Sura Sad, versos 49-58(Parte:833)
ParsToday-En el nombre de Dios. La misericordia de Dios llene sus espíritus y la del profeta Mohamad (S). Estimados oyentes les invitamos a que nos acompañen para que podamos aprovechar la luz del Corán, un libro divino, guía eterna, que junto a las palabras del gran profeta del Islam, nos ayuda a seguir por el mejor camino.
Comenzamos el programa escuchando las aleyas 49, 50 y 51 de la sura de Sad:
هَذَا ذِكْرٌ وَإِنَّ لِلْمُتَّقِينَ لَحُسْنَ مَآبٍ
Esto es una amonestación. Los que teman a Alá, tendrán ciertamente un bello lugar de retorno:(49:38)
جَنَّاتِ عَدْنٍ مُفَتَّحَةً لَهُمُ الْأَبْوَابُ
los jardines del edén, cuyas puertas estarán abiertas para ellos,(50:38)
مُتَّكِئِينَ فِيهَا يَدْعُونَ فِيهَا بِفَاكِهَةٍ كَثِيرَةٍ وَشَرَابٍ
y en los que, reclinados, pedirán fruta abundante y bebida.(51:38)
En los programas anteriores, explicamos sobre el destino de algunos profetas divinos. Estas aleyas, primeramente, enfatiza en las aleyas anteriores y dicen: el objetivo de narrar el destino de los antepasados, es una amonestación. Ya que uno de los objetivos de la revelación del sagrado Corán es el recuerdo y la amonestación. La continuación de las aleyas dice: las bendiciones de Dios no se dedican solamente a los profetas divinos, sino que, todas las personas que dan pasos en el camino recto, tendrán un buen fin. Dios recompensará en el otro mundo, aquellas dificultades que han soportado en este mundo y les da un buen regalo por sus actos buenos. Si en este mundo han ignorado algunos placeres y gustos por respetar los reglamentos divinos, Dios les dará los mejores placeres en el día de la Resurrección.
Mientras tanto, el bienestar y los placeres mundanos son fugaces y finalizan con una enfermedad y muerte, pero, el paraíso y sus placeres son eternos y no existe un punto final para ello. Aquellas personas que se han esforzado mucho en este mundo por atraer la satisfacción divina, en el otro mundo tendrán una situación elevada para que vean verdaderamente la justicia divina ante sus siervos.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- Narrar la historia de los antepasados no es una diversión, sino que es una amonestación para despertar al ser humano.
2.- El tiempo de vida no tiene mucha importancia, sino que lo importante es la manera de vivir en este mundo. La piedad conlleva un buen fin para cada persona. Por eso, las personas buenas y las bondadosas son el único grupo que Dios ha prometido que alcanzarán un buen fin en el otro mundo.
3.- Las puertas de la bendición divina están abiertas para los bondadosos y recibirán lo que necesitan.
Ahora leemos las aleyas 52, 53 y 54 de la sura de Sad:
وَعِنْدَهُمْ قَاصِرَاتُ الطَّرْفِ أَتْرَابٌ
Junto a ellos estarán las de recatado mirar, de una misma edad.(52:38)
هَذَا مَا تُوعَدُونَ لِيَوْمِ الْحِسَابِ
Esto es lo que se os promete para el día de la Cuenta.(53:38)
إِنَّ هَذَا لَرِزْقُنَا مَا لَهُ مِنْ نَفَادٍ
En verdad, éste será Nuestro sustento, sin fin.(54:38)
A continuación de las aleyas anteriores que describían las bendiciones del paraíso, estas aluden a la necesitad de cada persona a su esposo, incluso en el paraíso y dicen: Dios ha considerado unas esposas sinceras y bellas para los habitantes del paraíso que solo atenderán a sus conyugues, e ignorarán a los demás y son de una misma edad.
La continuación de las aleyas dice: en el día de la Cuenta que existe para cada persona en el que tienen que responder lo que han realizado en este mundo, solamente los bondadosos gozarán de las bendiciones del paraíso. La promesa divina se cumplirá sobre ellos ya que, Dios no ignora sus promesas. Otro asunto es que las bendiciones y el sustento divino en el paraíso, serán eternos.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- Una de las características de una buena esposa es que no mire a otro hombre excepto a su esposo y solamente le ame.
2.- Las bendiciones del paraíso son eternas y nunca terminan.
3.- El día de la Resurrección es algo físico. En aquel gran día, cada persona tendrá un tipo de cuerpo similar al de ese mundo. Después, comerá frutas deliciosas y beberá todas las bebidas frescas.
Ahora escucharán las aleyas 55, 56, 57 y 58 de la sura de Sad:
هَذَا وَإِنَّ لِلطَّاغِينَ لَشَرَّ مَآبٍ
Así será. Los rebeldes, en cambio, tendrán un mal lugar de retorno:(55:38)
جَهَنَّمَ يَصْلَوْنَهَا فَبِئْسَ الْمِهَادُ
la gehena, en la que arderán. ¡Qué mal lecho…!(56:38)
هَذَا فَلْيَذُوقُوهُ حَمِيمٌ وَغَسَّاقٌ
Esto ¡que lo gusten!: agua muy caliente, hediondo líquido (57:38)
وَآخَرُ مِنْ شَكْلِهِ أَزْوَاجٌ
y otras muchas cosas por el estilo.(58:38)
El método del Corán se basa en plantear el destino de las personas buenas y malas para que cada persona que lo lee, al comparar su situación, elija con los ojos abiertos el camino de su vida. Aquí, después de explicar las bendiciones que gozan los habitantes del paraíso, dice: pero, quienes han sobrepasado el límite divino y los rebeldes, tienen que esperar un castigo duro en el día de la Resurrección. En vez de las bebidas frescas y deliciosas del paraíso, deben beber el agua caliente y hediondo de su cuerpo.
Su lugar es la gehena: un lugar donde se reúnen todas las personas malas y el mal olor de su cuerpo lastima a los demás. Mientras tanto, el castigo de los habitantes del infierno no se limita al agua caliente y el fuego, sino que, tienen que esperar múltiples castigos que provocan que los habitantes siempre sufran molestia y dificultad, y que castigo nunca se convierta en algo habitual para ellos.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- Pensar en el fin de la vida, provoca que cada persona sea inteligente en la elección del camino a seguir y no sea rebelde ante las órdenes del Creador del universo.
2.- Los castigos divinos- al igual que sus regalos- son diferentes y nunca se convierten en algo normal para los habitantes del infierno.
3.- Tenemos que cuidarnos de no comprar el castigo duro y permanente en el día de la Resurrección al precio bajo de los placeres mundanos y efímeros de este mundo.