Abr 21, 2019 08:00 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a nuestro programa semanal "Camino hacia la luz" en el que le presentamos una explicación fluida y fácil de entender las aleyas del Sagrado Corán.

Comenzamos la explicación de la sura Zumas o de los Grupos, la trigésimo novena sura del sagrado Corán, luego de haber terminado la explicación de la sura Saad.

La sura de los Grupos se reveló en La Meca al profeta Mohamad (saludos sean para él y sus descendiente). Tiene 75 aleyas, que se ocupan principalmente de las creencias islámicas fundamentales del monoteísmo y la resurrección.

 

Los "grupos" y el título de esta Sura, como se menciona en las aleyas 71 y 73, alude a la entrada de los habitantes del infierno y la gente del Paraíso en sus viviendas asignadas. Además, enfatiza el juicio de la humanidad en el Día de la Resurrección sobre la base de los registros de sus hechos y el testimonio de los testigos.

 

Sobre los méritos de la recitación de esta sura, una declaración del Profeta dice: "Quien recite la Sura de Los Grupos no perderá la esperanza de la Divina Misericordia y será recompensado con los premios de los piadosos".

 

En otras palabras, los contenidos de la sura encuentran su camino en los corazones de los recitadores e influyen permanentemente en la disposición de sus mentes, con resultados notables en su vida. Tales personas merecen cosechar grandes recompensas Divinas.

Ahora leemos las aleyas 1 y 2 de la sura de Los grupos:

تَنْزِيلُ الْكِتَابِ مِنَ اللَّهِ الْعَزِيزِ الْحَكِيمِ

La revelación de la Escritura procede de Alá, el Poderoso, el Sabio. (1:39) 

 

إِنَّا أَنْزَلْنَا إِلَيْكَ الْكِتَابَ بِالْحَقِّ فَاعْبُدِ اللَّهَ مُخْلِصًا لَهُ الدِّينَ

Te hemos revelado la Escritura con la verdad. ¡Sirve, pues, a Alá, rindiéndole culto sincero!(2:39)

 

Estas aleyas se refieren a la revelación de Dios Todopoderoso del Sagrado Corán al profeta Mohamad (saludos sean para él y sus descendiente). Tanto las aleyas aluden a la Esencia Divina Pura como el Origen de la Revelación y los Contenidos, como a la meta final del Sagrado Corán para la guía de la humanidad.

 

Cualquier libro es conocido por su autor o revelador. Ser informado del Origen Divino de la Revelación de este Libro Glorioso y el hecho de que la Omnisciencia de Dios Todopoderoso, el Omnipotente y el Sabio de todos, es el Origen de la Revelación del Libro del Corán, nos hace entender el Conocimiento Divino Sin Límites y La sabiduría intemporal de los contenidos del libro. Vale la pena señalar que tales expresiones en las primeras aleyas de las suras del Corán son indicativos del hecho de que el contenido de este Libro Glorioso está completamente revelado por Dios Todopoderoso. En otras palabras, los contenidos del Sagrado Corán constituyen Palabras Divinas en lugar de los del Profeta del Islam, a pesar de que su palabra también es exaltada y llena de sabiduría.

 

La segunda aleya trata los contenidos y el objetivo de la Revelación del Sagrado Corán diciendo: “De hecho, les hemos enviado el Libro con la verdad”.

 

El punto significativo es que no hay nada más que la Verdad en el Libro Divinamente Revelado; por eso los buscadores de la Verdad avanzan hacia ella y aquellos sedientos de encontrar su camino hacia el valle de la Verdad reflexionan sobre su contenido. El objetivo detrás de la Revelación del Sagrado Corán es proporcionar a la humanidad la esencia pura de la religión genuina para indicar qué aleya termina con la frase: “así que adoren a Alá, poniendo fe exclusiva en Él”.

 

La palabra “religión” abarca las dimensiones corporales y espirituales del hombre. En este sentido, se supone que los siervos sinceros de Dios Todopoderoso refinan todos los aspectos de la vida de las impurezas, rechazan otras entidades además de Dios Todopoderoso de sus corazones, almas, palabras y obras, reflexionan sobre Él, aman por Su causa, hablan y actúan para Él, y tome pasos para Su satisfacción, esto es “devoción sincera religiosa”.

 

Por lo tanto, el Sagrado Corán está libre de imperfecciones y ninguna falsedad puede acercarse a él desde ninguna dirección ni distorsionar sus Contenidos Divinos.

 

De estas aleyas aprendemos que:

 

1.    Aunque el Dios Todopoderoso es demasiado glorioso para ser abarcado por los ojos de las criaturas, al leer las aleyas del Sagrado Corán, escuchamos Sus palabras y reflexionamos sobre su perfecta elocuencia y sabiduría eterna, podemos entender su verdad y rectitud.

