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ParsToday-En este programa estudiamos el caso de los niños trabajadores en los campos de cultivo de tabaco de EEUU.

Unas adolescentes en Marruecos trabajan 18 horas al día como sirvientas en casas de personas ricas. Unos chicos jóvenes en Ghana cargan sacos pesados en las diferentes minas y los niños en Indonesia, realizan doble jornada de trabajo en los campos de cultivo de tabaco. El trabajo de los menores de edad en todo el mundo daña la educación, salud, seguridad y futuro en general de este colectivo humano.

Sin embargo, los niños no trabajan solamente en los países pobres del tercer mundo. En EEUU, los reglamentos de trabajo permiten que los niños laboren desde edades muy bajas en las tierras agrícolas por largas horas y en unas condiciones mucho más peligrosas que los niños en otras industrias. En realidad, un niño de 12 años de edad en EEUU, trabaja entre 50 y 60 horas a la semana en las tierras agrícolas y, la mayoría de ellos realiza esta labor en un ambiente caliente y peligroso por los venenos que se usan en la agricultura. Esto es completamente legal en el marco de los reglamentos jurídicos de dicho país. Trabajar con instrumentos y maquinas peligrosas y cargar sacos pesados son algunos de los peligros serios del trabajo en los campos de cultivo de tabaco en EEUU, donde los niños norteamericanos se llevan la peor parte.

En el sector de la agricultura, incluso los niños menores de 12 años de edad, sin ninguna limitación de tiempo y con el permiso de sus padres, pueden trabajar en los campos de otras personas o en sus campos familiares. Mientras, está prohibido que los niños menores de 14 años de edad trabajen en otros sectores, excepto los niños entre 14 y 15 años de edad tienen permiso para trabajar en algunos ámbitos especiales y en un horario limitado.

Aquellos niños trabajadores de las tierras de cultivo de tabaco en EEUU, se enfrentan a serios peligros. Cuando un miembro de la organización pro derechos humanos Observatorio de los Derechos Humanos o HRW (por acrónimo en inglés) se entrevistó con 140 niños que trabajaban en los campos de cultivo de tabaco en Carolina del Norte, Kentucky, Tennessee y Virginia, la mayoría de los menores informó haber sentido vértigo, vomito, nausea y dolor de cabeza, lo cual a todas luces son signos de alta intoxicación con nicotina. EEUU es el cuarto productor de tabaco en el mundo, pero aun no ha establecido ningún reglamento para proteger a los niños que trabajan en los campos de cultivo de tabaco, donde se exponen a intoxicaciones peligrosas por nicotina. La piel de estos niños atrae la humedad de este producto letal y, si ocurre en largos periodos de tiempo, pueden enfrentar problemas de comportamiento y el reducimiento del nivel de inteligencia. Estos niños no están informados de las consecuencias nefastas de su trabajo con las hojas de tabaco. Aun no se ha realizado ninguna medida para apoyarles y evitar que se intoxiquen en los campos de cultivo de tabaco. En algunos casos, los niños para reducir los efectos de la nicotina, se visten con bolsas de plástico.

La producción de tabaco está basada en la fuerza laboral humana. Aquellos niños que trabajan en los campos de cultivo de tabaco, realizan diferentes labores como la plantación de pimpollos, la destrucción de las plantas inútiles, la aplicación de diferentes venenos y el recojo de la cosecha a mano o a máquina. El objetivo de la mayoría de estos niños es ayudar a sus familias en el abastecimiento de las necesidades de la vida, como la compra de ropa, zapatos y útiles escolares.

Mientras tanto, algunas empresas de tabaco han establecido ciertas políticas para no comprar las hojas a aquellos campos que emplean a los niños menores de 16 años de edad. Sin embargo, la realidad es que estas políticas voluntarias establecidas por las empresas de tabacos no son suficientes.

