Mar 28, 2019 07:51 UTC

ParsToday-En la edición de hoy revisamos la denuncia de la organización Amnistía Internacional (AI) en relación con la violación de los derechos humanos de los defensores de los derechos humanos en Arabia Saudí. Acompáñennos.

La organización pro derechos humanos Amnistía Internacional, en un reciente informe, ha solicitado a los Estados miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptar una postura clara contra las violaciones de derechos humanos en Arabia Saudí y sumarse al comunicado del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en el que se denuncia la represión de Riad contra activistas pacíficos defensores de derechos humanos y sus actividades cívicas. Conforme a múltiples informes, el régimen saudí ha detenido a un grupo de mujeres defensoras de los derechos humanos y las han sometido a tortura, incluidos abusos sexuales y otros malos tratos.

El relevante comunicado fue presentado en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que se celebró el jueves 07 de marzo. El documento pone de relieve que el régimen de Arabia Saudí usa la legislación antiterrorista para perseguir a personas que ejercen pacíficamente su derecho a la libertad de expresión y reunión, así como el homicidio del periodista Jamal Khashoggi.

Heba Morayef, directora regional de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, afirma que “esta iniciativa en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ofrece la oportunidad poco frecuente de que los Estados adopten una postura pública firme contra la larga lista de violaciones de derechos humanos perpetradas por el gobierno de Arabia Saudí. Los Estados que permanezcan en silencio se arriesgan a abdicar de su responsabilidad en un momento crucial y enviar el peligroso mensaje de que Arabia Saudí puede continuar cometiendo atroces abusos sin tener que rendir cuentas por ello”. Asimismo, resalta que “los Estados, incluidos los aliados fundamentales de Arabia Saudí, deben utilizar esta declaración conjunta para exigir la libertad inmediata e incondicional del grupo de defensoras de los derechos humanos detenidas y de todas las demás personas detenidas únicamente por criticar al gobierno. Como miembro del Consejo de Derechos Humanos, Arabia Saudí debe mantener los estándares más elevados en cuanto a la promoción y la protección de los derechos humanos. Sin embargo, el gobierno se ha abstenido sistemáticamente de aplicar recomendaciones clave para abordar su terrible historial de derechos humanos”.

A finales de abril, la fiscalía de Arabia Saudí anunció que había concluido sus investigaciones sobre los casos de un grupo de defensores y defensoras de los derechos humanos que llevaban detenidos sin cargos desde mayo de 2018, y que estas personas pronto serían acusadas formalmente y llevadas ante los tribunales.

Los cargos enumerados por el fiscal coinciden con los que, según la propia fiscalía, varias defensoras de los derechos humanos habían confesado el año pasado. Al menos 10 defensores y defensoras de los derechos humanos, incluidas varias de las activistas, fueron sometidos a tortura, incluidos abusos sexuales, y a otros malos tratos durante los primeros tres meses que pasaron detenidos el año pasado, además de permanecer en régimen de incomunicación, sin acceso a familiares ni a asistencia letrada. Entre las defensoras de los derechos humanos detenidas en Arabia Saudí el año pasado figuran Loujain al Hathloul, Eman al Nafjan, Aziza al Yousef, Samar Badawi, Nassima al Sada, Shadan al Anezi y Nouf Abdulaziz.

Las autoridades de Arabia Saudí reiteradas veces han rechazado las acusaciones de torturas contra los activistas. Heba Morayef dice que “las autoridades saudíes tienen un pésimo historial en lo que se refiere a garantías procesales. Hasta que sean puestos en libertad, Arabia Saudí debe permitir a organismos de observación independientes el acceso inmediato y sin trabas a los activistas detenidos para investigar estas impactantes denuncias de tortura”.

 

Por otra parte, el homicidio del periodista Jamal Khashoggi es otro significativo ejemplo de hasta qué extremos están dispuestas a llegar las autoridades saudíes para reprimir la disidencia pacífica, según el comunicado de AI. El régimen de Arabia Saudí también ha restringido severamente la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica, ha detenido a defensores y defensoras de los derechos humanos, clérigos y disidentes y ha pedido la ejecución de activistas y clérigos que se enfrentan a juicios manifiestamente injustos. A pesar de las limitadas reformas, las mujeres siguen sufriendo discriminación sistémica en la legislación y en la práctica bajo un represivo sistema de tutela.

“La comunidad internacional tiene la obligación de pedir responsabilidades a Arabia Saudí por su terrible historial de derechos humanos.  Los miembros del Consejo de Derechos Humanos tienen la responsabilidad concreta de actuar colectiva y firmemente como primer paso hacia la rendición de cuentas de Arabia Saudí por su larga lista de deplorables abusos”, ha demandado Heba Morayef.

 

A pesar de que este comunicado, presentado el jueves 7 de marzo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, contó con el respaldo de 36 miembros de esta entidad internacional, en la práctica, los países defensores de los derechos humanos siguen apoyando la violación de los derechos humanos en dicho país árabe. Por ejemplo, recientemente, los 28 países miembros de la Unión Europea (UE) por voto unánime rechazaron un proyecto de la Comisión Europea que pedía incluir a Arabia Saudí y algunos otros países en la lista negra del bloque por lavado de dinero. Hace un mes, la Comisión Europea —brazo ejecutivo de dicha unión— solicitó incluir a Riad entre los países que, según dicha entidad, tienen una actuación débil en la lucha contra el lavado de dinero y el abastecimiento financiero del terrorismo.

 

El proyecto de la Comisión Europea enfureció a Arabia Saudí, también a EEUU y algunos países europeos. Al respecto, el príncipe heredero saudí, Mohamad bin-Salman, que en la práctica ostenta el liderazgo de dicho país, personalmente realizó medidas, entre ellas, escribió una carta de protesta a los líderes de los países europeos. En su misiva, Bin-Salman consideró interesante y no esperada la propuesta de la Comisión Europea y advirtió de que la medida dañaría el comercio y la inversión entre Arabia Saudí y la Unión Europea.

 

La agencia informativa francesa (AFP), citando sus fuentes, ha informado que el voto negativo de los miembros de la Unión Europea al plan de la Comisión Europea, se anunció el jueves 7 de marzo. Las autoridades europeas consideraron anormal la situación. Los gobiernos europeos, en el borrador de su fuerte comunicado en oposición a la propuesta de la Comisión Europea, han argumentado que la lista en cuestión no ha sido elaborada siguiendo un proceso claro y flexible.

 

La creación de un frente unido mundial contra la violación de los derechos humanos por parte del régimen de los Al-Saud, por un lado, y el apoyo a las medidas inhumanas de Arabia Saudí, por el otro, ponen de relieve las posturas dualistas del Occidente ante Arabia Saudí. No obstante, lo interesante al respecto es que los informes de las organizaciones internacionales independientes, como Amnistía Internacional, denuncian que Arabia Saudí continúa violando los derechos humanos mientras los proclamadores de los derechos humanos se oponen a la condena de dicho régimen. Por un lado, muchos documentos claros muestran el dossier negro de Arabia Saudí sobre violaciones continuas de los derechos humanos y la represión de los activistas cívicos y, por otro, cuando se necesita el apoyo de los países occidentales para enfrentar las actividades ilegales de Riad, se observa el doble rasero de aquellos países que mantienen negocios con los saudíes.

 

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