Ene 02, 2019 07:57 UTC

ParsToday-En este programa estudiaremos las características distintivas de la Revolución Islámica en Irán con otras revoluciones en el ámbito internacional.

Una de las diferencias más importantes entre la Revolución Islámica de Irán y otras revoluciones importantes del mundo son los resultados de la revolución. La Revolución Islámica de Irán no tuvo solo consecuencias internas sino también regionales y globales, y el origen de estos resultados también son diferentes. El mensaje de la Revolución Islámica de Irán fue la liberación, la negación de la tiranía en el interior, la independencia de Irán, el rechazo a la dominación extranjera sobre Irán, el aprovechamiento del Islam para el establecimiento de una estructura política que proporcione libertad, independencia y justicia. Este mensaje fue escuchado por muchas naciones, especialmente las s menos privilegiadas del mundo, y proporcionó las bases para la formación de varios movimientos y levantamientos en la región y en el mundo, como en Túnez, Argelia, Marruecos, Nigeria, El Líbano, Egipto, Baréin y muchos otros países. El pueblo de los países islámicos, tomando como ejemplo la Revolución del pueblo de Irán, desempeñó un papel importante en la creación de varios acontecimientos que despertaron la preocupación de los gobiernos de la época y de las potencias internacionales, porque los nuevos levantamientos islámicos desafiaron el orden de la región en el oeste de Asia.
 
La Revolución Islámica de Irán, en la historia contemporánea del mundo islámico fue, de hecho, un punto de inflexión en el resurgimiento y el regreso de los musulmanes a su identidad islámica. La identidad islámica, aunque fue en sí misma la causa de la victoria de la Revolución Islámica, desde otra perspectiva, debido a su carácter universal, llevó a la reactivación de la identidad islámica y al surgimiento de varios movimientos en el mundo musulmán. Porque la Revolución Islámica de Irán depende de una tendencia global inclusiva y dirigida a promover el espíritu islámico, el despertar de la nación para dirigirla hacia la verdadera perfección de la sociedad. Las implicaciones de tal impacto se pueden observar en el crecimiento y expansión de los movimientos islámicos, tras la victoria de la Revolución Islámica de Irán. La victoria de la Revolución Islámica en Irán provocó un choque entre las fuerzas de Taghut y los regímenes tiranos, por un lado, y las naciones marginadas en busca de libertad, por el otro; por lo que esta revolución es un modelo para guiar a todos los liberadores del mundo en los países musulmanes y no musulmanes.
 
Con la victoria de la Revolución Islámica de Irán, el movimiento del despertar islámico  entró en una nueva etapa y dio un salto con profundidad intelectual en la geografía del Islam, especialmente entre las masas y las capas excluidas de las comunidades islámicas. De modo que, el despertar islámico dejo de ser una defensa pasiva y, se fortaleció la identidad política de la unidad del mundo islámico con el uso de las puras enseñanzas del Islam. El surgimiento del despertar islámico y las corrientes de este tipo en Palestina, El Líbano, Turquía, Egipto, Baréin, Libia, Yemen, Sudán, Paquistán, el sudeste asiático y otras partes del mundo musulmán es un indicativo pleno del resurgimiento de la identidad islámica en el mundo musulmán a causa del impacto de la revolución islámica de Irán. Sin lugar a dudas, la islamización del asunto de Palestina fue una de las grandes influencias de la Revolución Islámica en las relaciones y los acontecimientos del mundo musulmán para fortalecer y consolidar la identidad islámica. En este sentido, el Imam Jomeini (Que en paz descanse), el fundador del Partido Revolucionario Islámico de Irán dijo: "Si no regresamos al Islam del Profeta, nuestros problemas seguirán por su cuenta. Y no podremos resolver el asunto palestino o el de Afganistán o ninguno en otro lugar. Tenemos que aprender de las enseñanzas del Islam y, como lo ha ordenado el Islam, los creyentes son hermanos en todas partes, y ha ordenado que tengan esperanza en Dios y que no pierden la unidad". (Sahifeh Nur, tomo 12, pág.282).
 
Como hemos señalado, la Revolución Islámica revivió el papel del Islam en el mundo, especialmente en el mundo musulmán; y en la formación de un estado basado en las nobles enseñanzas islámicas, que respondieron a las necesidades de la actualidad, mostrando al Islam como una escuela integral y mundial,  apta para gobernar y administrar la sociedad. Esto ocurría, mientras que Occidente consideraba inútil los intentos para establecer un estado islámico en la era actual. Porque creían que el Islam, en su mejor condición, es decir, hace catorce siglos, fue solo un buen estado de gobierno, pero hoy no podría administrar un gobierno y tampoco podría responder a las necesidades de esta era y a sus desarrollos sociales, económicos, políticos y militares. Sin embargo, la República Islámica de Irán ha demostrado a todo el mundo que regresar al Islam no es solo una ficción, sino que es una realidad. La Revolución Islámica de Irán, con la difusión de los ideales islámicos, demostró que las religiones, especialmente la religión islámica, no solo con el paso del tiempo y el desarrollo de la modernización no han llegado al final de su trayecto, sino que se consideran formas importante para salvar a la humanidad de la opresión y la arrogancia.
 
