Dic 11, 2017 07:51 UTC

El izquierdismo en América Latina nunca ha tenido ni tiene un enemigo más serio que Estados Unidos.

Washington adopta diferentes maneras para luchar contra esta corriente. Una manera es el uso de una organización denominada la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, también conocida USAID (por sus siglas en inglés). En este programa revisaremos las actividades de esta agencia con el fin de la destrucción o la debilitación de los gobiernos izquierdistas en América Latina.

Esta organización, bajo el nombre de ayudas humanitarias, se dedica a realizar medidas de sabotaje y derrocamiento de los sistemas opositores a  EE.UU.

La Agencia para el Desarrollo Internacional es una institución fundada por el gobierno norteamericano. Este organismo ofrece ayudas a largo plazo y apoyar a los individuos o países afectados por catástrofe. Se ha anunciado que el objetivo de esta organización es ayudar a los países y los pueblos para gozar de una vida libre y democrática, mientras que detrás de la escena política, atestiguamos una actuación diferente. USAID, de hecho, se considera como una de las organizaciones activas de inteligencia del gobierno estadounidense para crear inseguridad e inestabilidad en diferentes zonas del mundo, desde Irak hasta Venezuela. Se le puede considerar como el brazo principal de la penetración de EEUU en diferentes puntos del mundo.

Las medidas de esta Agencia consideran como un medio de desarrollo de los intereses de EEUU. Las cuales se llevan a cabo bajo la supervisión de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI). En el año fiscal 2015, se dedicó un presupuesto de 20 mil millones de dólares a esta oficina. De esta cantidad, más de un tercio fue gastado para asuntos internacionales y casi la mitad del presupuesto fue dedicado a ofrecer ayudas a otros países, operaciones exteriores y ayudas alimentarias a otros países.

Actualmente, hay 60 países que ayuda esta institución, que se ofrecen en el marco de contratos de cooperación con instituciones públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales, pequeños productores y microempresarios, comunidades, universidades, organizaciones internacionales y gobiernos extranjeros.

Desde 2010, el Congreso de EE.UU siempre se ha esforzado por dominar el presupuesto, las operaciones y la política exterior de su gobierno, y además tener un cierto control sobre USAID. La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional no es nada más que una agencia afiliada a las agencias de inteligencia para crear inquietud e interferencia en los asuntos de otros países. Muchas de las acciones de esta organización confirman que el objetivo oculto de Washington de ofrecer ofertas aparentemente "humanitarias" a los países es ayudar a sus propias agencias de inteligencia para expandir el alcance de su penetración.

USAID, después de dedicarse a actividades sospechosas, fue expulsada de muchos países latinoamericanos. La mencionada agencia es conocida como una institución que paralelamente ofrece ayuda a varios países de esta parte del continente de América, y busca al mismo tiempo vías eficaces para debilitar a los gobiernos de estos países. En el marco de la debilitación de los gobiernos democráticos y electos, USAID ha intervenido en asuntos internos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Haití, Brasil, Ecuador y algunos otros países latinoamericanos, así como también en Afganistán.

Revisaremos el caso de la intervención de USAID en los países latinoamericanos dirigidos por gobiernos izquierdistas para mostrar una imagen más clara de la confrontación de los Estados Unidos con estos gobiernos. Venezuela es uno de estos países.

Los documentos emitidos por el gobierno venezolano revelan que la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha jugado un papel importante en el financiamiento y la cooperación con individuos y grupos que participaron en el golpe de estado de 2002 contra el difunto presidente venezolano Hugo Chávez.

Los documentos publicados por WikiLeaks en noviembre de 2006 muestran la oposición de la mencionada agencia con el gobierno venezolano. Estados Unidos alegaba que Hugo Chávez había eliminado sistemáticamente las instituciones democráticas y gubernamentales durante los ocho años que estuvo en el poder. Por esta razón,  los objetivos del programa de este ente, bajo la supervisión de la Oficina de Iniciativas de Transición, se concentraron en el fortalecimiento de las instituciones democráticas mediante la cooperación con diversos sectores de la comunidad venezolana.

Otro documento publicado por WikiLeaks revela que dicha agencia, durante la  presidencia de Barack Obama en Estados Unidos, apoyó públicamente a los opositores autores de la inestabilidad en Venezuela. El documento, que pertenece al Departamento de Estado de EE.UU en noviembre de 2006, muestra cómo USAID, participó en la debilitación de las actividades democráticas de Venezuela, con la alegación de fortalecerlas.

