamericana expresara su repudio después de la victoria del líder izquierdista de Honduras o Guatemala.

 

Cuba es el segundo país amenazado por los planes subversivos de los EEUU. El gobierno estadounidense, para aumentar los disturbios y animar a los opositores en Cuba, puso en marcha una red social entre los años 2009 hasta 2012 y aumentó el número de sus usuarios hasta 40 miles de personas. Según las declaraciones del senador demócrata estadounidense Patrick Leahy, en 2012, el gobierno de EEUU había dedicado entre 10 y 15 millones de dólares a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para los programas denominados de la democratización en Cuba.

 

La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) es una oficina militar, creada en el año 1961 durante la presidencia de John F Kennedy. Esta entidad fue presentada oficialmente en el año 2009 como la agencia cooperante con el Departamento de Estado de EEUU y el Departamento de Defensa de EEUU.

 Según los datos publicados, el número de los empleados de esta agencia era de casi 7904 en el año 2009, entre ellos 1580 oficiales de los servicios exteriores. 1222 personas fueron empleadas de forma directa en esta Agencia y 4235 personas en otros países, es decir las fuerzas nativas del país anfitrión y alrededor de 867 personas fueron empleadas de forma indirecta por esta agencia.

En los últimos años, esta Agencia se ha concentrado en la cooperación bilateral y multilateral con empresas privadas, instituciones académicas y ONG en países en vía de desarrollo, pero Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) está acusada desde hace muchos años de servir como el brazo de CIA.

 

El presupuesto de este plan se pagaba a través de la oficina de ayuda a la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), conocida normalmente como una entidad para ayudar a los proyectos pro derechos humanos a nivel mundial. El objetivo de este plan es la creación de una red para el envío de mensaje como Twitter al pueblo, y sobre todo los insatisfechos en Cuba, con ofrecimientos para que puedan escapar del supuesto fuerte control del gobierno cubano. 

Esta red, denominada Zvnyv zone, fue conocida como Twitter cubano. Se inició en 2009, y puesto en marcha en 2012 en un país del tercer mundo para atraer a los usuarios cubanos y provocar disturbios.