Jul 25, 2019 07:49 UTC

ParsToday-En este programa estudiamos las consecuencias de la nueva orden de Trump a las fuerzas del servicio de inmigración y aduana de EEUU para que realicen redadas contra los inmigrantes indocumentados. Acompáñennos para hablarles más al respecto.

Recientemente, el presidente de EEUU, Donald Trump, ha ordenado al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE a detener a las familias inmigrantes sin papeles que viven en al menos 10 grandes estados de su país, entre ellos Atlanta, Baltimore, Chicago, Denver, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York y San Francisco. Mark Morgan, director ejecutivo de ACE), —principal aparato de deportación de inmigrantes indocumentados—afirma que el objetivo de estas redadas no es causar pánico o miedo, sino que es la ejecución de la soberanía de la ley en el país. Las autoridades de ACE han confesado abiertamente que esperan detener a al menos entre 10 y 20 % de indocumentados para proceder a devolverlos a sus países. Según informes, en febrero de este año, ICE envió alrededor de 2000 cartas a familias que ya habían recibido órdenes finales de expulsión por parte de los jueces y que no se presentaron a su cita, pidiéndoles que asistieran a las oficinas locales de ICE para completar el proceso. Por tanto, se espera que estas redadas se dirijan a detener a unas 2000 personas.

El mes pasado, Donald Trump, a través de tuit, informó de su decisión de poner en práctica este plan contra los migrantes que está en EEUU sin autorización. Hace unos días, en la reunión con la prensa, el presidente republicano dijo que todas las personas que entran ilegalmente a EEUU serán sacadas del país de forma legal. Trump ha confirmado la ejecución de su plan, tras una pausa provisional. El objetivo de estas redadas es reducir la entrada de migrantes en EEUU. El mes de mayo, fueron detenidos más de 144.000 migrantes que pretendían entrar en territorio estadounidense a través de la frontera de México; esta la tasa más alta de detención de migrantes durante un mes de los últimos 13 años.

Al igual que la mayoría de las políticas migratorias de Donald Trump, estas redadas también han provocado el aumento de la opresión contra los migrantes y refugiados. La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (en inglés, American Civil Liberties Union o ACLU) ha presentado una querella ante un tribunal para evitar la ejecución de esta orden presidencial. A juicio de este sindicato, la ejecución de estas políticas constituye una violación de los derechos humanos de los inmigrantes y refugiados. “Las políticas de la Casa Blanca atormentan a las comunidades y familias para obtener beneficios políticos y traicionan la decencia humana común, el Sueño Americano y la Constitución de los Estados Unidos”, ha alertado una funcionaria de ACLU de Georgia.

“La interrupción de las familias y las comunidades nos afecta a cada uno de nosotros como georgianos y estadounidenses. Como madre y abuela, no puedo soportar la idea de que el gobierno esté traumatizando a los niños y sus familias. Es horrible, equivocado y fundamentalmente antiamericano”, sostuvo en un comunicado de prensa.

El temor por la separación de los hijos de sus padres ha provocado que la mayoría de las familias inmigrantes no registren a sus hijos en las escuelas norteamericanas y los oculten. De igual forma tampoco informan a las autoridades de abusos en su contra ni acudan a los centros de cuidados médicos incluso para sus niños.

El Gobierno de EEUU dice que estos operativos están dirigidos, en particular, contra los inmigrantes y refugiados que han recibido el veredicto final de su expulsión de EEUU, pero que siguen viviendo en este país norteamericano. Sin embargo, muchas instituciones advierten de que la detención y expulsión de este colectivo conllevará serios daños psicológicos contra ellos. La orden de Trump evita que se abra un proceso de apelación para el estudio de sus peticiones. De acuerdo con informes, la mayoría de los inmigrantes sin papeles a quienes está dirigido el operativo dice no haber recibido la carta judicial que informa de su expulsión. Al parecer, esas cartas han sido enviadas a direcciones equivocadas y la mayoría de estos inmigrantes no tiene un abogado. Cabe agregar que, después de que Trump interpusiera nuevos obstáculos en el camino de los inmigrantes, la mayoría de ellos ha abandonado su proceso para hacer legal su solicitud de asilo.

Recientemente, miles de personas han participado en Chicago en una caminata en protesta por la ejecución del plan de expulsión de inmigrantes. Algunos de los alcaldes también han advertido que no colaborarán con la operación de reconocimiento y expulsión de inmigrantes. El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas es blanco de duras críticas por sus medidas contra los inmigrantes.

Las políticas duras y hostiles de Donald Trump sobre los refugiados e inmigrantes han provocado protestas entre la mayoría de activistas pro derechos humanos y de la ONU. Hasta el momento, las redadas antimigrantes han puesto a decenas de inmigrantes en las cárceles federales e incluso ha separado a padres e hijos. 

El Gobierno de Donald Trump, por primera vez, ha enviado a grupos de inmigrantes sin papeles a cárceles federales. El traslado de más de 1600 personas a este tipo de prisiones indica el aumento de detención de inmigrantes indocumentados desde que Trump diera esta controvertida orden.

En base a las políticas migratorias de la Administración Trump, los inmigrantes sin papeles, después de su detención, deben permanecer en la cárcel hasta la fecha de su juicio; mientras tanto, los niños también son trasladados a centros de refugio o quedarse de forma provisional bajo el cuidado de familias voluntarias. La Secretaría de Salud de EEUU en un informe ha anunciado que la separación de niños de sus padres se lleva a cabo desde hace unos meses antes de la ejecución oficial de la política de redadas ordenada por Trump. No existe una cifra exacta de los niños separados debido a la falta de organización para registrar estos casos a través de las organizaciones de seguridad y disciplinarias. La separación de los niños ocurre en muchos casos cuando los padres son expulsados por orden judicial bajo el argumento de haber entrado en forma ilegal al suelo de dicho país a través de la frontera sureña. La ONU dice que, desde octubre del año pasado hasta el momento, centenares de niños, entre ellos, menores de un año, han sido separados de sus progenitores.

Se puede decir que el Gobierno de Trump está decidido a poner en práctica políticas duras y hostiles contra los refugiados. Por tanto, es necesario que el Ccongreso apruebe una ley para el cese de estos abusos y de la violación de los derechos de los inmigrantes y refugiados. Además, los gobiernos de los estados, las organizaciones responsables de la ejecución de la ley y las diferentes entidades de dicho país tienen que dar pasos serios para evitar la ejecución de estas políticas que violan claramente los derechos humanos.

P/MK/NL

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