May 23, 2019 08:02 UTC

ParsToday-En esta edición, abordamos el silencio del equipo enviado por la ONU a EEUU para estudiar las medidas injustas y antiterroristas de dicho país.

Un equipo de las Naciones Unidas para el estudio de las políticas de EEUU sobre la lucha contra el terrorismo, inició esta semana su primera visita a la Casa Blanca, en Washington.

La vicesecretaria general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Michele Coninsx, que ostenta el liderazgo del equipo enviado por la ONU para estudiar los casos de EEUU en el terreno de la lucha contra el terrorismo.

Desde el inicio de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, después de las declaraciones del presidente de aquel entonces en EEUU, George W Bush, el Gobierno de este país puso a algunos países en la lista de la guerra mundial contra el terrorismo. En este proceso, EEUU ha reducido las normas legales internacionales para enfrentar a los criminales y acusados de ataques terroristas en el campo de batalla y fuera de ello y, en algunos casos, incluso las ha anulado. Estos procedimientos internacionales consisten en la manera de enfrentar a los presos y el apoyo a los derechos personales de los civiles sin considerar su raza, etnia, nacionalidad y sus creencias religiosas.

Sin embargo, lamentablemente, se observa claramente la violación de los derechos humanos y la desatención a las normas internacionales por parte de las autoridades ejecutivas de EEUU entre ellas, el presidente de dicho país, so pretexto de la lucha contra el terrorismo. El actual jefe de Estado de EEUU, Donald Trump, como presidente del poder ejecutivo, ha mezclado intencionalmente a los inmigrantes y refugiados con los terroristas y, estableciendo ciertas políticas discriminatorias y dando lemas basados en el mantenimiento de los intereses nacionales, se comporta de forma injusta.

Donald Trump, en unas declaraciones cuestionables, anunció que los terroristas entran en el territorio de EEUU a través de las fronteras sureñas de dicho país, que colindan con México. El mandatario republicano hizo estas afirmaciones falsas con el objetivo de que el Congreso aprobase el presupuesto necesario para llevar a cabo su plan de construir un muro en la frontera entre México y EEUU. Además, Trump, tratando de poner fin a la entrada de migrantes y refugiados a EEUU, dijo que los programas a favor de migrantes eran un caballo de troya, con lo que daba a entender que terroristas peligrosos entran de forma clandestina y camuflada a EEUU. Asimismo, sin presentar pruebas lógicas, prohibió el viaje de ciudadanos de cinco países a EEUU, en su mayoría musulmanes.   

En este medio, son interesantes las reacciones dualistas de Trump. Mayormente, el presidente norteamericano evita o es muy suave al abordar los ataques mortales cometidos por racistas blancos, mientras reacciona con dureza ante los ataques de grupos radicales que actúan supuestamente bajo el nombre del Islam.

En relación con la soberanía de la ley, sobre la cual, aparentemente, Trump insiste mucho y se esfuerza por establecer reglamentos en dirección de la lucha contra el terrorismo, se puede decir que el presidente no ha tomado ninguna medida para prevenir las detenciones ilimitadas y el enjuiciamiento injusto de los presos en la cárcel de Guantánamo. Al menos 40 personas están encarceladas en dicha prisión, situada en la base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, Cuba; incluso algunos presos están 17 años en la cárcel sin una acusación formal. Además, esta prisión es famosa por registrar una historia bien documentada de tortura, sobre todo por un informe del Senado cuyo resumen ejecutivo se publicó en 2014. Pero Trump se ha referido en varias ocasiones de manera positiva acerca de las instalaciones, firmando una orden ejecutiva poco después de asumir el cargo en 2017 para mantener a Guantánamo abierto después de comprometerse en la campaña electoral con “llenarla con algunos tipos malos”.

Mientras tanto, se han celebrado siete tribunales militares, pero, durante estos enjuiciamientos, solamente se ha demostrado los crímenes de dos personas. Por otra parte, el gobierno de Trump ha propuesto enviar a esta cárcel a los detenidos por sospechas de que han cometido crímenes en Siria como miembros del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe). Esto, mientras no se ha comprobado los cargos de  los terroristas detenidos.

