May 30, 2019 07:54 UTC

ParsToday-En esta edición, estudiamos la querella jurídica de la organización pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) contra el ministerio de guerra del régimen sionista.

La ONG Amnistía Internacional ha planteado una querella jurídica contra el ministerio de defensa de Israel (MOD) en un tribunal de Tel Aviv en la que pide la anulación del permiso de exportación de los productos del Grupo de NSO, un consorcio perteneciente al régimen sionista que produce aparatos para espionaje que se exportan a otros países del mundo. En base a  documentos y testigos, varios gobiernos emplean estos productos para la supervisión, el espionaje y ataques cibernéticos contra las actividades de los defensores de los derechos humanos en diferentes regiones del mundo.

 

En una querella que se registró en el tribunal regional de Tel Aviv, casi 50 miembros y partidarios de la organización Amnistía Internacional y activistas pro derechos humanos afirma que el ministerio de defensa sionista que, al emitir el permiso de la exportación de productos del grupo NSO, pone en peligro las actividades de los defensores de los derechos humanos.

 

En agosto de 2018 se utilizó, contra una persona perteneciente al personal de Amnistía, un programa informático especialmente invasivo de NSO Group llamado Pegasus, que está vinculado también a ataques sufridos por activistas y periodistas en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y México.

Danna Ingleton, vicedirector del sector de la tecnología de la organización Amnistía Internacional que ha presentado algunos documentos al respecto, dice que la empresa del Grupo NSO vende sus productos a aquellos países que son famosos en violación violenta de los derechos humanos, y estos gobiernos también usan estos productos cibernéticos como un instrumento para espiar las actividades de los defensores de los derechos humanos, los periodistas y los críticos. Añadió que el ministerio de defensa de Israel ha ignorado los testigos y documentos basados en el establecimiento de una relación entre el Grupo NSO con ataques a los defensores de los derechos humanos; por esta misma razón, dice que AI apoya  esta denuncia judicial. Mientras se comercialicen productos como Pegasus sin el debido control y supervisión, los derechos y la seguridad del personal de Amnistía Internacional y de otras personas, como activistas, periodistas y disidentes, de todo el mundo estarán en peligro, dice el miembro de AI.

Amnistía Internacional presta su apoyo a estas acciones judiciales en el marco de un proyecto, emprendido junto con el Instituto Bernstein de Derechos Humanos y el Centro de Derechos Humanos y Justicia Global de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, para pedir justicia para los defensores y defensoras de los derechos humanos contra quienes se utilizan programas informáticos maliciosos. La decana Margaret Satterthwaite ha manifestado:

 

Conforme AI, “Utilizar invasivas herramientas de vigilancia digital contra defensores y defensoras de los derechos humanos por su trabajo es inadmisible según el derecho de los derechos humanos. Sin controles judiciales más estrictos, la industria de los programas espías permite a los gobiernos pisotear los derechos a la privacidad y la libertad de opinión y de expresión”.

 

El director de la facultad Margaret Satterthwaite dice que, en base a los reglamentos de los derechos humanos, no se puede atacar a los defensores de los derechos humanos por sus actividades, usando instrumentos de vigilancia digital. Sin la existencia de una supervisión más poderosa, la industria de espionaje hace capaz a los gobiernos de atacar el espacio privado, la libertad de expresión y de creencia de diferentes personas. El régimen de Israel tiene que anular el permiso de exportación de productos del Grupo NSO y cesar el proceso de la represión de los defensores de los derechos humanos por los gobiernos.

Las investigaciones y los testigos muestran que se ha usado  el sistema de espionaje Pegasus del Grupo NSO para atacar ampliamente a la comunidad civil, incluidos 24 defensores de los derechos humanos, periodistas, y diputados en México. También, este servicio de espionaje se ha usado para supervisar las actividades de los derechos humanos de un empleado internacional de la propia Amnistía Internacional, de algunos activistas pro derechos humanos en Arabia Saudí, como Omar Abdulaziz, Yahya Assiri, Ghanem Al-Masarir y, también, algunas otras personas como el ganador del premio del defensor de los derechos humanos de Emiratos Árabes Unidos, Ahmed Mansoor y Jamal Khashoggi.

En el mes de agosto del 2018, un empleado de la organización de la amnistía internacional recibió un mensaje que tenía un contenido basado en la protesta de un grupo de las personas frente a la embajada de Arabia Saudí en Washington. Este mensaje se recibió en momentos en que dicha organización tenía actividades a favor de los derechos humanos de las mujeres saudíes. Lo interesante al respecto es que, al  confirmar este mensaje, muy secretamente se instalaba el sistema Pegasus y permitía a alguien que lo envíe, que controle todos los contactos telefónicos de la persona-objetivo.

El Grupo NSO arguye que sus productos ayudan a los gobiernos en la lucha contra el terrorismo y los crímenes organizados pero, hasta el momento, estudios ponen de relieve que los productos cibernéticos de esta empresa son usados por  gobiernos para espiar y supervisar las actividades de los defensores de los derechos humanos. Aunque esta empresa afirma que realiza estudios exactos antes de la venta de sus productos, no ha entregado detalles fehacientes en relación con esta afirmación y, dado el gran número de los ataques a los activistas de la comunidad cívica, la mayoría de alegaciones de esta empresa es inútil.

A finales del año 2018, Amnistía Internacional estableció contactos con el Grupo NSO para considerar los asuntos mencionados. La respuesta de esta empresa a la organización fue un tipo de fuga de la acusación. Esta empresa en respuesta a la pregunta de la Amnistía Internacional afirmó que el Grupo NSO desarrolla tecnología cibernética para permitir a las organizaciones gubernamentales que puedan conocer y debilitar el efecto de los complots terroristas.

Esta empresa reiteradas veces ha rechazado el uso de sus productos para espiar a los defensores de los derechos humanos y, a este respecto, dice no tener ninguna responsabilidad y no ha pagado ninguna indemnización por  los daños creados al respecto. Hasta el momento, esta empresa no ha revelado el proceso del estudio exacto previo a la venta de sus productos a diversos países. También, aún no está claro si esta empresa antes de vender un producto invasor como Pegasus a alguien, ¿qué elementos y criterios considera al respecto?

 

Sin la existencia de una supervisión eficaz y reglamentos claros para la venta de los servicios y productos del Grupo NSO, se ataca seriamente a los derechos de los activistas de los derechos humanos. Tampoco se ha tomado ninguna medida para evitar, reducir y enfrentarse el aprovechamiento de la tecnología de esta empresa en relación con la vigilancia de las actividades de los defensores de los derechos humanos.

Danna Ingleton, vicedirectora del sector de tecnología de la organización Amnistía Internacional dice que ha llegado el tiempo del cese definitivo del uso de los instrumentos y productos del Grupo NSO para asustar la comunidad cívica. “Es hora de poner fin al uso de herramientas de NSO Group para infiltrarse en la sociedad civil, intimidarla y silenciarla. Hemos tomado la firme determinación de hacer rendir cuentas a NSO Group por su participación en los ataques contra defensores y defensoras de los derechos humanos”, enfatizó Ingleton.

P/MK/NL

 

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