En el documento de WikiLeaks viene que el entonces embajador de EE.UU, diseñó en agosto de 2004 la estrategia de Washington para dirigir las actividades de la Embajada de ese país en Venezuela en el periodo entre la celebración del referéndum y las presidenciales de 2006. De acuerdo con este documento, las 5 principales estrategias del entonces embajador estadounidense en Venezuela fueron: el fortalecimiento de las entidades democráticas, la penetración en la base política de Chávez, la creación de brecha en la ideología de los patrocinadores de Chávez, la protección del comercio de los estadounidenses y aislar a Chávez a nivel internacional. 

Más tarde se reveló que algunos opositores de Chávez figuraban entre los destinatarios de ayuda por USAID.

Hay otros miles de documentos relacionados con la embajada de Estados Unidos en Caracas que señalan que esta embajada había hecho correspondencias para ayudar a los líderes y los grupos opositores de Chávez. Estados Unidos también apoyó al radical líder de la oposición venezolana, Mario Corina Machado. Machado, junto al líder de la oposición  Leopoldo López, lanzó la campaña de “La salida” para derrocar al presidente electo Nicolás Maduro y amenazó con crear caos en las calles de Venezuela.

En el marco de la revisión de los servicios de USAID al gobierno de EE.UU se puede indicar la intervención de esta organización en los asuntos internos de Bolivia. Esta agencia apoyó las campañas lanzadas en contra del presidente del gobierno electo boliviano, Evo Morales y se negó a revelar los nombres de quienes se aprovecharon de las ayudas económicas de la organización.

El gobierno boliviano se vio obligado a expulsar a la organización del país. El informe del Centro de las Investigaciones Económicas y Políticas sobre las actividades de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en Haití también muestra que las ayudas de EEUU a menudo va a una "caja negra" y, por lo tanto, no se puede determinar quiénes reciben estas ayudas en final.

La mencionada organización ha gastado 85 millones de dólares en el marco de las ayudas financieras en Bolivia y goza de firmes vínculos con los separatistas de la rica zona de Santa Cruz. La región de Santa Cruz fue opositor a Evo Morales. El punto interesante es que tras la expulsión de USAID de Bolivia, esta zona votó por primera vez a Morales, lo que demuestra la reducción de la influencia de la mencionada organización.

Además, en el pasado se determinó que este ente había obligado a los voluntarios del ejército de la paz y los candidatos a las becas Fulbright a dedicarse a las actividades de espionaje en Bolivia. Fulbright es un programa del intercambio científico en el ámbito internacional financiado por el gobierno de EE.UU. Esta beca permite a las personas con capacidades científicas para que aprovechen las oportunidades para educar, enseñar, investigar e intercambiar opiniones. EEUU a veces utiliza las becas de Fulbright para espiar en otros países. Los documentos preparados por un periodista llamado  Jermi Bigood, demuestran que USAID había financiado en 2002 un proyecto denominado el proyecto de la reforma del partido político. Este proyecto tenía como objetivo jugar el papel de un peso frente al partid de Morales y sus sucesores.

En este mismo sentido, se puede mencionar además la participación de Estados Unidos en los asuntos internos de Ecuador. Esta Agencia, tras disputar con el gobierno de Rafael Correa sobre la identidad de sus destinatarios, se retiró de Ecuador. La organización se negó a brindar asistencia a las organizaciones ecuatorianas y decidió ayudar a sus empresas privadas. El gobierno ecuatoriano, no obstante, no aceptó tal cosa.

Las revelaciones han demostrado además que el foro nacional de la democracia, financiado por USAID, pagaba mensualmente 24 mil dólares al periodista ecuatoriano, Juan Carlos Calderón, para que dirija este foro conforme a los objetivos de EE.UU. Calderón es parte de una mayor red internacional, compuesta por periodistas desde Gambia hasta Costa Rica, financiada por EEUU para criticar a Correa.

 

Este grupo de periodistas denominado Galli que exige la libertad de expresión, ha sido fundado por los socios de USAId, quienes acusan a Correa de intervenir en los asuntos privados del pueblo. Este grupo critica además a Correa por haberse enfrentado con el diario El universo. Este medio le había acusado a Correa de decir mentiras. Después de que EE.UU pusiera a Ecuador en la lista negra bajo la excusa de no garantizar la libertad de expresión, la agencia USAID brindó 263 mil dólares a las organizaciones populares de Ecuador cuyo objetivo fue la libertad de expresión.

Poco después, el presidente ecuatoriano afirmó la redacción de nuevas leyes que supervisaran las actividades de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional en su país y que, si la organización no cumpliera con las reglas anteriores, debería abandonar el territorio, lo que finalmente ocurrió.