Oct 18, 2018 08:05 UTC

ParsToday-En la edición de hoy también seguiremos estudiando la situación de los refugiados en Europa.

Las horribles cifras de organizaciones y entidades activas en los asuntos de los refugiados muestran que todo el mundo se enfrenta a una gran crisis llamada “refugiados”.En el campamento de Muria en la isla de Lesbos en Grecia se observa claramente malas condiciones higiénicas y déficit de las necesidades primarias.El campamento de Muria se fundó en el año 2015 para los refugiados. Se construyó con la idea que iba a acoger de forma provisional, por unos días, a refugiados, pero, actualmente, algunas personas viven muchos años en dicho campamento. Este lugar está bajo la administración del gobierno griego, y el motivo del alto nivel de concentración en este campamento es la política de control migratorio de la Unión Europea que ha provocado que estas personas en lugar de trasladarse a diversos países europeos se queden en Grecia. La mencionada política también contempla un acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, que se ejecuta desde marzo de 2016, para devolver a miles de refugiados al suelo turco. 

Según las cifras de la Unión Europea, desde aquella fecha hasta el julio del 2018, casi 72 mil refugiados llegaron a Grecia a través del mar, de los que solo unos dos mil fueron devueltos a Turquía.

Mientras la Unicef ha solicitado a los países europeos que estudien rápidamente la solicitud de asilo de los niños y acepten a un mayor número de ellos, el gobierno griego no ha sido capaz de administrar los sobrepoblados campamentos de refugiados y la política de control migratorio va en detrimento de los niños. 

En el año 2015, casi un millón de desalojados y migrantes de países, como Siria, Irak y Afganistán, llegaron a territorio de la Unión Europea a través de las islas de Grecia. La ola de los refugiados después de la firma del acuerdo entre Turquía y la Unión Europea y su ejecución desde el 20 de marzo del 2016, ha reducido considerablemente el fluyo migratorio.

En base a este acuerdo, cada persona que llega a Grecia sin ningún documento, será devuelta a Turquía; excepto a quienes se consideren aptos de recibir el asilo en Grecia. No obstante, debido al largo tiempo que requiere el proceso de registro de asilo y el gran número de solicitantes, más de 14 mil refugiados permanecen en cinco islas de Grecia, una cifra que sobrepasa dos veces la capacidad de acogida.

Por otra parte, la Unicef considera horrible e humillante la situación en estos campamentos. Según esta organización, los refugiados luchan para alcanzar sus necesidades primarias, como un lugar para dormir, comida, agua caliente y los servicios higiénicos.

El periódico británico Observer, en un artículo, destaca que los niños residentes de campamentos oficiales de refugiados en Grecia se enfrentan a maltratos sexuales. Además, dice que existen pruebas de que algunos campamentos son tan inseguros para los niños que ellos no pueden abandonar sus cabañas de tela por las noches.

La situación de los niños desalojados es muy horrible en estos campamentos. La mayoría ha perdido la vida por  enfermedades contagiosas y el déficit de acceso a los servicios de sanidad. La guerra y los problemas surgidos de ella, así como, la situación insegura y dura de los campamentos de  refugiados, han causado serios daños espirituales y psicológicos a estos niños. Las investigaciones realizadas por algunos psicológicos en algunos niños desalojados que viven en  campamentos muestran que los menores sufren problemas como depresión, preocupación y violencia.

En relación con los desalojados y refugiados, especialmente los niños que se consideran de los estratos débiles de la sociedad, se puede decir que, en base  a las convenciones y tratados internacionales en relación con el asilo, todos los países entre ellos la Unión Europea tienen el deber de ayudar a las personas sin refugio y salvarles del dolor y la desgracia.

La crisis de los desalojados y refugiados se ha convertido en uno de los problemas del mundo de hoy. La crisis medioambiental, la sequía, los fenómenos naturales, la guerra y la inseguridad han provocado que millones de personas emigren hacia los países vecinos y, en caso de poder hacerlo, hacia los países desarrollados. La crisis e inseguridad que se ha intensificado desde los finales del año 2010 en los países de la región de Oriente Medio, especialmente en Siria e Irak, ha provocado que una ola de refugiados y desalojados emigre hacia Turquía y El Líbano y, después, hacia Europa. Esta emigración llegó a su auge en el año 2015 cuando más de un millón de personas viajaron a los países europeos. Entre estos refugiados, hay niños y mujeres que lo único que se ve en sus rostros es tristeza y cansancio. Ellos aceptan el peligro de la muerte y suben en barcazas antiguas y endebles para atravesar el mar Mediterráneo con la esperanza de llegar a Europa. En este contexto, la publicación de la foto del cuerpecito de un niño de 4 años llamado Ailan sobre una playa, desató una gran ola de los sentimientos humanitarios en los países europeos. Pero, el tiempo de esta condolencia fue muy corto. La emigración de los refugiados a Europa se ha convertido en un gran problema político y social para los gobiernos de este continente.

Parece que los refugiados son la raíz de todos los problemas sociales y económicos de dicho continente. En el año 2016, la Unión Europea firmó un acuerdo con el gobierno de Turquía, en base del cual, los refugiados deben ser  devueltos al suelo turco a través de unas estrategias especiales. Después del año 2016, se redujo considerablemente el número de los refugiados pero, ha aumentado gravemente la xenofobia en los países europeos. Ya no es ninguna noticia raras sentimientos de odio en Europa. En Grecia e Italia, que se consideran 2 puertas principales de la entrada de los refugiados, estos soportan condiciones inadecuadas sin las mínimas posibilidades de vivir. 

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