Jun 06, 2019 07:50 UTC

ParsToday-En la edición de hoy aludimos al caso de la violación de los derechos humanos de Francia por vender armas a Arabia Saudí.

La noticia de la salida de un barco de Arabia Saudí de las aguas de Francia sin haber cargado armas galas es una pequeña victoria y signo de los esfuerzos generales por el cese de la participación de las autoridades francesas en los crímenes de guerra de los saudíes contra Yemen. Sin embargo, la Administración de Emmanuel Macron insiste en desconocer las versiones de su uso contra civiles en Yemen y, al mismo tiempo, continuar enviando armas al país árabe.

 

El bombardeo y asedio de la coalición liderada por los saudíes contra la población civil de Yemen desde marzo del 2015 ha desencadenado una de las peores crisis humanitarias del mundo. Los saudíes comandan aviones equipados con las mejores armas, que compran con mucho dinero, para atacar diferentes regiones no militares de Yemen, como mercados, hospitales, escuelas, ceremonias de funerales e incluso han apuntado certeramente contra un autobús con estudiantes inocentes a bordo. Mayormente, después de estos ataques mortales contra civiles, la coalición árabe anuncia que realizará las investigaciones necesarias al respecto, pero, fuese cual fuese el resultado de esas pesquisas, no castiga a los culpables y, hasta el momento, no ha juzgado a nadie por esos bombardeos ilegales. La coalición que dirige Riad promete siempre mejorar la situación, pero lo que se observa es que continua el asesinato de civiles inocentes cometido por armas de última generación, compradas por dicha coalición a países occidentales.

 

Lo que ha empeorado esta situación es el asedio que ejerce contra Yemen la coalición liderada por Arabia Saudí, ya que ha provocado la destrucción total de la economía yemení y ha puesto a millones de personas al borde la carestía absoluta. Las autoridades saudíes afirman que el objetivo de esta operación contra su vecino sureño es enfrentar a los rebeldes huthíes que se oponen al gobierno yemení, pero, lo que se ha visto durante estos años es que miles de civiles inocentes han muerto y millones más se enfrentan a la hambruna, además de la destrucción de la infraestructura del país.

 

El alto el fuego, mediado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el estratégico puerto de Al-Hudayda, en el oeste de Yemen, ha permitido brindar ayuda a los civiles y, recientemente, se ha iniciado la entrega de una pequeña parte de la ayuda humanitaria y la importación de productos alimenticios que era imprescindible para la vida del pueblo yemení.

 

En estas circunstancias, ha aumentado la furia internacional por la venta de arma a Arabia Saudí. Alemania, Dinamarca, Finlandia y Noruega han anunciado el cese de la exportación de sus equipos armamentísticos a los saudíes; no obstante, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha dado prioridad a aquellos trabajos que se crean por el beneficio de la venta de armas a Arabia Saudí y, haciendo oídos sordos a las denuncias de que fuerzas y mercenarios de Riad usan esas armas para asesinar a civiles yemeníes, alega que es mínima la cantidad de ataques de la coalición saudí contra las regiones no militares yemeníes.

 

Ante ello, cabe la pregunta: ¿cuál es la postura de Francia al respecto? En una entrevista realizada recientemente, el ministro de Exteriores galo, Jean-Yves Le Drian, trató de justificar la continuación de la venta de arma francesas a Arabia Saudí.

Primero, el gobierno de Francia asegura que las fuerzas del movimiento popular Ansarolá han iniciado la guerra y la coalición liderada por Arabia Saudí solamente defiende al gobierno de Yemen; por eso, Francia tiene que ayudar a la coalición saudí en la lucha contra el terrorismo, pero si la coalición liderada por Arabia Saudí realiza ataques aéreos ilegales contra zonas no militares, se tendría que realizar serias investigaciones para juzgar a los culpables principales de dicho suceso, pero la actuación de la coalición árabe, encabezada por Riad, ha mostrado no seguir esa hipótesis.

 

Segundo, el gobierno de Francia dice que la venta de armas a Arabia Saudí se basa en acuerdos antiguos, es decir, la ejecución de estos acuerdos se ha iniciado antes del surgimiento de la guerra contra Yemen. No obstante, en base a revelaciones, el último acuerdo de venta de arma de Francia a Arabia Saudí se firmó en diciembre de 2018 y esta fecha es, exactamente, cuando salieron a luz casos en que la coalición árabe comente violación de los derechos humanos e incluso crímenes de guerra por el uso de esas armas en sus arremetidas contra Yemen. Por otra parte, se pueden ignorar aquellos acuerdos que son contrarios a los compromisos de Francia en relación con tratados de venta de armas, ya que, los firmantes de estos tratados hacen hincapié en que serán usadas solo para enfrentar crímenes de guerra o violación de los derechos humanos. Ahora se plantea esta pregunta: ¿verdaderamente la importancia de un acuerdo comercial es mayor que la importancia de la vida de personas inocentes?

 

Tercero, el gobierno de Francia afirma que sus armas se usan solo para la defensa y no para el ataque de civiles en Yemen, además, alega que no existe ningún documento que confirme el uso de armas francesas en la muerte de civiles. En realidad, esta afirmación es incorrecta. Documentos publicados recientemente muestran que sistemas de artillerías francesas CAESAR han sido utilizadas por el Ejército de Arabia Saudí para avanzar en el territorio de Yemen. Además, los aviones de guerra de la coalición de Riad están equipados con sistemas laser Damocles, fabricados en Francia. Por otra parte, algunos barcos franceses incluyen la Armada de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos y son usados para resguardar el duro asedio contra los civiles inocentes yemeníes.

 

De todas formas, lo evidente al respecto es que el Ejército de Arabia Saudí usa estas armas contra la población civil en Yemen, en una clara violación de las leyes humanitarias internacionales. Por eso, cualquier venta de arma a las fuerzas armadas saudíes supone ayudar a perpetrar más crímenes de guerra contra los yemeníes. Por tanto, Francia o cualquier otro país que se proclama defensor de los derechos humanos no debe participar en la venta de arma a las autoridades de Arabia Saudí.

 

Cuarto, la venta de arma beneficia a Francia tanto en ingresos directos como en la creación de nuevos puestos de trabajo en el territorio de este país europeo. Aunque el gobierno de Francia no sigue las políticas hostiles del presidente de EEUU, Donald Trump, la mejora de la situación laboral en Francia es uno de los motivos de la venta de estas armas. La industria de fabricación de armas francesas se ha visto florecida después de exportar sus productos a Arabia Saudí. No obstante, la venta de estas armas provoca el planteamiento de ciertas preguntas. Por ejemplo: ¿cuántos civiles yemeníes tienen que morir en los ataques aéreos ilegales de Arabia Saudí y las fuerzas de la coalición? o ¿cuántos civiles yemeníes tienen que sufrir por el asedio de su país y experimentar el hambre y la carestía para que Francia pueda obtener un mayor beneficio comercial?

 

Lo que Francia necesita actualmente es atender los estándares internacionales y los derechos de la guerra. Las normativas internacionales enfrentan un serio peligro por estos ataques ilegales; por tanto, es necesario que los gobiernos condenen los bombardeos ilegales y el asedio de los civiles en Yemen. Incluso, si el gobierno de Francia fabrica dichas armas, antes de venderlas, tiene que insistir en que su uso debe considerar los estándares y reglamentos internacionales. Mientras tanto, la única medida capaz que el gobierno francés puede hacer es cesar la venta de todas sus armas a Arabia Saudí mientras este régimen siga al frente de la masacre de civiles inocentes en Yemen.

P/MK/NL

 

 

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