Sura Los Grupos(Az zómar), versos 7-8(Parte:841)
ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a nuestro programa semanal "Camino hacia la luz" en el que le presentamos una explicación fluida y fácil de entender las aleyas del Sagrado Corán.
Comenzamos con la explicación de la aleya 7 de la sura de Los grupos:
إِنْ تَكْفُرُوا فَإِنَّ اللَّهَ غَنِيٌّ عَنْكُمْ وَلَا يَرْضَى لِعِبَادِهِ الْكُفْرَ وَإِنْ تَشْكُرُوا يَرْضَهُ لَكُمْ وَلَا تَزِرُ وَازِرَةٌ وِزْرَ أُخْرَى ثُمَّ إِلَى رَبِّكُمْ مَرْجِعُكُمْ فَيُنَبِّئُكُمْ بِمَا كُنْتُمْ تَعْمَلُونَ إِنَّهُ عَلِيمٌ بِذَاتِ الصُّدُورِ
Si sois ingratos… Alá puede prescindir de vosotros. No acepta la ingratitud de Sus siervos. En cambio, si sois agradecidos, os lo aceptará complacido. Nadie cargará con la carga ajena. Al final, volveréis a vuestro Señor y ya os informará Él de lo que hacíais. Él sabe bien lo que los pechos encierran.(7:39)
La semana pasada, terminamos nuestro programa con la explicación de la aleya 6 de esta misma sura, que se centró en las Divinidades en la creación de la humanidad y las disposiciones, incluido el ganado y sus múltiples usos, otorgados a los seres humanos como lo mejor de la creación, con un recordatorio, que debemos adorar al Único Dios, y abstenernos de la incredulidad, el politeísmo y todo tipo de pensamientos desviados y formas torcidas cuyo resultado final es nuestra destrucción.
La aleya que le recitamos ahora menciona nuestra obligación de los Favores Divinos a través de la expresión de gratitud, que es una característica bienvenida, en lugar de ser ingrata, un rasgo que Dios no aprueba, aunque Él, el Glorioso de todos, y hagamos lo que hagamos, ya sea expresión de ingratitud o agradecimiento, cosechamos la recompensa. En otras palabras, la falta de necesidad divina no significa que no debemos estar agradecidos por las bendiciones de Dios, ni debemos ser ingratos, ya que la obligación también es una recompensa divina. Si bien es evidente, Dios no necesita la gratitud de los seres humanos, es decir, si todas las personas del mundo no creen y niegan a Dios, no hay ninguna diferencia para Él, porque el Creador Todopoderoso no necesita nuestra existencia, solo nuestra expresión de gratitud. La verdad es que, si Dios nos obliga a agradecerle por sus bendiciones, no es porque Él requiera la gratitud de la humanidad, sino porque el espíritu de la acción de gracias conduce a nuestro propio crecimiento y perfección moral y espiritual. En vista de este hecho, el Sagrado Corán, junto con el mandato de dar gracias a Dios, enfatiza la obediencia y el agradecimiento tanto al padre como a la madre por sus esfuerzos en nuestra preparación adecuada, como queda claro en las palabras de la aleya 14 de sura de Luqman, donde el Todopoderoso dice: "Dame gracias a mí y a tus padres".
La aleya procede a abordar otra cuestión, es decir, la responsabilidad de cualquier persona por sus actos y acciones, ya que la cuestión de la obligación quedará incompleta sin esa obligación, o no tendrá sentido que la obligación sin recompensa sea una necesidad. Esto queda claro por la frase "Ningún portador llevará la carga de otro".
Y termina con la creencia fundamental de la Resurrección después de la muerte, y nuestro eventual regreso a Dios, quien nos informará de nuestros hechos pasados, ya que Él, el Creador del universo, sabe lo que abrigamos en nuestros corazones y los pensamientos que cruzan nuestro corazón, mentes, en vista del hecho de que la Recompensa y Retribución Divinas por nuestros actos y acciones requieren ser plenamente conscientes de nuestros secretos internos.