El Congreso de EEUU tiene la oportunidad de tomar medidas para llenar el vacío legal en esta área. Recientemente, un grupo de congresistas ha presentado una moción sobre los reglamentos para luchar contra el trabajo de los niños en las tierras agrícolas y la prohibición de trabajo para niños en los campos de cultivo de tabaco y en el área de producción de cigarrillos. Esta medida puede considerarse en línea con legalizar el trabajo de los niños en EEUU. 

De igual manera, recientemente, se ha conmemorado el Día Mundial de la Lucha contra el Trabajo Infantil en el mundo y se han dado algunos pasos importantes al respecto, aunque, aún persista el problema del trabajo de los niños en el mundo. En los últimos 30 años, el número de niños que trabajaba en todo el mundo se ha reducido más de un 30 %. Este progreso no ha ocurrido accidentalmente sino es resultado de aplicar políticas inteligentes que apoyan a las familias frágiles y a la vez crean buenas oportunidades para los niños trabajadores.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha considerado cuatro políticas para luchar y desarraigar el trabajo de los niños, las cuales desempeñan un papel relevante en poner fin al problema del trabajo de menores de edad. La más importante vía en la lucha contra el trabajo infantil es el desarrollo de su acceso a la educación. Cuando los gobiernos eliminan los obstáculos para la educación de los niños, ellos encuentran mayores probabilidades de ir a la escuela y, después del fin de sus estudios, tienen una mayor probabilidad para entrar en el mercado laboral.

La segunda política es el desarrollo de programas que mayormente se ofrecen bajo el nombre de Apoyo Social, que en realidad son ayudas gubernamentales dirigidas a las familias frágiles y pobres. Pagar una cantidad mensual a estas familias, cuyos ejemplos se observan en los países pobres de América Latina, puede ayudarles a que abastezcan sus necesidades primarias. Estas ayudas pueden sustituirse en lugar del ingreso producto del trabajo de los niños que ayuda a las familias pobres a solucionar sus deficiencias financieras y económicas.

La tercera política, determinante en la reducción del trabajo de los niños, consiste en propiciar el terreno para que los adolescentes y mayores de edad puedan hacer un buen trabajo capaz. Ya que, si los padres de un niño no son capaces de obtener un ingreso suficiente, existe mayor probabilidad de que envíen a sus hijos a centros de trabajo. Por eso, si los ambientes laborales son legales para los mayores y se respetan a los derechos de los trabajadores, se reduce la posibilidad de la entrada de los niños en el mercado de trabajo. El respeto de los derechos de los trabajadores en los diversos sectores, especialmente, en la agricultura, significa que se garantice un buen ingreso para los obreros y que los agricultores también puedan vender sus productos con un precio justo. Así, tanto los jefes como los trabajadores se encontrarán en condiciones justas y de respeto a sus derechos.

Finalmente, la cuarta política requiere que los gobiernos establezcan reglamentos más eficaces para el trabajo de los niños. No obstante, el establecimiento de normas justas no es suficiente solo, sino que, después del establecimiento de dichos reglamentos, los gobiernos tienen que supervisar el trabajo de los niños y considerar castigos para los que violen las normas. En realidad, hay que determinarse un marco legal para el trabajo de los niños en el que se esclarezca en qué condiciones y en cuáles ambientes pueden trabajar los chicos y chicas.

Aún continúa el trabajo de los niños en todo el mundo y esto es resultado de la pobreza que aún no ha sido desarraigada y que ha obligado a diferentes generaciones de niños, desde muy corta edad a trabajar en condiciones difíciles, en lugar de jugar y estudiar, privándose así de un futuro brillante., Prevenir el trabajo de los niños, no solo ayuda a su progreso en el terreno de los estudios, sino que, propicia el terreno para que ellos, al desarrollar una habilidad, se preparen para entrar al mercado de trabajo en su juventud y, en el futuro, obtengan mejores oportunidades laborales. Esto no solo es a favor de los niños, sino que, finalmente, es útil para la sociedad, pues gozaría de una fuerza laboral experta y de una generación joven y alegre.

P/MK/NL