La victoria de la Revolución Islámica, con el enfoque de la espiritualidad, el resurgimiento de la religión y la religiosidad, en un mundo dominado por el rápido desarrollo de los pensamientos ateos, de tendencia hacia lo mundano y abandono de Dios, o de algunos países de considerar únicamente un sistema intelectual político secular, no solo no logró modificar el discurso religioso en Irán, sino que creó nuevas condiciones que indican que el mundo ha entrado en un período diferente al del pasado con privilegiadas cualidades religiosas y espirituales. De hecho, la Revolución Islámica en un mundo lleno de escuelas materialistas, además de abrir al pueblo de otras religiones una puerta al poder de la espiritualidad, también hizo que los musulmanes volvieran a los brazos del Islam. Con el establecimiento de un sistema político basado en el Islam en Irán, los musulmanes en el mundo han conseguido una nueva identidad que ha impregnado un aire con espíritu de dignidad y de carácter islámico; además, el esfuerzo de las potencias coloniales y de los regímenes autoritarios para humillar a los musulmanes durante décadas quedó sin algún resultado. De modo que, en el mundo entero ha crecido la tendencia al Islam e, incluso en algunos países se ha llegado a intentar establecer un estado islámico.
 
Otra de las influencias de la Revolución Islámica de Irán está relacionada con su universalidad, ya que esta revolución esbozó una mirada más allá de las fronteras de la República Islámica de Irán. Esta revolución ofreció un sistema político basado en la justicia y la espiritualidad de los seres humanos contemporáneos. A diferencia de otras revoluciones, como las Revoluciones de Francia y la de Rusia que comprometieron el bienestar de su pueblo con ideologías derivadas de teorías de los hombre, la Revolución Islámica presentó a la religión y la ideología divina como un modelo ideal y práctico conforme con la naturaleza humana que llevaría a muchos cambios en los aspectos teóricos y prácticos y con cambios a nivel regional y global. La Revolución Islámica de Irán, como un movimiento divino, universal y basado en la pura naturaleza humana, logró exponer la importancia de su poder en el escenario internacional y, como una revolución de valores y normas creyó en la culturalización en el ámbito nacional, regional e internacional.
 
La Revolución Islámica de Irán fue fundadora de un espacio discursivo para crear una nueva cultura en las relaciones internacionales. Un discurso que se centra en la democracia religiosa, el resurgimiento del pensamiento islámico, el universalismo de la civilización islámica, la actividad cultural, el fortalecimiento de los nuevos movimientos sociales y la cultura de luchar contra el colonialismo con aspiraciones independentistas. La revolución Islámica consiguió crear un sistema internacional y subsistemas regionales, basándose en el desarrollo de la cultura dentro del país, con el intercambio y la interacción cultural y, con el diálogo entre las civilizaciones mundiales; Para así, culturalizar y normalizar las estructuras políticas, estableciendo de esta forma, un nuevo enfoque en las relaciones internacionales que se basan en la evolución de la naturaleza del poder y el cambio en el tipo de los protagonistas. Por ejemplo, en el campo de la política exterior, uno de los logros más importantes de la Revolución Islámica de Irán fue la promoción del discurso de la independencia y el rechazo de la dependencia de las grandes potencias. De hecho, puede afirmarse que el trabajo más importante de la Revolución Islámica de Irán en el campo de las relaciones internacionales fue el colapso del sistema bipolar que gobernaba en esa época. El estudio de las ideas e instrucciones de la Revolución Islámica muestra que, para el mundo, la revolución iraní fue la primera en reaccionar contra la estructura del sistema internacional bipolar y la transformación de la distribución del poder entre los países. Y dado que la revolución iraní fue anticolonial y antiestructural, desde el principio comenzó a oponerse a la intervención e influencia de las potencias extranjeras en Irán; y consideraba al régimen de Pahlavi como un estado títere, que carecía de legitimidad popular. La revolución iraní derrocó al régimen de Shah, y puso freno definitivo a la intervención y dominación estadounidense sobre Irán; en consecuencia, a pesar de la brecha de poder entre Irán y EE.UU., se evitó la posibilidad de que la Unión Soviética actuara como un estado intervencionista o mediador. Además, la Revolución Islámica que expresa la noción de "ni el este ni el oeste", pudo establecer un sistema basado en la igualdad de los Estados y la soberanía y la realización de los derechos divinos y humanos de las naciones en el sistema internacional. A través del restablecimiento de las capacidades y las posibilidades que las naciones no comprometidas habían olvidado, y frente a la inacción contra la arrogancia, la República Islámica de Irán buscó cortar las raíces de la dependencia a las grandes potencias de la comunidad internacional.
 
La Revolución Islámica luchó simultáneamente con los frentes de la tiranía y el colonialismo y, además, rechazó la dependencia; lo que la llevó a la cultura de independencia y liberación penetrando en diferentes estratos de la sociedad, del Estado y de los movimientos de liberación. Puesto que el modelo del sistema político de la República Islámica se enfrentó a dos patrones comunes, liberales y comunistas, desafiando los fundamentos del secularismo, el humanismo y el materialismo; lo cual causó que disminuyera el atractivo de las ideologías marxistas y nacionalistas como la ideología de lucha de los pueblos en busca de libertad. Por lo tanto, la Revolución Islámica, con la apertura de un tercer frente en el sistema político internacional y ofreciendo una tercera alternativa al mundo que buscaba la liberación, pudo afrontar el orden internacional materialista y promover la culturalización en los campos de la independencia y el colonialismo entre las naciones del tercer mundo. Además, el cambio en las normas de juego en el ámbito internacional, seguido por la alteración del orden unidimensional del mundo después de la caída de la antigua Unión Soviética, creó un nuevo patrón de comportamiento internacional, lo cual ha sido una de las grandes influencias de la Revolución Islámica en el campo de las relaciones internacionales.

 

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