EEUU continúa desatendiendo los comportamientos inhumanos de sus responsables a la hora de enfrentar a los sospechosos de terrorismo. Algunos sospechosos de pertenecer a Daesh fueron detenidos por la coalición kurdo-siria en el noreste de Siria y trasladados, por EEUU, a cárceles en Macedonia, Irak y El Líbano. A este respecto, existen muchos testigos y documentos los cuales prueban que los detenidos han sido sometidos a torturas en estas cárceles. Un ciudadano que tenía doble nacionalidad, de EEUU y Arabia Saudí, estuvo detenido más de un año en una cárcel en Irak sin que se demuestre su acusación, hasta que, finalmente, un tribunal en EEUU emitió la orden de su liberación.

Trump ha continuado sus ataques aéreos mortales en Paquistán, Yemen y Somalia, sin atender a los principios aprobados por el gobierno de su antecesor, el presidente Barack Obama.

 Según las estimaciones de un grupo de investigación sobre las guerras aéreas, más de 1100 civiles perdió la vida en estos ataques aéreos. No están claras las cifras de las bajas de civiles en relación con los ataques de la coalición liderada por EEUU que dice luchar contra Daesh en Irak y Siria. EEUU entrega pocas cifras de las bajas de civiles en estos ataques mientras que, grupos de investigación no gubernamentales ofrecen  cifras considerables al respecto. Por ejemplo, en base a informes de grupos investigativos no gubernamentales, el número de las bajas de los civiles en Irak y Siria está entre 7759 y 12572 personas, mientras que el gobierno norteamericano ha estimado estos números en solo 1257 civiles.

Por otra parte, Trump, al aceptar y apoyar a los líderes de algunos países, como Egipto y Arabia Saudí, que han castigado y ejecutado a sus opositores, ha dado crédito a los enjuiciamientos injustos de dichos países en relación con la condena de los sospechosos terroristas. También, algunos informes de medios de comunicación masivos denuncian que sospechosos terroristas han sido torturados en cárceles secretas en Yemen por socios de EEUU en dicha coalición, entre ellos, Emiratos Árabes Unidos. Estas medidas están en línea con la  inmunidad de la CIA para torturar a sospechosos terroristas, planteada después de los ataques del 11 de septiembre.

Después de los ataques del 11 de septiembre, EEUU apoyó claramente las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU que consideraban un derecho de los países miembros de la ONU el establecimiento de  reglamentos antiterroristas pero, en la práctica, muchos países se aprovecharon de estos reglamentos ambiguos para reprimir a  activistas, periodistas y miembros de grupos opositores.

Los reglamentos antiterroristas en EEUU tienen que crear una colaboración mutua entre las autoridades de seguridad de dicho país y el Comité de Naciones Unidas contra el Terrorismo (CTED, por sus siglas en inglés), cuya secretaria ejecutiva es Michele Coninsx. Esta entidad estudia y evalúa los reglamentos vinculados a los estándares de la ONU en relación con el establecimiento de reglamentos para la lucha contra el terrorismo.

Coninsx tiene que recordar seriamente a EEUU que las resoluciones antiterroristas del Consejo de Seguridad de la ONU condenan la violación de los derechos humanos. Estos derechos consisten en el derecho a la vida, el enjuiciamiento justo, el respeto a la forma de vida y a la libertad de religión y  expresión. Coninsx también tiene que aludir a la estrategia de la ONU en relación con la lucha contra el terrorismo que advierte de que violar la soberanía de la ley y los derechos humanos ayuda, en realidad, a fortalecer el terrorismo. 

Además, Coninsx, en sus comunicados y discursos generales, tiene que ser sincera y exponer la verdad sobre las políticas de EEUU en relación con la lucha contra el terrorismo. Mayormente, la CTED acoge los esfuerzos antiterroristas de los países, pero opta por el silencio sobre el abuso de estos reglamentos. Por ejemplo, durante los enjuiciamientos de los sospechosos de Daesh en Irak y los sospechosos de Boko Haram en Nigeria, esta organización hizo de la vista gorda ante la violación clara de los procesos para presentar querellas, que es uno de los derechos de los detenidos y acusados.

El silencio del equipo enviado por la ONU a EEUU ante las medidas injustas y antiterroristas de los países, especialmente, del propio EEUU que proclama el liderazgo mundial de la lucha contra el terrorismo y los grupos radicales entre ellos, Daesh, puede considerarse fácilmente una forma de aceptación relativa de los comportamientos ilegales y la violación de los derechos humanos de los acusados de medidas terroristas. Ya que, los países al denominar terroristas a sus opositores, muy fácilmente pueden torturar o violar los derechos fundamentales de los detenidos.

P/MK/NL

 

 

 

Tags