Estados Unidos en la semana que pasó
Estamos con Uds. con un programa más de la serie Estados Unidos en la semana que pasó y, al igual que en los programas anteriores, revisaremos los importantes cambios políticos, económicos y sociales del país norteamericano.
La elección especial en Alabama para elegir al representante de este estado en el Senado de Estados Unidos y la derrota de los republicanos en estos comicios se convirtieron en los titulares más importante del país norteño durante la semana pasada.
Sin embargo, el fracaso repentino de los republicanos en Alabama fue recompensado con buenas noticias para los miembros de este partido con la aprobación de su proyecto de ley de impuestos. La semana pasada, los republicanos, al superar sus diferencias, redactaron un texto único que fue promulgado por Trump, luego de ser aprobado por la Cámara de Representantes y el Senado.
Por otro lado, la serie de escándalos sexuales continuó en Estados Unidos. Además del fracaso del candidato republicano en las elecciones al Senado de Alabama, la semana pasada, cuatro mujeres acusaron al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de acoso sexual en una conferencia de prensa. El jefe de Estado rechazó las acusaciones pero fue criticado seriamente por una senadora.
Las preocupaciones sobre la propagación de la pobreza en Estados Unidos y la eliminación de la ley de "neutralidad de Internet" fueron otros importantes temas que coparon las noticias del acontecer del país norteamericano durante la semana pasada.
En el área de política exterior, el plazo de 60 días que tenía el Congreso de Estados Unidos para decidir sobre el futuro del acuerdo nuclear de Irán terminó la semana pasada y los legisladores estadounidenses guardaron silencio sobre la restauración de las suspendidas sanciones nucleares antiiraníes.
Sin embargo, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó una iniciativa para intensificar la supervisión de los contratos de venta de aviones al país persa y, por otro lado, la representante de Irán en las Naciones Unidas denunció que Irán había entregado misiles a Yemen. Además, continuaron los avatares sobre el caso de Corea del Norte, esta vez, la Casa Blanca y el Departamento de Estado mantuvieron una reunión para abordar este asunto.
La mayoría republicana en la Cámara Alta vio reducido su número, tras la victoria demócrata en Alabama de la semana pasada que puso al partido del presidente Trump ante nuevos desafíos para 2018. El exfiscal Doug Jones, de 63 años, se impuso la semana pasada en apretada contienda al controvertido exjuez Roy Moore, lo cual lo convirtió en el primer senador demócrata del estado sureño desde 1992 y llevó a que el Senado tenga ahora 51 puestos de la formación roja y 49 de la azul.
La victoria del democráta, que hace poco más de un mes parecía prácticamente imposible en un territorio fuertemente republicano, se vio impulsada por las denuncias de acoso contra su rival, acusado de conductas sexuales inapropiadas con adolescentes cuando él era un treintañero. Moore negó en todo momento las imputaciones, pero ni eso, ni el explícito apoyo del presidente Donald Trump, lo ayudaron a remontar el golpe asestado a su campaña por tales señalamientos.
Luego del sorpresivo resultado, medios y analistas evalúan el significado de ese desenlace para la formación que tiene superioridad en las dos Cámaras del Congreso, y que a pesar de eso ha tenido problemas para pasar legislaciones importantes. Varias organizaciones periodísticas destacaron el peso del voto afroamericano, pues aunque los negros en Alabama representan alrededor de un cuarto de los votantes, las encuestas arrojaron que ese grupo representó un 30 por ciento de las personas que acudieron a las urnas.El diario The New York Times señaló que luego de las elecciones noviembre en Virginia y Nueva Jersey, cuando los afroamericanos ayudaron a los demócratas a obtener victorias, la carrera de Alabama es otra señal de que los votantes más leales del partido están entusiasmados.
Los demócratas esperan ganar las elecciones de este año usando esta oportunidad, y esto se ha sumado a las preocupaciones de los republicanos.
La semana pasada, tres mujeres, que afirmaron haber sido acosadas sexualmente por Trump antes de postularse para presidente del país, instaron al Congreso estadounidense a investigar su comportamiento y las acusaciones de mala conducta. De inmediato, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que subraya que esas “acusaciones falsas fueron planteadas durante la campaña (electoral) del año pasado y la ciudadanía estadounidense emitió su juicio concediendo una victoria decisiva”.
Jessica Leeds, Rachel Crooks y SamanthaHolvey comparecieron en rueda de prensa para pedir al Congreso que actúe, aunque asumieron que Trump nunca llegará a dimitir por este tipo de acusaciones. Crooks, exrecepcionista en una inmobiliaria, instó a diputados y senadores a “dejar a un lado sus filiaciones partidistas e investigar la historia de delitos sexuales” del presidente.
Cabe mencionar que todavía no se ha calmado la tormenta desatada por anteriores acusaciones vertidas contra el presidente estadounidense de haber sometido a al menos 16 mujeres a acosos sexuales durante el transcurso de la campaña electoral de 2016.
Por otro lado, varias encuestas de la semana pasada anunciaron que la mayoría de los estadounidenses consideraron a Donald Trump como el peor presidente del país norteño.
El sondeo de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research (Centro NORC para Investigación de Asuntos Públicos) muestra que menos del 25 % de los estadounidenses considera que Trump ha cumplido los compromisos que hizo a los electores. Apenas tres de cada 10 estadounidenses consideraron que Estados Unidos marcha en la dirección correcta, y el 52 % dijo que el país ha empeorado desde la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Por otro lado, mientras el desempleo en Estados Unidos es de alrededor del 4 %, solo el 40 % de los ciudadanos estadounidenses aprueban la gestión económica de Trump.
Por último, la semana pasada, Philip Alston, relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, habló sobre la propagación de la pobreza en Estados Unidos y las preocupaciones de Alabama como los más pobres entre los países desarrollados.
Alston reveló en su informe que “el sueño americano rápidamente se está volviendo en una ilusión americana”, ya que Estados Unidos tiene ahora “la tasa más baja de movilidad social de cualquiera de los países ricos”.
En su informe concluye que el presidente estadounidense y la cúpula republicana en el Congreso están intentando convertir a Estados Unidos en “el campeón mundial de la desigualdad extrema”. Señaló también que a pesar del poder y riqueza en este país nada de eso se dedica a “abordar la situación de pobreza en que viven 40 millones de personas”.
Detalló, además, que no hay ningún otro país desarrollado donde tantos votantes estén privados de su derecho de voto y donde tan pocos votantes pobres desean acudir a las urnas, porque finalmente tienen muy poco impacto sobre los resultados políticos. “No hay ningún otro país desarrollado con tantos ciudadanos encarcelados”, enfatizó.
El reporte que ha salido a la luz es, en realidad, un borrador: el informe definitivo estará disponible a mediados de 2018 y se presentará ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDHNU) en Ginebra en junio del próximo año.
Economistas predicen que el recorte de impuestos propuesto por la Administración de Trump beneficiará a los ricos a expensas de los pobres y la clase media. Lógicamente, la reforma fiscal ha generado amplias protestas y rechazo entre los estadounidenses.