Esta aleya que explica de manera concisa la filosofía de la obligación, sus características, la responsabilidad humana y la recompensa y retribución divinas, es una respuesta decisiva para aquellos que creen en la predestinación, que desafortunadamente también se encuentran entre los musulmanes que no conocen bien los principios de la fe.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- Las obligaciones religiosas, como la oración y el ayuno, de ninguna manera significan que Dios necesita nuestra adoración, pero es similar a un maestro que imparte tareas y ejercicios para el desarrollo intelectual de los estudiantes. Los mandamientos de Dios son para el crecimiento espiritual y la perfección de los seres humanos.
2.- Dios trata a sus criaturas sobre la base de la justicia, y después de mostrar mucha misericordia y perdón, las recompensa o castiga, según sus casos y registro de hechos, lo que significa que en el Día de la Resurrección, las relaciones étnicas, linguales y familiares son inútiles.
3.- El Creador Todopoderoso es plenamente consciente de nuestras intenciones y motivos internos, incluso si no lo expresamos a través de nuestras lenguas, y Él, el Misericordioso, nos evalúa en consecuencia, recompensándonos por nuestras intenciones sinceras e ignorando nuestros malos pensamientos si ese pecado o acto ilícito no se ha cometido.
Ahora escucharán la aleya 8 de la sura de Los grupos:
وَإِذَا مَسَّ الْإِنْسَانَ ضُرٌّ دَعَا رَبَّهُ مُنِيبًا إِلَيْهِ ثُمَّ إِذَا خَوَّلَهُ نِعْمَةً مِنْهُ نَسِيَ مَا كَانَ يَدْعُو إِلَيْهِ مِنْ قَبْلُ وَجَعَلَ لِلَّهِ أَنْدَادًا لِيُضِلَّ عَنْ سَبِيلِهِ قُلْ تَمَتَّعْ بِكُفْرِكَ قَلِيلًا إِنَّكَ مِنْ أَصْحَابِ النَّارِ
Cuando sufre el hombre una desgracia, invoca a su Señor, volviéndose a Él arrepentido. Luego, cuando Él le ha dispensado una gracia Suya, se olvida del objeto de su invocación anterior y atribuye iguales a Alá para extraviar a otros de Su camino. Di: ¡Goza un poco de tu incredulidad! Serás de los moradores del Fuego.(8:39)
Continuando con el enfoque de la anterior aleya en la gratitud o la ingratitud, esta aleya se refiere a uno de sus ejemplos y afirma: Algunas personas de débil fe recurren a Dios cuando encuentran problemas en sus vidas, buscando el perdón por sus pecados y faltas. Pero estas mismas personas, cuando se resuelve el problema o Dios les otorga una nueva bendición, olvidan convenientemente los Favores Divinos y regresan a sus formas torcidas, tratando de justificar su incredulidad y otras formas de desviación, incluido el politeísmo.
Por lo tanto, esta aleya deplora tales actitudes, advirtiendo que el respiro que se les otorga para disfrutar de los placeres del mundo es solo por un corto tiempo, y si mueren en tal estado, sin arrepentimiento por sus delitos y sin reforzar su fe, a pesar de la Gran Misericordia mostrada por el Señor Misericordioso, terminan en los fuegos eternos del infierno.
De estas aleyas aprendemos que:
1.- La fe debe ser firme, inquebrantable y no temporal, lo que significa que, independientemente de las vicisitudes de la vida, nunca debemos olvidar a Dios y sus favores, que cubren todos los aspectos de nuestra vida.
2.- Uno de los principales beneficios de las dificultades y los problemas en la vida es sacudir la conciencia humana del sueño para realizar el propósito de la vida y el amanecer del Día de la Resurrección.
3.- Las personas de fe débil, al alcanzar fácilmente la comodidad en la vida, se olvidan de los problemas anteriores e ignoran la Asistencia Divina para ellos.
4.- Cada éxito del mundo no es un signo de la verdadera felicidad, la verdadera prosperidad es la firme creencia en Dios y sus mandamientos.