May 12, 2019 08:05 UTC

ParsToday-En el nombre de Dios, todopoderoso. Bienvenidos a nuestro programa semanal "Camino hacia la luz" en el que le presentamos una explicación fluida y fácil de entender las aleyas del Sagrado Corán.

Comenzamos la explicación de la aleya 9 de la sura de Los grupos:

 

أَمَّنْ هُوَ قَانِتٌ آنَاءَ اللَّيْلِ سَاجِدًا وَقَائِمًا يَحْذَرُ الْآخِرَةَ وَيَرْجُو رَحْمَةَ رَبِّهِ قُلْ هَلْ يَسْتَوِي الَّذِينَ يَعْلَمُونَ وَالَّذِينَ لَا يَعْلَمُونَ إِنَّمَا يَتَذَكَّرُ أُولُو الْأَلْبَابِ

¿Es el devoto, que vela por la noche, postrado o de pie, que teme la otra vida y espera en la misericordia de su Señor…? Di: ¿Son iguales los que saben y los que no saben? Sólo se dejan amonestar los dotados de intelecto.(9:39)

 

La semana pasada, tratamos las características de las personas de fe débil, que bordean la incredulidad total y la ingratitud, como queda claro por sus acciones de alejarse de Dios, después de que el Señor Altísimo a quien habían apelado en tiempos de crisis, los salvó

 

La aleya que les recitamos ahora presenta el ejemplo del creyente devoto, quien, en contraste con el incrédulo, está completamente resignado a la Voluntad de Dios, y en comprensión de las consecuencias de la vida después de la muerte, nunca descuida los actos de adoración postrándose regularmente y pasar parte de las noches en devoción, con plena confianza en la Misericordia de Dios, por adversas que sean las circunstancias.

 

Ciertamente, tales personas veraces no pueden equipararse con los infieles, y solo aquellos que despiertan su conciencia a los hechos y realidades, están abiertos a la admonición y se dan cuenta del camino de la verdad.

 

Es interesante observar que, entre las características de los líderes divinos y las personas piadosas, es despertarse a medianoche para realizar oraciones y súplicas, así como para recitar el sagrado Corán.

 

Al final de la aleya dice que las personas sabias y conscientes no pueden compararse con los ignorantes, los arrogantes y los intransigentes.

 

La esencia de esta aleya es que los verdaderos creyentes no se consideran seguros de ser castigados en tiempos de consuelo ni pierden la esperanza en la Misericordia del Señor en tiempos de dificultades.

 

Contrariamente a lo que los ignorantes imaginan considerando a la religión como el opio de las personas, los llamamientos más fundamentales de los profetas se enfocan en obtener conocimiento para entender racionalmente la fe y estar completamente equipados para responder las preguntas planteadas por los que dudan.

 

Pero la adoración debe basarse en la fe desde lo más profundo del corazón, ya que la simple realización de rituales o la recitación del Sagrado Corán sin contemplar la Divina Sabiduría pueden resultar autodestructiva.

 

De esta aleya aprendemos que:

 

1.     Para un creyente devoto, la noche, además de ser un momento de descanso y sueño, es una buena oportunidad para despertarse a última hora de la medianoche para orar y suplicar a Dios Todopoderoso.

 

2.    La verdadera creencia requiere conciencia con contemplación en las palabras divinas.

 

3.    Nunca debemos perder la esperanza en la Divina Misericordia, independientemente de las circunstancias, pero sin la falsa idea de estar a salvo del castigo en tiempos de error.

 

Ahora escucharán la aleya 10 de la sura de Los grupos:

قُلْ يَا عِبَادِ الَّذِينَ آمَنُوا اتَّقُوا رَبَّكُمْ لِلَّذِينَ أَحْسَنُوا فِي هَذِهِ الدُّنْيَا حَسَنَةٌ وَأَرْضُ اللَّهِ وَاسِعَةٌ إِنَّمَا يُوَفَّى الصَّابِرُونَ أَجْرَهُمْ بِغَيْرِ حِسَابٍ 

 

Di: ¡Siervos Míos que creéis! ¡Temed a vuestro Señor! Quienes obren bien, tendrán en la vida de acá una bella recompensa. La tierra de Alá es vasta. Los pacientes recibirán una recompensa ilimitada.(10:39)

 

Esta aleya señala varias características de los verdaderos creyentes. Señala la piedad como la característica principal, y significa: Entre los signos de los verdaderos creyentes está el temor de Dios, que nos impide entregarnos a los pecados y las cosas desagradables. Pero la virtud sola no es suficiente; la bondad también es necesaria. La piedad es como un freno que nos impide los peligros y los derrumbes, mientras que el buen trabajo es como un motor poderoso que nos impulsa hacia la proximidad de Dios Todopoderoso.

 

La bondad en el habla y el comportamiento es un requisito de la fe. Entonces quienquiera que diga creer, pero no es bueno en sus palabras, su afirmación es cuestionable. La reclamación de tal persona no se acepta en el Tribunal Divino y no conllevará una recompensa en el Más Allá.

 

La aleya luego se refiere a la disposición de los creyentes a emigrar por el bien de Dios y en la causa de la religión, ya sea para salvaguardar su fe o difundirla en otras tierras y naciones.

 

Aquí la aleya significa decir que la Tierra es vasta y que la migración a otros lugares no debería ser un problema para preservar la fe. El profeta Mohamad (saludos sean para él y sus descendientes) dio un ejemplo personal al respecto, cuando emigró a Medina desde su lugar de origen en La Meca.

 

Dios Todopoderoso promete buenas recompensas para el paciente y los piadosos que toleran las dificultades para salvaguardar su fe.

 

De esta aleya aprendemos que:

 

1.    La fe, la piedad y la bondad están relacionadas entre sí, y sin ninguna de ellas, una persona nunca alcanzará la prosperidad en su sentido real.

 

2.    Si la necesidad de mantener la fe requiere migración, entonces los creyentes deben migrar y tolerar las dificultades resultantes para obtener Recompensas Divinas.

 

3.    La firmeza de la fe da como resultado la perfección individual y social, y la elevación de la comunidad.