 

2.    La verdadera dignidad viene de la luz del conocimiento y la sabiduría, y estos dos están relacionados entre sí.

 

3.    La servidumbre a Dios debe ser sincera desde lo más profundo del corazón y basada en la fe y la veracidad de la religión, sin tendencias de politeísmo, incredulidad y superstición.

 

Ahora leemos la aleya 3 de la sura de Los grupos:

 

أَلَا لِلَّهِ الدِّينُ الْخَالِصُ وَالَّذِينَ اتَّخَذُوا مِنْ دُونِهِ أَوْلِيَاءَ مَا نَعْبُدُهُمْ إِلَّا لِيُقَرِّبُونَا إِلَى اللَّهِ زُلْفَى إِنَّ اللَّهَ يَحْكُمُ بَيْنَهُمْ فِي مَا هُمْ فِيهِ يَخْتَلِفُونَ إِنَّ اللَّهَ لَا يَهْدِي مَنْ هُوَ كَاذِبٌ كَفَّارٌ

El culto puro ¿no se debe a Alá? Los que han tomado amigos en lugar de tomarle a Él… Sólo les servimos para que nos acerquen bien a Alá… Alá decidirá entre ellos sobre aquello en que discrepaban. Alá no guía al que miente, al infiel pertinaz.(3:39)

 

Esta aleya enfatiza que el valor de la religión reside en su pureza, no sea que sea metamorfoseado por deseos vanos y creencias supersticiosas. Dios Todopoderoso acepta únicamente la religión pura, y la sumisión total a Sus mandamientos, lo que significa que cualquier politeísmo, disimulo y confusión de las Leyes Divinas, son inaceptables. La religión en su forma más pura es otorgada únicamente al hombre por Dios Todopoderoso a través de los profetas, ya que el pensamiento humano es imperfecto y erróneo.

 

La aleya también hace referencia a la falsedad de las afirmaciones sin fundamento de los politeístas, ya que se apartaron del camino de la devoción sincera y se desviaron por error al adorar a dioses además de Alá, suponiendo que estas deidades, que son solo la creación de sus mentes, les ganará la proximidad de Dios.

 

Esta es una afirmación falsa e irracional, que seguramente ganará la ira de Alá, quien, como dice la aleya, lo hará en el Día de la Resurrección y juzgará entre ellos con respecto a aquello en lo que se diferenciaron. La falsedad y la corrupción de sus pensamientos y acciones serán conocidas por todos en ese Día, ya que Alá, el Único, es demasiado Glorioso para tener socios y asociados.

De esta aleya aprendemos que:

 

1.    Las escuelas hechas por el hombre, aunque afirman ser gnósticas, carecen de espiritualidad genuina y están mezcladas con todo tipo de supersticiones y desviaciones intelectuales, en contraste con la religión pura como lo revela solo el Todopoderoso Alá.

 

2.    Las afirmaciones de los idólatras carecen de hechos, ya que los ídolos y las deidades imaginarias no pueden ser intermediarios entre ellos y Dios.

 

Ahora leemos  la aleya 4 de la sura de Los grupos:

 

لَوْ أَرَادَ اللَّهُ أَنْ يَتَّخِذَ وَلَدًا لَاصْطَفَى مِمَّا يَخْلُقُ مَا يَشَاءُ سُبْحَانَهُ هُوَ اللَّهُ الْوَاحِدُ الْقَهَّارُ 

Si Alá hubiera deseado adoptar un hijo, habría elegido entre lo que ha creado lo que hubiera querido. ¡Gloria a Él! Es Alá, el Uno, el Invicto.(4:39)

 

Continuando con la aleya anterior que denunció las tendencias politeístas, esta significa decir que algunos adoradores de ídolos consideraban a los ángeles como hijos de Dios y los adoraban. Aquí tales creencias falsas son refutadas categóricamente, incluida la afirmación cristiana de que el profeta Jesús es el hijo de Dios. Él, el Todopoderoso es demasiado Glorioso y Supremo para poseer tendencias tan frágiles de los seres creados, como engendrar o adoptar hijos.

 

Dios es el Eterno Todo-Subyugador de todas las cosas; No hace falta la asistencia de ninguna entidad. No está perturbado por nada, por lo tanto, no necesita intimidad con nadie ni nada, ni necesita descendencia. En resumen, ninguno puede compararse con Dios Todopoderoso, que es único e inmaculado.

 

De esta aleya aprendemos que:

 

1.     Dios el Creador Todopoderoso es demasiado grande y glorioso para tener la necesidad de engendrar hijos o adoptar hijos. Él es absolutamente innecesario de cualquier cosa.

 

2.    Dios es único e incomparable, y ninguno es como Él; por lo tanto, todo pensamiento y creencia que asume semejanza con Dios es refutado categóricamente.