Abr 14, 2019 08:03 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a nuestro programa semanal "Camino hacia la luz" en el que le presentamos una explicación fluida y fácil de entender las aleyas del Sagrado Corán.

Primero escucharán las aleyas 84 y 85 de la sura de Sad:

قَالَ فَالْحَقُّ وَالْحَقَّ أَقُولُ

 

Dijo: La verdad es- y digo verdad-(84:38) 

لَأَمْلَأَنَّ جَهَنَّمَ مِنْكَ وَمِمَّنْ تَبِعَكَ مِنْهُمْ أَجْمَعِينَ

 

que he de llenar la gehena contigo y con todos aquéllos que te hayan seguido.(85:38)

 

En el programa anterior dijimos que satanás, el marginado al recibir el indulto, hasta lo que Dios Todopoderoso llama un "Tiempo conocido" y no hasta el Día de la Resurrección, juró engañar a la humanidad, pero admitió su incapacidad para tentar a los sirvientes exclusivos del Creador Exaltado, como los profetas, imanes y personas piadosas. Dios no le otorgó a satanás el poder absoluto sobre los seres humanos para obligarlos a cumplir sus órdenes, lo que significa que aquellos que se desvíen lo hacen por su propia voluntad débil y fe, que los hacen seguidores del camino engañoso que muestra el diablo, cuando podría haber tenido autocontrol y el poder de resistencia para mantener alejado a satanás, como hacen las personas piadosas.

 

Las aleyas que les recitamos ahora significan decir, en respuesta a las amenazas de satanás, que las declaraciones de Dios el Sabio no son más que la verdad fundamental ni satanás ni ningún poder diabólico pueden desmentirlas. En otras palabras, todo lo que se dijo desde el principio de esta sura hasta aquí, y la causa por la cual lucharon los profetas, una parte de cuya historia de vida ha sido mencionada en esta sura, es toda verdad manifiesta. Las palabras sobre el Más Allá, el castigo de los desobedientes y las recompensas para las personas del Paraíso, a las que se ha hecho referencia en esta sura, son todas verdaderas.

 

El final de la sura también es verdadero, y Dios dice la verdad. Del mismo modo, el todopoderoso dice la verdad cuando dice que llenará el infierno con satanás y sus seguidores.

De estas aleyas aprendemos que:

 

1.- Dios es la Verdad Última y sus Palabras son verdaderas, lo que significa que toda forma de justicia es del Creador Todopoderoso.

 

2.- En el Día de la Resurrección, cada grupo se alza junto con su líder; lo que significa que las personas buenas se reúnen con los líderes de la verdad, mientras que los malos se reúnen con sus líderes malvados.

Ahora escucharán las aleyas 86, 87 y 88 de la sura de Sad:

 

قُلْ مَا أَسْأَلُكُمْ عَلَيْهِ مِنْ أَجْرٍ وَمَا أَنَا مِنَ الْمُتَكَلِّفِينَ

Di: Yo no os pido, a cambio, ningún salario ni me arrogo nada.(86:38)

 

إِنْ هُوَ إِلَّا ذِكْرٌ لِلْعَالَمِينَ

Ello no es más que una amonestación dirigida a todo el mundo.(87:38)

 

وَلَتَعْلَمُنَّ نَبَأَهُ بَعْدَ حِينٍ

 

Y os enteraréis, ciertamente, de lo que anuncia dentro de algún tiempo.(88:38)

 

Estas tres últimas aleyas de la sura de Saad enfatizan algunos puntos importantes con respecto al propósito de la revelación del Sagrado Corán y la misión universal del profeta Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes). Como lo demuestran estas aleyas, contrariamente a los impostores que fueron engañados por la afirmación de satanás con el objetivo de perseguir motivos materiales, los profetas de Dios declaran que no buscan ningún beneficio del pueblo o de los poderes dominantes, ni es su intención alcanzarlos. Su misión es divina, y todo lo que hacen es por el bien de Dios y para la guía de las sociedades humanas, incluso si esto resulta en su persecución y martirio.

 

Se ordena al profeta que informe a la humanidad que el Sagrado Corán, la última escritura celestial para toda la raza humana, es un recordatorio de la verdad manifiesta para todas las naciones. La incomparable personalidad del profeta es tan perfecta que incluso los enemigos ni siquiera pueden encontrar la menor falta, y por lo tanto, todo lo que se menciona en el Sagrado Corán es también la verdad manifiesta, que con el tiempo se aclarará, o en otras palabras, a medida que aumenta el conocimiento humano y las civilizaciones logran desarrollo científico y progreso. En resumen, el propósito de los profetas y sus escrituras es iluminar a la humanidad y sacarlos de la oscuridad, lo que significa que aquellos que rechazan estos claros signos de guía, en realidad se están privando de la Misericordia de Dios al seguir las tentaciones del diablo.

 

De estas aleyas aprendemos que:

 

1.- Aquellos que están comprometidos en la propagación de la religión no deben tener expectativas materiales de las personas y esto es un requisito previo para su éxito en la transmisión del mensaje de la verdad.

 

2.- La religión debe ser explicada a la gente de una manera simple y clara.

 

3.- La misión del profeta Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes) y el mensaje del Sagrado Corán es universal y transnacional, y no pertenece a ninguna raza o grupo geográfico en particular, ni tampoco a los árabes que vivieron en la época del profeta de Islam.

 

4.- El Sagrado Corán despierta la conciencia de los humanos.

 

5.- La veracidad del Sagrado Corán y las enseñanzas del profeta Mahoma (saludos sean para él y sus descendientes) gradualmente se volverán universales, incluso si la gente no acepta estas preciosas enseñanzas.